sábado, agosto 30, 2008

3:10 MISIÓN PELIGROSA


Logrado remake que resucita un género que parecía extinto. A diferencia del regodeo moroso y gratuito de El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford de Andrew Dominik, 3:10 to Yuma (mejor están los otros títulos en español que el designado por acá) mantiene una tensión de inicio a fin, sustentada en dos buenas actuaciones, la de Russell Crowe como un bandolero “carismático”, lector de los proverbios de la Biblia y nada vengativo; y un Christian Bale como un granjero taciturno, preocupado por su familia y que ve en la oportunidad de trasladar al bandolero al tren que lo conducirá a la prisión de Yuma (de allí el título original) una forma de pagar deudas y salir de la condición miserable en que vive con los suyos. Y, en el medio, William, el hijo de Dan, fascinado por lo que representa Ben Wade para un chico de su edad.
Western que mantiene los arquetipos del género: grandes planos, el desierto como escenario natural, perseguidores-perseguidos, acción de principio a fin, desarrollo lineal. Precisamente el “salvaje oeste” donde prima la ley del más fuerte da pie para una crítica contra “el capitalismo salvaje”, donde prevalece el interés de las grandes corporaciones que pueden pagar a autoridades y hasta la ejecución de un “outlaw” frente a los pequeños ciudadanos sin el poder fáctico de estas.
Merece verse este western, nada pretencioso y que como las películas de antaño se sustentaba en buenas actuaciones y una historia atractiva e interesante de principio a fin.
Eduardo Jiménez J.
lagartocine@yahoo.es



3:10 MISIÓN PELIGROSA [3:10 to Yuma]
Dir.: James Mangold
Guión: Halsted Welles y otros, basado en un cuento de Elmore Leonard
c/ Russell Crowe (Ben Wade), Christian Bale (Dan Evans), Logan Lerman (William Evans), Dallas Roberts (Grayson Butterfield), Ben Foster (Charlie Prince), Peter Fonda (Byron McElroy)
EEUU/2007/Western***/Estrenos

martes, agosto 26, 2008

EL SABOR DE LA SANDÍA


Es un verano caluroso en Taiwán y no hay agua, así que la gente debe saciar la sed comiendo jugosas sandías. Justo en la escena que abre la película vemos a una chica totalmente desnuda tendida en la cama, con las piernas abiertas y entre estas la mitad de una apetecible sandía, representación de su sexo por lo carnoso, rojo y jugoso. Su compañero lame, mete los dedos a la fruta como si se tratase de la vagina de la chica, quien comienza a gemir de placer. Pero, El sabor de la sandía no es una película erótica, ni siquiera porno por las escenas de sexo explícito que se filman en los departamentos, donde, en uno de ellos, sirve de escenario para películas triple equis (luego sabremos que la escena inicial que hemos presenciado es parte de una película porno que están rodando). No, el realizador no busca dar una lección de existencialidad ni nada parecido, solo registrar el trascurrir de estos personajes durante un verano cálido y seco, a modo de un entomólogo que entra a observar la vida en una colmena o nido. No es casual por eso la alusión a las hormigas que por el dulce de la fruta se trepan a los personajes, como tampoco al musical, con números coreográficos aparentemente inconexos pero que reflejan el ebullir de estas personas en un contexto y tiempo determinado (por medio del canto expresan sus deseos, sueños, anhelos y también frustraciones). El color rojo predominante (no solo por la pulpa de la fruta) refleja la pasión que sienten y mueve a los personajes. La escena final en que la chica recibe el semen de su novio en la boca, excitada al ver por una ventana que tiene sexo con la actriz porno desmayada por el calor (o quizás muerta, lo cual confiere a la escena un aire necrófilo) y excitado también este por los gemidos de su novia es consustancial a todo ese juego de eroticidades mutuas de los protagonistas, donde los espectadores son “voyeurs” privilegiados. Película de pocos diálogos, demostrando que el cine es más que palabras y que la pasión para encenderse no requiere de tanto palabreo; así como juego lúdico y erótico de los recovecos de la condición humana y que somos unos bichos tan similares como las hormigas que se cuelgan del cuello de los protagonistas queriendo succionar (chupar) el dulce sabor de la sandía.
Eduardo Jiménez J.
lagartocine@yahoo.es


EL SABOR DE LA SANDÍA [Tian bian yi duo yun]
Dir. y guión: Tsai Ming-liang
c/ Kang-sheng Lee (Hsiao-Kang), Shiang-chyi Chen (Shiang-chyi), Yi-Ching Lu (Mother), Kuei-Mei Yang (Taiwanese Porn Actress), Sumomo Yozakura (Japanese Porn Star)
Taiwán, Fra/2005/Comedia dramática, musical***/Dvd/Las que nunca se estrenaron

viernes, agosto 22, 2008

SHINE A LIGHT


Ya en Symphathy for the devil (1968), Godard nos presentaba a The Rolling Stones como los “intérpretes artísticos” de la convulsionada década de los años 60, con los movimientos sociales reivindicativos de raza (los negros), de género (la liberación femenina), la violencia “legitimada” (“el poder nace del fusil”), el amor sin compromisos “burgueses” y de un arte más libre y “comprometido” con la época, teniendo como telón de fondo los textos marxistas que planteaban un cambio revolucionario (en la óptica godardsiana de aquellos años “el demonio” –o “el infierno”- son las contradicciones materiales del mundo). Fue un documental muy personal del célebre realizador francés.

También Scorsese había incursionado en el documental musical con El último vals (The Last Waltz, 1978), registro del concierto de despedida del grupo de rock canadiense The Band. Tenía un aire de melancolía, de recordar el ayer nostálgico, en un contrapunto entre el concierto propiamente que reúne a los amigos del grupo despidiéndose del quinteto y los recuerdos del líder y vocalista Robbie Robertson. Es un documental sentido, con cierto toque de elegancia y con sabor a que todo tiempo pasado fue mejor.
Posterior a The Last Waltz, Scorsese realizó otro documental musical sobre Bob Dylan, mito viviente del rock and roll, no estrenado comercialmente en nuestro medio (No Direction Home: Bob Dylan, 2005), así que el realizador ítalo-americano siempre ha tenido una inquietud en plasmar en la pantalla a ciertos personajes y grupos de la música rock (tiene en mente un proyecto sobre el ex beatle George Harrison), con justicia el género musical del siglo XX.

Pero, entre la propuesta marxista de Godard que el arte se nutre de las contradicciones de la realidad; o, entre el precioso retrato nostálgico de una banda que se despide del escenario en The Last Waltz y Shine a Light existe un gran trecho.

Lo más interesante de Shine a Light (concierto de los RS del año 2006 en el Teatro Beacon, Nueva York) se produce en los primeros minutos, en el contrapunteo muchas veces tenso entre un director (el propio Scorsese) que quiere controlar todo (en una actitud neurótica-compulsiva que nos hace recordar a Woody Allen) para que la filmación salga bien, desde las canciones que se van a tocar hasta la posición de las cámaras, y un Mick Jagger que es todo anarquía, aborrece el control y que es imprevisible de lo que pueda suceder cuando esté frente a los reflectores. Esa es la parte más interesante del documental. La eterna lucha entre la planificación y el libre albedrío. El concierto propiamente es como cualquier concierto musical de The Rolling Stones, quizás con mucho más cuidado en su filmación y en los cortes y acercamientos de cámara (Scorsese fue editor del documental musical Woodstock, 1970, testimonio histórico del movimiento hippie de los años 60), donde los fanáticos esperan las canciones más conocidas del grupo: Satisfaction, Symphathy for the devil, I’m free o la que da título al documental. Son “los dioses” en el escenario y abajo, en la platea, están los feligreses adoradores, donde incluso el ex presidente Clinton y sus amigos políticos son comparsas, figuras secundarias. Eso sí, otra cosa interesante es el material de archivo que se intercala con el concierto, donde aparece un Mick Jagger joven y a la pregunta de cuánto piensan sobrevivir como grupo, ni él mismo estaba seguro que iban a durar tanto, convirtiéndose quizás en la banda de rock más antigua y vigente que hasta el día de hoy existe.
Eduardo Jiménez J.
ejjlaw@yahoo.es


SHINE A LIGHT
Dir.: Martin Scorsese
EEUU,UK/2008/Documental***/Estrenos

martes, agosto 19, 2008

DESAPARICIONES


Western atípico, como los producidos últimamente, contextualizado en la época de la prohibición, cuando un granjero (Kris Kristofferson) a fin de ganarse unos dólares decide traer whisky del Canadá, acompañado de su hijo (Charlie McDermott). Podríamos decir que es una historia de iniciación, de aprendizaje del joven que sale con el padre y guiado por este va conociendo el mundo; pero también de un realismo mágico. Por parte del padre tienen la peculiaridad de “desaparecer” fácilmente y aparecer en otro lugar (de allí que la tía del muchacho aparezca repetidas veces en el viaje junto al joven, aconsejándolo) o algunos de no morir pese a los balazos, flechazos y demás intentos para matarlo, como el jefe de la pandilla de contrabandistas. Ese clima de “enrarecimiento” está bien logrado en el filme. Por cierto, un placer ver luego de mucho tiempo las presencias de actores veteranos como Kris Kristofferson o Geneviève Bujold, “sex symbols” de otras épocas.
Eduardo Jiménez J.
lagartocine@yahoo.es


DESAPARICIONES [Disappearances]
Dir. y guión:Jay Craven, basado en la novela de Howard Frank Mosher
c/ Kris Kristofferson (Quebec Bill Bonhomme), Charlie McDermott (Wild Bill Bonhomme), Gary Farmer (Herny Coville), William Sanderson (Rat Kinneson), Geneviève Bujold (Cordelia)
EEUU/2006/Acción, aventuras***/Dvd/Las que nunca se estrenaron

viernes, agosto 15, 2008

HANCOCK


Los super héroes han sufrido una mutación en los últimos 20 años. Desde el Batman sombrío de Frank Miller que sirvió de inspiración a Tim Burton para su héroe nocturno, pasando por la animación digital de Los increíbles que ponía en tela de juicio la importancia de los super héroes por una cuestión de costos y problemas legales hasta el más reciente hombre muerciélado de Christopher Nolan, tan visceral y violento como sus contrincantes.
Existe una revisión de los superhéroes, abandonando su imagen aséptica y respetuosa de valores tradicionales como justicia y derecho que tuvimos en los comics de nuestra infancia, a fin de hacerlos “más humanos”, con “fallas” como cualquier mortal. Quizás esa propuesta cínica y descarnada se debe al clima de escepticismo que se vive, no solo después del 11-S sino en la llamada “post modernidad”, donde entran en crisis los valores conocidos. En esa propuesta encaja Hancock, un super héroe alcohólico, conflictivo y que le ocasiona a la ciudad más problemas que soluciones, siendo poco apreciado por las autoridades y aquellos a quienes supuestamente debe salvar, hasta que se topa con un asesor de imagen que puede cambiar la forma en que lo ven.

Hasta allí la propuesta es interesante y pudo haber sido una tomadura de pelo en forma a los héroes de historieta si no hubiese sufrido la historia giros rocambolescos, como la relación sentimental de Hancock con la esposa de su asesor de imagen que no convence mucho, o la “rehabilitación” forzada del héroe. Allí la película naufraga, estando puesta al servicio de Will Smith, terminando como una película irregular, con más promesas que buenos resultados y de un final bastante convencional.
Eduardo Jiménez J.
lagartocine@yahoo.es

martes, agosto 12, 2008

4 MESES, 3 SEMANAS Y 2 DÍAS


Hacia los finales del gobierno comunista en Rumania, una joven y su amiga deben hacer malabares para que la primera aborte clandestinamente dado que es ilegal y un hijo no deseado perjudicaría su futuro como profesional. Esa es la trama. Sencilla y directa. El gran mérito es la forma en que el director trata el tema del aborto, usando el efecto del “distanciamiento” con la cámara frontal y a cierta distancia de los personajes, registrando las peripecias y dramas internos de ambas amigas. No existe un juzgamiento a sus conductas ni el filme pretende ser una apología o una detracción al aborto, solo registrar los hechos a la manera de un entomólogo, con bastante frialdad y desapego. Es cierto que no vemos al “sistema” reprimiendo a los ciudadanos, pero lo “sentimos”, sea en el ómnibus cuando Otilia busca agenciarse un boleto, en las calles frías y desoladas que recorre o en el trato indolente de los burócratas o del propio abortero, sin importarles para nada la condición de humanos de sus semejantes. Allí “sentimos” la presencia de un estado totalitario que está detrás, que no le importa el ser humano, observando el movimiento de sus ciudadanos.
4 meses, 3 semanas y 2 días es una de esas raras películas que de vez en cuando ingresan a estreno y que con justeza mereció la Palma de Oro, en la categoría de mejor película, en el Festival de Cannes del año 2007.
Eduardo Jiménez J.
lagartocine@yahoo.es


4 MESES, 3 SEMANAS Y 2 DÍAS [4 luni, 3 saptamâni si 2 zile]
Dir. y guión: Cristian Mungiu
c/ Anamaria Marinca (Otilia), Laura Vasiliu (Gabriela 'Gabita' Dragut), Vlad Ivanov (Viarel aka Domnu' Bebe), Alexandru Potocean (Adi Radu)
Rumania/2007/Drama***/Estrenos

viernes, agosto 08, 2008

SEXO EN LA CIUDAD


Sex and the city tuvo el mérito de ser la serie que retrató a la mujer citadina de los años 90. Registro sociológico, la serie prendió entre la teleaudiencia no solo femenina y tarde o temprano tenía que dar el salto al cine.

El resultado no siempre es parejo. Lo que funcionó en una serie de 30 minutos no necesariamente lo hace en una película que excede contra toda continencia las dos horas. La película más parece un capítulo especial de Sex and the city que un filme propiamente. Pretende ser un remate –provisional- de la vida de estas cuatro amigas ya entrando con fuerza a la base cuatro y lo que ello significa para una mujer.

Con una estructura similar a la serie, desarrolla una historia principal centrada en Carrie e historias secundarias de sus tres amigas –de allí el excesivo metraje-. La historia principal tenía que ser “la boda de Carrie” con el novio de toda la vida, el financista 'Mr. Big'. Quizás para algunos –y sobretodo para “algunas” - centrarse la película en la boda de una mujer independiente y liberal era como claudicar de los principios feministas. Es probable, pero eso no importa tanto como los resultados obtenidos. Es cierto que la película ha querido ser más una comedia rosa que un diagnóstico de la vida sexual en N.Y. como fue la serie. Pero, sea cual sea la intención de los productores, el resultado más es el de un telefilme, bastante flojo en los diálogos y con poco vuelo creativo.

Es probable que de aquí a un tiempo tengamos de nuevo juntas a las “viejas” cuatro amigas, ya en base cinco y con los problemas propios de su edad, pero disfrutando del sexo como cuando estaban en los treinta.
Eduardo Jiménez J.
lagartocine@yahoo.es


SEXO EN LA CIUDAD [Sex and the City]
Dir.: Michael Patrick King
Guión: Michael Patrick King, basado en el libro de Candace Bushnell y la serie de tv creada por Darren Star
c/ Sarah Jessica Parker (Carrie Bradshaw), Kim Cattrall (Samantha Jones), Kristin Davis (Charlotte York), Cynthia Nixon (Miranda Hobbes), Chris Noth (John James 'Mr. Big' Preston), Candice Bergen (Enid Frick)
EEUU/2008/Comedia romántica***/Estrenos

martes, agosto 05, 2008

WALL•E


En un futuro remoto, un pequeño robot de carga tiene como misión limpiar la tierra de toda la basura acumulada por la humanidad, mientras esta disfruta de un crucero espacial infinito hasta que esté limpio su hogar. No es lo mejor de Pixar, pero a los cinéfilos les resultará atractiva la trama por los “guiños” a 2001: odisea del espacio (1968) filme ampliamente homenajeado en Wall-E (la computadora que “se vuelve loca”, el rescate espacial, cuando se para en sus pies el capitán acompañado de la música de Así hablaba Zaratustra, etc), pero también a ET (el robot se parece mucho en personalidad al del muñequito de Spielberg, y en el diseño al del filme Cortocircuito de John Badham - Short Circuit, 1986-), a Alien (no en vano Sigourney Weaver presta su voz en la versión original), así como el homenaje implícito a Chaplin contenido en el viejo zapato que sirve de macetero a la planta encontrada y a otros filmes como Encuentros cercanos del tercer tipo, Terminator o las viejas películas del oeste (por cierto Wall-E es un acérrimo cinéfilo, sobretodo del musical).
Lo que hace interesante el proyecto es la humanización de los robots, a semejanza de la humanización que ocurría con los animales en las viejas películas de Disney, lo cual les confiere un grado de identificación con el espectador. Y, como siempre, existe un trasfondo de crítica social, en este caso la contaminación ambiental que está convirtiendo a la tierra literalmente en un basurero y una humanidad ociosa que todo trabajo lo ha delegado a los robots, obesa y dependiente, como los “citizens” de los Estados Unidos de hoy.
Quizás a algunos espectadores les parezca raro la poca verbalización de los personajes –salvo algunos bits-; pero, debemos recordar que el cine es más que la palabra, como lo demostró la homenajeada 2001 en su momento.
Eduardo Jiménez J.
lagartocine@yahoo.es


WALL•E
Dir.: Andrew Stanton
Guión: Andrew Stanton y Jim Capobianco
Voces originales: Ben Burtt (WALL•E / M-O), Elissa Knight (Eve), Jeff Garlin (Captain), Sigourney Weaver (Ship's Computer)
EEUU/2008/Animación digital***/Estrenos