martes, mayo 27, 2008

INDIANA JONES Y EL REINO DE LA CALAVERA DE CRISTAL


El gran mérito que tuvo la saga de Indiana Jones fue resucitar las seriales de antaño, cuando el episodio se quedaba en lo mejor, como para mantener el suspenso del espectador y tenga ganas de ver la continuación, no exento de ciertos toques de humor, seriales que por cierto nutrieron a los entonces niños Steven Spielberg (el director) y George Lucas (el productor), uniéndose en un proyecto que por el éxito comercial obtenido tiene hasta la fecha cuatro entregas.

Los elementos de la trama de los filmes que comprenden los episodios tienen en común la búsqueda y el descubrimiento de un objeto sagrado que posee propiedades mágico-religiosas, sea el arca de la alianza, una piedra mágica, el cáliz donde bebió Cristo o una calavera de cristal, objetos que deben ser protegidos de las “fuerzas del mal” (los nazis antaño, los comunistas en la cuarta entrega). Tocar el tema de lo desconocido (con una parte de certeza histórica o que el objeto existió) hace atractiva la trama. Otro componente es la “partner” o compañera en cada entrega, que sirve de contraste a la personalidad del héroe, llegando a niveles risibles y caricaturizables en la segunda parte, donde Kate Capshaw interpreta a la típica “rubia tonta”. El lugar de los hechos también es importante, debe ser un lugar exótico en el imaginario norteamericano, sea el Medio Oriente, la India o la selva amazónica. Otra característica es la utilización de los efectos especiales hacia la parte final de la película, al momento de la resolución de la trama, cuando espectamos ante el asombro el “poder sobrenatural” del objeto hallado, con lo cual concluye la película, tras un breve epílogo en que el héroe parte a nuevas aventuras.

Spielberg es un gran contador de historias y sería mezquino decir que en la presente no lo hace bien. Nutrido en el cine clásico norteamericano, sabe narrar limpiamente, divirtiendo a veces (genial la ocurrencia del topo al inicio de la película) y dando algunas pinceladas para que el espectador se contextúe en la época (los locos años 50 de la guerra fría y el macartismo).

La cuarta entrega nos trae más viejo al héroe. No en vano han pasado veinte años, no siendo los nazis el principal enemigo sino los comunistas de la Unión Soviética, en esta eterna lucha entre el bien y el mal (en el esquematismo del cine norteamericano).
Las similitudes entre la primera (la mejor de todas) y la cuarta entrega saltan a la vista. No solo en el retorno de viejos personajes, sino también en el escenario (la selva amazónica); la villana (extraordinaria Cate Blanchett), es una versión femenina del rival de Indiana Jones: el culto Dr. Belloq; o el desenlace, muy similar, donde “los malos” mueren por la “ira divina”. Similitudes que es de suponer no se deben a un agotamiento de la saga propiamente (todo indica que tendremos una siguiente entrega), sino a ese “reencontrarse” los seguidores de las aventuras del Dr. Jones con su héroe de la infancia o la juventud, seguidores que naturalmente también están un poco más viejos; y los que recién lo conocen será un descubrimiento. Por cierto el personaje de Shia LaBeouf (al estilo de Marlon Brando en su fase rebelde), es el elemento joven que atraiga a los “teenagers”.
No vamos a entrar en los desaguisados de las inexactitudes geográficas, históricas y culturales sobre nuestro país que acomete el viejo Indy (que pareciera por los barbarismos dichos que su grado de doctor lo debe haber adquirido en el mítico jirón Azángaro) dado que se trata de una ficción y no un documental que exija fidelidad; además que para “los gringos” todos los países que se encuentran al sur del río Grande son iguales. Ignorancias del etnocentrismo.

La cuarta entrega de la saga entretiene, que es el cometido del director y los productores, mantiene un ritmo que no decae y se toma con mucho humor la historia contada, como diciendo, total, se trata de una fantasía, no se la tomen tan en serio.
Eduardo Jiménez J.
lagartocine@yahoo.es


INDIANA JONES Y EL REINO DE LA CALAVERA DE CRISTAL [Indiana Jones and the Kingdom of the Crystal Skull]
Dir: Steven Spielberg
Guión: David Koepp; basado en un argumento de George Lucas y Jeff Nathanson
c/ Harrison Ford (Indiana Jones), Cate Blanchett (Irina Spalko), Karen Allen (Marion Ravenwood), Ray Winstone (Mac), John Hurt (profesor Oxley), Shia LaBeouf (Mutt Williams)
EEUU/2008/Acción, aventuras***/Estrenos

sábado, mayo 24, 2008

ALATRISTE


Alatriste ha sabido captar la esencia de ese gran imperio español que en todo su esplendor también reflejaba sus miserias y futura decadencia. Contada a la manera de la picaresca, nos da cuenta a través del personaje central, el capitán Alatriste, mercenario al servicio de su majestad imperial, de las distintas clases sociales en la España del XVI. De las maquinaciones al interior de la Corte, de la frivolidad de un rey que no gobierna y de un pueblo al que no llega el oro de América. Genial la recreación de Francisco de Quevedo, como el escritor de panfletos que siempre tuvo problemas con el poder, así como estupenda la actuación de Viggo Mortensen encarnando al soldado que alquila su espada, escéptico de Dios y de los poderosos del mundo, pero con orgullo y valor.
Eduardo Jiménez J.
lagartocine@yahoo.es


ALATRISTE
Dir: Agustín Díaz Yanes
Guión: Agustín Díaz Yanes; basado en las novelas "Las aventuras del Capitán Alatriste" de Arturo Pérez-Reverte
c/ Viggo Mortensen (Alatriste), Elena Anaya (Angélica de Alquézar), Javier Cámara (Conde Duque de Olivares), Jesús Castejón (Luis de Alquézar), Antonio Dechent (Garrote), Juan Echanove (Francisco de Quevedo), Eduard Fernández (Copons), Francesc Garrido (Saldaña), Ariadna Gil (María de Castro), Enrico Lo Verso (Malatesta), Cristina Marcos (Joyera), Eduardo Noriega (Duque de Guadalmedina), Blanca Portillo (Bocanegra), Unax Ugalde (Íñigo Balboa)
España/2006/Aventuras/Dvd/Las que nunca se estrenaron

martes, mayo 20, 2008

IRON MAN


Es difícil encontrar una buena adaptación de comic al cine. A veces las fallas se encuentran en el reparto, en los actores “de carne y hueso” que deben interpretar al personaje legendario o al villano. Iron Man encontró el “cast” adecuado. El personaje interpretado por Robert Downey Jr. tiene las dosis necesarias para darle la credibilidad a su personaje: cínico, pragmático, es “más real” que la encarnación asexuada e ingenua de Spider man, por citar un ejemplo reciente.

La película tiene partes bien marcadas: la primera, cuando Tony Stark es apresado por un grupo terrorista afgano y crea en cautiverio el modelo de Iron Man ayudado por otro científico, luego la fuga y el posterior regreso con la idea de emplear el gran robot humano a fines pacíficos, hasta el duelo final con Obadiah Stane (excelente Jeff Bridges). En ninguna parte pierde interés el filme y más bien tiene sus toques de humor como la humanización del robot asistente, sin tomarse el personaje central muy en serio el papel de héroe, evitando así la solemnidad aburrida de otros comics.

Iron Man promete continuación obligada. Ojalá esté al mismo nivel o lo supere.
Eduardo Jiménez J.
lagartocine@yahoo.es


IRON MAN
Dir: Jon Favreau
Guión: Mark Fergus, Hawk Ostby, Art Marcum y Matt Holloway; basado en los personajes creados por Stan Lee, Larry Lieber, Don Heck y Jack Kirby
c/ Robert Downey Jr. (Tony Stark/Iron Man), Terrence Howard (James Rhodes), Jeff Bridges (Obadiah Stane), Shaun Toub (Yinsen), Gwyneth Paltrow (Virginia "Pepper" Potts)
EEUU/2008/Acción, CF***/Estrenos

martes, mayo 13, 2008

POSDATA: TE AMO


Posdata te amo trata una variante del tema del amor: el amor después de la muerte. Enfoca un tema poco tratado en el cine: el desprendimiento que realiza la persona que fallece, dando “instrucciones por correo” a su pareja para que rehaga su vida, incluso con un tercero. Es peculiar, porque el amor en Occidente ha tendido a ser visto como algo exclusivo y exclusivista, donde se debe llorar al ser amado que se fue (incluso si se trata de una ruptura entre vivos), y más raro aún, buscarle un sustituto como plantea el filme, dado que pertenecemos a una cultura muy individualista.

Dividida de acuerdo a las estaciones del año, su estructura cíclica comienza y termina con el invierno, la estación de los muertos, pero también del renacer de los vivos, del volver del valle de las sombras, renovándose. Precisamente una de las mejores escenas es la del funeral. Contraria a la tradición lúgubre, el funeral, a pedido de Gerry, es gozoso, festivo, recordándolo como fue en vida. El mejor homenaje que se puede hacer a la memoria de un difunto.

Quizás el filme adolece de un exceso de metraje (los flash backs que dan cuenta del romance de la pareja en el pasado son demasiado extensos), pero Postdata: te amo se sale de los cánones tradicionales de este tipo de películas, que por lo común caen en el exceso de almíbar, y sobretodo podemos apreciar en papel secundario a Kathy Bates como la suegra recelosa del yerno difunto y la mamá protectora de la joven viuda. Apreciar su performance, como siempre, es un placer aparte.
Eduardo Jiménez J.
lagartocine@yahoo.es


POSDATA: TE AMO [P.S. I love you]
Dir: Richard LaGravenese
Guión: Richard LaGravenese y Steven Rogers; basado en la novela de Cecelia Ahern
c/ Hilary Swank (Holly Kennedy), Gerard Butler (Gerry Kennedy), Kathy Bates (Elizabeth)
EEUU/2007/Comedia romántica***/Estrenos

viernes, mayo 09, 2008

LOS SOÑADORES


El Mayo francés visto a través del filtro del tiempo.

Una de las últimas películas de Bertolucci, Los soñadores, es un canto de elegía de una época tan convulsa y renovadora como la de los años sesenta, vista con la mirada reposada que solo concede el tiempo (según el realizador quiso hacer una película que reflejara la triple revolución que se produjo: la cinematográfica, la sexual y la política del mayo Francés). Visión crítica y a veces desencantada de una época en que los jóvenes pequeño burgueses jugaban a la revolución bien protegidos por papá. Los íconos de aquel tiempo están impregnados en el filme: los posters de Mao, las lecturas marxistas, la muerte de Dios, el asalto y “transformación” de la sociedad. Son los años en que Sartre le ganó a Camus, y la intelectualidad francesa giró casi toda a las distintas formas de marxismo y sus combinaciones a veces media rocambolescas con el estructuralismo y el sicoanálisis. En eso, Francia siempre ha sido el centro del pensamiento.

Pero, Los soñadores también es un recuerdo de los años celebratorios de la cinefilia, de la gloriosa Cinemateca francesa, donde el propio Bertolucci se formó como cineasta, de la nueva ola, de las películas clásicas y modernas que aquellos jóvenes devoraron con fruición. Los “guiños” y citas cinematográficas son constantes y cálidas, son los recuerdos más apreciados, más queridos y mejor guardados en la memoria, y los que mejor expresa el filme, vistos con la distancia que permite solo el tiempo, y donde la edad de los protagonistas es la que tenía el realizador en aquellos años.
El departamento donde se desarrolla gran parte de la historia representa el útero materno, la protección y la seguridad frente a la hostilidad del mundo, donde los dos hermanos, junto a su amigo, pueden jugar tranquilamente a la revolución y a hacer el amor. Como sucede en otros filmes de Bertolucci, la relación cuasi incestuosa de los personajes es una constante que explica sus actos, y como deudor tributario del maestro Visconti, los cuerpos desnudos y revueltos son un regocijo sensorial, un canto a la desnudez inocente y pura. Apreciar esos cuerpos desnudos es retrotraernos a nuestra más remota infancia.

Los soñadores al final despertarán de su sueño, cuando la brusca realidad, representada en la guardia de asalto, desbarate su utopía y su revolución de letras y consignas de un mundo mejor y marque el comienzo del fin de una época que ya no volverá.

Si bien Los soñadores se estrenó hace un par de años en nuestro país, casi pasó desapercibida la exhibición al darse en una solitaria sala del CC de la Católica a la que es imposible a veces acceder por razones de horario o de distancia en una ciudad con más de siete millones de habitantes, por lo que ahora está disponible en dvd para quienes aprecien la trayectoria de un realizador que conoció mejores momentos (El conformista, El último tango en París, Novecento y La luna son la cúspide de su obra), pero que a pesar de eso se deja ver y es superior a cualquier blockbuster tradicional que llega a nuestras costas. Vale la pena, aprovechando que estamos en el mes de la celebración de los cuarenta años de Mayo 68.
Eduardo Jiménez J.
lagartocine@yahoo.es


LOS SOÑADORES [The dreamers]
Dir: Bernardo Bertolucci
Guión: Gilbert Adair; basado en su novela "The holy innocents"
c/ Michael Pitt (Matthew), Eva Green (Isabelle), Louis Garrel (Theo)
UK-Fra-Ita/2003/Drama***/Dvd/Películas del ayer

martes, mayo 06, 2008

PROMESAS DEL ESTE


Cronemberg se inicio haciendo películas de horror de serie B, horror visceral para ser más preciso, aquel que no deja quieto en su asiento al espectador por las imágenes mostradas: Rabid, Scanners, Videodrome, The Fly, determinando esta última la culminación de la primera etapa de su obra. Posterior a esta etapa pertenecen: M. Butterfly, Crash y A History of Violence, donde prefiere hurgar en la personalidad de sus personajes, no sin dejar de perturbar por lo que el espectador va descubriendo, con un “horror más encubierto”, menos explícito que en sus filmes de la etapa de juventud. Siempre existe una doble identidad, una externa, “de apariencia”, y otra real, subterránea, que es “la monstruosa”. A esta segunda etapa pertenece también Eastern promises (llamada impropiamente entre nosotros como Promesas peligrosas).

Las películas que retratan el interior de “las familias” del crimen organizado han tenido hitos memorables en los últimos años: la saga del padrino en los años setenta o Buenos Muchachos a inicios de los 90. David Cronemberg ha roto esta valla con una historia cruda y violenta, de menos de dos horas, que no baja la tensión ni un momento, sustentada en muy buenas actuaciones, comenzando por la de Viggo Mortensen (que merecidamente le valió la nominación al Óscar) y una historia sólida (que por el “making off” del dvd nos enteramos que el guionista se “empapó” por dentro de cómo funciona la mafia rusa).

El filme parte de un hecho aparentemente anecdótico pero que servirá para desarrollar la trama: una adolescente embarazada es asistida de urgencia en víspera de dar a luz, naciendo la niña pero falleciendo la madre. Como no se sabe nada de la muchacha, esta deja solo un diario que está escrito en ruso. Ese hecho simple irá “jalando” la historia, volviéndola más compleja conforme se desarrolla la trama, apareciendo personajes diversos, hasta el giro de tuerca de la verdadera identidad del personaje de Viggo Mortensen y la resolución final que deja las conclusiones al propio espectador.
La forma jerarquizada de la mafia rusa, eminentemente machista, donde la mujer tiene un papel secundario de satisfacer al hombre y engendrar hijos, con un padre que es cabeza de familia y dueño absoluto de la vida de sus “vasallos” a la usanza de los antiguos señores feudales de la aristocracia rusa (Nikolai dice en un parlamento “el esclavo sólo tiene hijos esclavos”), vamos penetrando en esta subcultura que tiene sus propios códigos de conducta y considerada como una de las mafias más herméticas que existen.

Precisamente, Promesas del este tiene puntos en común con Una historia violenta, conformando en la práctica un díptico: el tema de la mafia, la identidad secreta del protagonista, la violencia subterránea de los personajes (la escena de la lucha desnudo de Viggo Mortensen en los baños turcos contra dos asesinos es de antología), “la concesión” en la historia al gran público sin traicionar su temática, con tramas menos crípticas que sus anteriores filmes, que requerían un esfuerzo mayor del espectador.

Con un estilo seco y conciso (marca de Cronemberg), con los cortes precisos, nos va haciendo penetrar en esta historia alucinante y real a la vez (la red de prostitución internacional y las drogas), cuál entomólogo vamos presenciando el horror sin saturación, sin excesos, solo lo justo para que el espectador “sienta” lo que quiere trasmitir la historia. Juego de identidades, David Cronemberg ha decantado un estilo que lo ha hecho suyo luego de muchos años de ejercicio tras las cámaras y si en Una historia violenta había llegado a una madurez difícil de superar, con Promesas del este ha roto su propia marca.
Eduardo Jiménez J.
lagartocine@yahoo.es


PROMESAS DEL ESTE [Eastern promises]
Dir: David Cronenberg
Guión: Steve Knight
c/ Viggo Mortensen (Nikolai Luzhin), Naomi Watts (Anna Khitrova), Vincent Cassel (Kirill), Armin Mueller-Stahl (Semyon), Sinéad Cusack (Helen), Jerzy Skolimowski (Stepan)
UK,Can,EEUU/2007/Thriller****/Estrenos

jueves, mayo 01, 2008

LAWRENCE DE ARABIA


Uno de los errores más frecuentes de las biopic con aliento épico es caer en la grandiosidad, en lo solemne, lo que vuelve al filme en pretencioso, acartonado y muchas veces fatuo y vacío, convirtiendo al personaje de carne y hueso en un santo que levita en el cielo. Ese error lo soslaya Lawrence de Arabia al acercarse al personaje con calidez, simpatía y tratarlo como un ser humano y no como un Dios; sobretodo a un personaje que rozó la leyenda y que estuvo presente y fue actor principal cuando nace Arabia como país durante la I Guerra Mundial, así que el marco histórico no podía ser mejor. Las escenas de acción se combinan con las de intimidad del personaje, un ser contradictorio y que sufría fuertes depresiones, aparte de su evidente y voceada homosexualidad y narcisismo, que acá se sugiere implícitamente en vista que la censura de la época no dejaba pasar otra cosa. Otro detalle importante es el paisaje, el desierto es otro personaje más, está allí presente, silencioso, inclemente y desafiante, dispuesto a devorarse a los más débiles. Igualmente la música es parte de la película, no solo es incidental, sino que sin la banda sonora la película sería otra. La obertura de cerca de cuatro minutos con que empieza el filme es maravillosa, “hace sentir” la magia del desierto. Esas largas películas (dura cerca de cuatro horas), con all stars incluido (están todas las grandes estrellas del momento), es algo infrecuente en nuestros tiempos, más de multicines, salas pequeñas y películas sin intermedio. Con todo, Lawrence de Arabia, con sus 45 años a cuestas, mantiene su frescura y se deja ver como el día de su estreno.
Eduardo Jiménez J.
lagartocine@yahoo.es


LAWRENCE DE ARABIA [Lawrence of Arabia]
Dir.: David Lean
Guión: Robert Bolt, Michael Wilson
c/ Peter O'Toole (T.E. Lawrence), Alec Guinness (Prince Feisal), Anthony Quinn (Auda abu Tayi), Jack Hawkins (General Lord Edmund Allenby), Omar Sharif (Sherif Ali), Anthony Quayle (Coronel Brighton), Claude Rains (Mr. Dryden), Arthur Kennedy (Jackson Bentley), Donald Wolfit (General Sir Archibald Murray)
UK/1962/Drama histórico, biopic***/Dvd/Películas del ayer