martes, junio 11, 2019

ALL THAT JAZZ DE BOB FOSSE


Por: Eduardo Jiménez J.

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       @ejj2107


Fosse se hizo conocido en el cine con el filme Cabaret (1972), superpremiado y que posibilitó la independencia en su siguiente largo, Lenny, sobre la vida del controvertido y, para la época (años 50), obsceno stand up comedian; pero gana en complejidad y sutilezas con All that jazz (estrenada como El show debe seguir en habla hispana), llevándose la Palma de Oro en el Festival de Cannes de 1980.

Biografía nada encubierta del propio Fosse a través del coreógrafo Joe Gideon interpretado por Roy Scheider, quien inicia todas las mañanas una agitada “puesta en escena personal” con la ducha diaria, el cigarrillo, los estimulantes y los antiácidos.

Fue el prematuro anuncio de la muerte del propio Fosse en 1987, a los 60 años.

All that jazz quiso ser un testamento de lo que significaba para él la vida del espectáculo: narcisista, con buenos y malos momentos, vital, sensorial. Un hedonista que antepone el placer de los sentidos a la razón. Una reflexión de todo ello, una suerte de balance de una vida que se cierra. Algunos lo emparentan con 8 ½ de Fellini, aunque sea solo en la introspección del creador, porque los estilos son muy distintos.

Es interesante también como combina diversos planos: oníricos y reales, presentes y pasados, e interviene la propia Muerte en forma de ángel (precisamente se llama Angélique) interpretado por Jessica Lange, quien se llevara a Gideon en la última escena.

Porque para Joe Gideon/Bob Fosse la vida era una fiesta. Ahora, a cuarenta años sigue tan vital como el día de su estreno.