miércoles, febrero 12, 2020

BOY ERASED: LA HOMOSEXUALIDAD COMO ENFERMEDAD


Por: Eduardo Jiménez J.
ejimenez2107@gmail.com
@ejj2107

Un muchacho cuyo padre es pastor evangélico y su madre la típica ama de casa norteamericana, descubre su atracción hacia los hombres, lo que suscita en su padre buscar una “cura” para lo que él considera una enfermedad. De allí es recluido en un centro de terapia emocional con otros chicos con tendencias similares, lo que no hará sino reafirmar su opción sexual.

Quizás si estuviésemos en los años 50 o 60 del siglo pasado (la homosexualidad fue dejada de considerar una enfermedad recién en los años 70) se podría colegir un centro de terapia represor de conductas, donde la Biblia y el apoyo grupal posibilitan una cura de las “desviaciones contra natura”; pero la película se ambienta en el presente, lo que hace cuestionable los métodos empleados.

Por cierto, el ambiente opresivo del “centro de cura” mucho le debe a “Atrapados sin salida” de Milos Forman (Alguien voló sobre el nido del cuco): el centro de terapia como cárcel, la condición sumisa y humillante de los internos y la represión de los terapistas y personal de apoyo a fin de mantener “la verdad oficial”, hasta el suicidio de uno de los internos –como sucede en el filme de Forman- y que sirve de detonante para el desenlace.

La “recomendación” que le hacen los compañeros más avezados a Jared, el personaje central, es fingir hacia fuera estar convencido que es pecado el siquiera pensar tener relaciones con alguien del mismo sexo, a fin de ser “liberado” del centro lo más rápido posible, y soterradamente seguir teniendo relaciones sexuales con otros hombres; lo que nos hace recordar los actos “políticamente correctos” en el asilo del filme de Forman y por extensión en los ambientes represivos y dictatoriales. El comportamiento cómplice de estar de acuerdo con el statu quo a fin de poder vivir su auténtica vida en la oscuridad.

Hasta donde conocemos por los créditos del filme, se trataría de una “historia de la vida real”.
El centro de terapia existió, se llamaba Love in action (Amor en acción) y al parecer sus “terapias de conversión” no fueron cien por ciento seguras. Muchos de los aparentes curados tomaron luego parejas de su mismo sexo en ambientes menos represivos e incluso uno de ellos, años después, fundó una congregación religiosa llamada Grace Rivers, que incluía a la comunidad gay en su seno como grupo no excluido.

El personaje principal se convertiría en periodista y en sucesivos artículos contó su calvario en ese centro y lo que padeció cuando quiso ocultar su verdadera identidad. Después los trasformó en un libro autobiográfico (Boy Erased: A Memoir of Indentity, Faith and Family) que sirvió de base al filme.

Boy erased (literalmente “Chico borrado”, aludiendo a la pretensión de anular su auténtica personalidad) nunca fue estrenada en nuestro medio, pese a contar con actores de la talla de Nicole Kidman o Russell Crowe; pero está disponible en dvd.