Se ha iniciado desde el 28 de Mayo y hasta el 9 de Junio el Festival
Iberoamericano de Cine Digital. Una oportunidad única de apreciar largos
y cortos en el formato que ha revolucionado la técnica de hacer cine y
que será el exclusivo en pocos años, desplazando inevitablemente al
celuloide.
El festival se desarrolla en simultáneo en distintas salas, la información la encuentran en:
www.fiacid.com ■ www.facebook.com/fiacid ■ info@fiacid.com
viernes, mayo 31, 2013
miércoles, mayo 29, 2013
STAR TREK: EN LA OSCURIDAD
Star Trek (Viaje a las estrellas en
español) es una franquicia que pasó de la tv al cine, y cuenta con casi
cincuenta años de vigencia. Curiosamente la saga inicial narraba un ambiente
optimista en la tierra tres siglos en el futuro: ya no existían enfermedades,
ni guerras, ni pobreza, y el hombre se lanzaba a la conquista del espacio
exterior. Pero, como nada es perfecto en el universo, los humanos y sus aliados
cuentan con la resistencia de los klingon, suerte de vikingos espaciales que no
creen en las alianzas democráticas sino en el sometimiento de otros pueblos.
Star Trek cuenta con una legión de
fans de todas las edades, principalmente en Estados Unidos, lo que ha permitido
su vigencia, legión de seguidores alimentada por el merchandising. Es cierto
que en los últimos años la franquicia se encontraba un poco debilitada, de allí
que se encomendó esta nueva trilogía a J J Abrams, heredero de la tradición de
gran espectáculo del viejo Hollywood, en la línea de Steven Spielberg y James
Cameron.
Abrams sabe mantener en vilo al
espectador en las poco más de dos horas de proyección con una historia
interesante y bien contada (cualidad que muchos realizadores post modernos no manejan con la debida
suficiencia). En la precuela (el
capitán Kirk, el señor Spock y todos los demás integrantes de la primera saga
del U.S.S. Enterprise), vemos a los legendarios personajes en toda su
impetuosidad que otorga la juventud y su progresiva madurez frente a los retos
que se les presentan. Entretenida aventura (aunque nos quedamos con la entrega
anterior). Vamos a ver cómo encara J J el siguiente capítulo.
Eduardo
Jiménez J.
ejjlaw@yahoo.es
STAR
TREK: EN LA OSCURIDAD
[Star Trek Into Darkness]
Dir.: J.J. Abrams
Guión: Roberto Orci y otros, basado en
los caracteres creados por Gene Roddenberry
c/ Chris Pine (Kirk), Zachary Quinto (Spock), Zoe Saldana (Uhura), Karl Urban (Bones),
Simon Pegg (Scotty), John Cho (Sulu), Benedict Cumberbatch (Khan), Anton
Yelchin (Chekov)
EEUU/2013/CF, Aventuras***/Estrenos
miércoles, mayo 22, 2013
MÁTALOS SUAVEMENTE
Andrew Dominik se hizo conocido mundialmente
por El
asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford, suerte de
anti-western con privilegio de los tiempos muertos (especialidad de Dominik),
teniendo en el protagónico a Brad Pitt. Esta vez regresa con un policial,
teniendo al propio Pitt de nuevo (quien funge también de productor de la cinta),
cuya trama gira en torno al robo por dos aficionados de una garita de juego
controlada por la Mafia ,
hecho que causa la intervención de Jackie (BP) a fin que elimine a los asaltantes
y se imponga un castigo ejemplar que evite robos semejantes en el futuro.
Dominik practica, como en El asesinato de Jesse James …, una suerte de anti-policial con privilegio de los
tiempos muertos que esta vez son llenados por diálogos insustanciales, muy al
estilo de Tarantino, o anticlímax como el final, donde Jackie debe lidiar por
el pago de sus honorarios con el “manager” de la mafia local, los que han sido
rebajados arbitrariamente. Un poco de absurdo que no “encaja” en un policial.
Todo teniendo como telón de fondo la primera campaña presidencial de Obama, la
que escuchamos en los distintos televisores que, como una suerte de telón de
fondo, son parte de los distintos escenarios del filme.
El mensaje de la película es claro: trata de ser
una metáfora de la crisis de credibilidad del sistema norteamericano, minado de
por si por la burbuja financiera desatada por los bancos, y que se refuerza con
el discurso final de Dominik puesto en boca de Jackie, buen discurso para tratarse
de un simple asesino a sueldo, concluyendo tras su larga perorata que
Norteamérica no es un país sino un lugar para hacer negocios.
Lo deficitario es que el mensaje ni la trama
convencen mucho, como que quedan a medio hacer, a mitad de camino.
Eduardo
Jiménez J.
ejjlaw@yahoo.es
MÁTALOS SUAVEMENTE [Killing Them Softly]
Dir: y guión Andrew Dominik, basado en la
novela de George V. Higgins, "Cogan's Trade"
c/ Brad Pitt (Jackie), James Gandolfini (Mickey), Richard Jenkins (Driver), Ray Liotta (Markie Trattman)
EEUU/2012/Thriller***/Estrenos
lunes, mayo 13, 2013
ASU MARE O EL INTENTO DE HACER CINE COMERCIAL EN EL PERÚ
El éxito obtenido por el
filme peruano Asu mare ha permitido retomar la vieja polémica entre
liberales y proteccionistas sobre la mejor forma de ayudar a que se consolide y
despegue el cine peruano.
Los primeros sostienen que
debe ser el mercado el que -a través de su “mano invisible”- determine que
películas se deben hacer y ver, y cuáles no, sin necesidad de la intervención
estatal vía premios o subsidios a proyectos de filmes nacionales, exhibiendo
como el ejemplo por antonomasia el filme Asu
mare, con más de dos millones de espectadores en las primeras semanas de su
proyección, habiendo destronado nada menos que a temidos blockbusters como La era del hielo.
Los segundos, en cambio,
creen que el estado de todas maneras debe intervenir dado que existen filmes
cuya temática o estilo no se condice con un público mayoritario, por lo que de
no existir apoyo estatal difícilmente se podrían realizar. Sustentan
fácticamente su posición en los diversos premios obtenidos en el extranjero por
películas peruanas cuya convocatoria de público no necesariamente es amplia.
De cierta manera, esta
vieja polémica se puede reducir a que los librecambistas afirman que para hacer
películas rating manda, mientras los
segundos sostienen incentivos estatales primero.
No es necesario ser demasiado zahorí para saber cómo quedó la televisión
nacional de señal abierta que abrazó ardorosamente el dictum rating manda. Algo similar pasaría con
el cine. Tendríamos un espectro de comedias chabacanas, calatas por doquier o
dramones insufribles. Pero los proteccionistas que llevan al extremo su
posición igualmente se confunden con el mercantilismo llano y puro, con una
suerte de lobismo cultural donde un
pequeño y cerrado grupo de elegidos determinaría vía premios, cuotas de
pantalla, subsidios estatales y otras sinecuras adicionales sufragadas con
dinero de todos nosotros qué películas merecen apoyo del gobierno y qué
películas no, teniendo a “papá Estado” como el garante que evite la competencia
de fuera. Esta posición llevada a la radicalidad también nos traería perjuicio.
En principio que el éxito
de Asu mare es atípico, por lo
que no se presta a ser un ejemplo emblemático de la producción del cine
nacional. Su éxito se debe a causas extraordinarias como el carisma del
actor principal, el ser este ampliamente conocido y el costumbrismo limeño
reflejado en el écran. Es más, hasta donde sabemos, los productores hicieron un
trabajo previo de marketing a fin de asegurar la concurrencia a las salas. Es
muy difícil que ese mismo éxito se repita en otras cintas peruanas por más que
intenten ser comerciales, como ya ha sucedido en el pasado. (O lo que es
peor: copien el estilo y la temática de Asu mare).
Incluso su temática explica
gran parte del éxito obtenido, al tocar el delicado tema de la mujer sola que
debe sacar adelante un hogar, hecho muy evidente de nuestra realidad y que,
estoy seguro, ha tocado las fibras íntimas de más de un espectador. Si bien la
madre soltera es más evidente en los sectores populares, se repite también en
las otras capas sociales. El tomar a broma hechos que son de naturaleza
dramática como que produce una catarsis colectiva. Luego de visionar la
película el espectador se siente más aliviado de una carga emotiva que lleva
muy adentro. Y si la madre del protagonista es el objeto de sus bromas, es
también un homenaje indirecto a quien lo ayudó a formarse como hombre, quizás
con mano de hierro como lo cuenta, pero necesaria al fin y al cabo.
Con el fenómeno de Asu
mare bien se aplica el adagio una golondrina no hace el verano. No
obstante, su producción puede servir de inspiración para otras películas
nacionales que intenten apostar por el cine comercial. Un estudio previo de
marketing, un buen guión, el contar con estrellas conocidas en el medio o no
descuidar la labor técnica-profesional son elementos indispensables. Lo ideal
sería que se replique su éxito a fin de consolidar una industria nacional del
cine con mayor producción de filmes que los seis u ocho al año que se ruedan
usualmente y que -como señalamos en otro artículo- permitiría continuidad y
ejercicio en el oficio, así como fuentes de trabajo estables, con personas que
se podrían dedicar íntegramente al cine.
Pero, para que exista un
mercado del cine peruano requiere de la presencia del estado. Nos guste o no,
la mano del mercado por si sola no va a consolidar un cine nacional; hacen
falta políticas culturales claras y precisas, voluntad política e incentivos
llevados con prudencia y efectividad, por lo menos en los inicios, así como
apoyar “el otro cine”, el que no congrega grandes multitudes pero que es parte
de nuestra realidad.
Eduardo Jiménez J.
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