lunes, diciembre 31, 2007

BALANCE FÍLMICO DEL AÑO

El circuito comercial se ha caracterizado el presente año por la preeminencia de los “blockbusters” norteamericanos (películas diseñadas, producidas y exhibidas para obtener la máxima rentabilidad al momento de su estreno, programado generalmente a nivel mundial, y cuya exhibición se encuentra precedida de una impresionante publicidad y colateralmente de un merchandising de productos accesorios). El fenómeno no es casual. Obedece a una política concertada de distribuidoras y exhibidoras de multicines de concederle la máxima cobertura de pantalla a los estrenos considerados “taquillazos comerciales”, sin importar la calidad del producto y obedeciendo más bien a la maximización de la rentabilidad. En correlato, el perjuicio es para los filmes independientes o de otras nacionalidades, o para aquellos no considerados “comerciales”, los que quedan excluídos del circuito. Esta política no es igual en todos los países de AL, tiene grados o matices. Si se compara las carteleras en otras partes del continente, veremos que la variedad es mucho mayor a la ofrecida por estas tierras.

Paradójicamente, esa variedad negada por la exhibición local ha sido facilitada por la tecnología, encontrándose en los dvd ofrecidos al consumidor, de origen ilegal en su gran mayoría es cierto (los dvd’s “piratas”), pero con alternativas de contenido que el circuito comercial no lo ofrece, produciéndose el eterno debate entre lo oficial (lo poco visto en los cines) y lo informal (la variedad de alternativas visuales “no legales” disponibles para el cinéfilo). Son dos caras de la misma moneda. (Por ser un hecho distinto al analizado, no tocamos el tema de la competencia desleal de los “piratas” en los estrenos, su principal filón de ingresos). El debate no es solo por la pérdida de impuestos o de ganancias a las trasnacionales, sino de los derechos inherentes en el espectador de alimentar su espíritu ampliando su cultura cinematográfica. Si el escenario oficial no lo ofrece, tiene derecho a buscar alternativas a un precio justo en otros lugares para su exclusivo beneficio espiritual.

Constitucionalmente el tema es interesante, se trata de dos valores contrapuestos: el derecho de propiedad y el derecho al lucro de las empresas (bastante legítimo) versus el derecho a la cultura de la persona y el derecho a encontrar mejores expresiones artísticas para su beneficio espiritual (igualmente legítimo). El debate, por tanto, no es únicamente economicista como se pretende, sino también de derechos consustanciales al ser humano y garantizados por la propia Constitución Política.

Practicando un símil, es como si todos los restaurantes ofrecieran únicamente “comida chatarra”, sin mayores alternativas de variedad, con el único propósito de lucrar con el consumidor sin importarles su salud y por añadidura sosteniendo que sería ilegal si buscan mejores alternativas nutritivas más allá del “fast food”. ¿No tendrá derecho el consumidor a buscar otras opciones alimenticias más saludables a aquella que solo le producirá con el tiempo un bloqueo de las arterias y una repentina muerte por paro cardíaco? Algo parecido ocurre con la exhibición comercial. El espectador se encuentra en todo su derecho a una búsqueda de otras alternativas fílmicas a las ofrecidas por la cartelera. Con esto no se quiere fomentar la piratería (cuya solución es más institucional y económica que represiva), pero sí el estado ponga el asunto en agenda con medidas inteligentes y creativas, en vista que una de sus obligaciones es cumplir y hacer cumplir los derechos de la persona.

Para terminar, realizaremos nuestra lista usual de los mejores estrenos, de acuerdo a la fecha de exhibición local (los resaltados en negrita son considerados como los tres mejores):

1) Escondido (Caché)
2) La conquista del honor (Flags of our fathers)
3) Hijos de los hombres
4) El laberinto del fauno
5) Cartas desde Iwo Jima (Letters from Iwo Jima)
6) Transamérica
7) Pequeña Miss Sunshine (Little from Miss Sunshine)
8) Sophie Scholl
9) El suicida (Wilbur begår selvmord)
10) La vida de los otros (Das Leben der anderen)
11) El espíritu de la pasión (Bin-jip)
12) La ciencia del sueño (La science des rêves)

En cuanto a las producciones nacionales, el año fue pobre en exhibiciones. Augusto Tamayo consolida una vocación muy personal, esta vez inspirado en una historia familiar, aunque inferior a su anterior película; mientras Augusto Cabada realizó su debut en el largo con un interesante thriller, pese a lo accidentado de su estreno, a la calidad de las copias y a los problemas internos con la productora, que literalmente saboteó su propio filme.
Así, los únicos estrenos de interés en el presente año del cine nacional fueron:
1) Una sombra al frente
2) Muero por Muriel
Y eso es todo.
31.12.07

Eduardo Jiménez J.
lagartocine@yahoo.es

lunes, diciembre 24, 2007

ENCANTADA


Las parodias en el cine es un sub-género que ha contado con excelentes cultores. Uno de ellos fue Mel Brooks, quien también le cupo en los años 60 la responsabilidad de la popular serie de tv El super agente 86 (Get Smart). En la actualidad los hermanos Coen y los hermanos Farrelly son los más activos, estos últimos parodiando todo lo “políticamente correcto” en el sistema norteamericano.

La productora Walt Disney cansada que otros aprovechen su material infantil de cuentos de hadas, decidió autoparadiarse, dándole un giro de tuerca a los clásicos dibujos de Blancanieves y La cenicienta, con príncipe y todo. No es una parodia de humor negro o sarcástico como la versión original de Shrek, sino más “light”, dirigida a un público infantil, pero no carente de humor y gracia, sobretodo por la carismática Amy Adams como Giselle. Los gestos de desconsuelo, pena, alegría o desazón son aprovechados por primeros planos de la cámara y con un final más realista: no siempre uno encuentra la “media naranja” en la pareja que cree, muchas veces sucede lo más inesperado y no necesariamente es “el príncipe azul” (ya Shrek había tratado el tema). Los finales de los personajes secundarios le dan también otro toque: Nathaniel, harto de las manipulaciones de la reina, decide quedarse en el “mundo real”, donde se vuelve un escritor de best sellers contando sus vivencias (su libro se titula precisamente El dolor real), mientras que la ardillita, que regresa al mundo de fantasía también escribe el suyo (sintomáticamente titulado No siempre el silencio es oro). Igual sucede con el matrimonio del príncipe con Nancy en el mundo de fantasía, sonando el celular de esta en plena ceremonia o tomando ella la iniciativa para el beso nupcial. En paralelo, en el “mundo real”, Giselle decide poner su propia tienda de ropa. En ambos casos, más acorde con el tipo de mujer moderna. Buen final, sin caer en la exageración de lo edulcorado.
Mención aparte merece la brillante caracterización de Susan Sarandon como la bruja. Sin los secundarios no habría bastado el carisma de la joven Adams para sostener casi dos horas una historia.

Encantada, encanta y entretiene. La van a disfrutar tanto grandes y chicos.
Eduardo Jiménez J.
ejjlaw@yahoo.es


ENCANTADA [Enchanted]
Direcciónlidad de las copias editadasrtante es generar el lucro o ganancia para los involucrados en el negocio.: Kevin Lima
Guión: Bill Nelly
c/ Amy Adams (Giselle), Patrick Dempsey (Robert Phillip), James Marsden (príncipe Edward), Timothy Spall (Nathaniel), Idina Menzel (Nancy), Rachel Covey (Morgan Phillip), Susan Sarandon (Narissa)
EEUU/2007/ Comedia romántica, fantasía***/Estrenos

jueves, diciembre 20, 2007

CAMILLE


Esta versión silente de La dama de las camelias pretendió ser la obra cumbre del amor, para lo cual contaba con una estrella que ahora nadie recuerda, pero que fue famosa en su época, Alla Nazimova (1879-1945). De origen ruso, bailarina y actriz, de cultura cosmopolita, liberal y desprejuiciada en cuestiones de sexo, se interesó por el proyecto y personalmente lo financió, reservándose el papel protagónico (se nota claramente que la película está puesta al servicio de la actriz). Para Armand contaron con otra estrella que venía en ascenso luego del éxito de la versión muda de Los cuatro jinetes del Apocalipsis: Rodolfo Valentino (1895-1926). Concebida al compás de las estaciones: la primavera significa el amor apasionado, la entrega total de los amantes; el verano, cuando llega a su máximo apogeo el romance; el otoño, el comienzo del fin; y, el invierno, el fin definitivo, con la muerte de la protagonista. También es interesante el uso del flash-back, sea para recordar tiempos idos o idealizando la pasión a través de escenas de la novela de amor Manon Lescaut que Armand regala a Camille.

Si bien la Nazimova ya superada las cuatro décadas con creces al momento del estreno de Camille, su figura lánguida y melancólica le otorgó un toque especial, entre romántico y triste al personaje. Al parecer la versión causó profundo revuelo en el Hollywood todavía puritano de aquel entonces, aunque el escándalo vendría con la siguiente producción, Salomé (1923), que la propia Alla volvió a financiar y protagonizar e inspirada en la obra de teatro de Oscar Wilde. Fue un fracaso de taquilla. El público norteamericano no la entendió, acostumbrado a filmes de simple entretención, y la Nazimova debió regresar al teatro. Moriría al finalizar la segunda guerra mundial, envuelta en los escándalos de lesbianismo que siempre la acompañaron en vida.
Eduardo Jiménez J.
lagartocine@yahoo.es


CAMILLE
Dir.: Ray C. Smallwood
c/ Alla Nazimova (Camille), Rodolfo Valentino (Armand Duval)
EEUU/1921/Melodrama***/Películas del ayer

lunes, diciembre 17, 2007

LA BRÚJULA DORADA


No vamos a entrar esta vez en los detalles cinematográficos críticos, que tiene defectos la cinta, los tiene; más nos interesa el “mensaje” de la historia: la lucha por el libre albedrío, por la capacidad de decidir en libre voluntad. Como siempre, es la lucha del bien contra el mal, solo que esta vez los primeros se encuentran entre los pensadores críticos, los que buscan respuestas a las preguntas que se formulan en busca de una inasible verdad, ampliando las fronteras del conocimiento. La misma brújula es saber preguntar bien para tener la respuesta correcta. Los segundos, los “malos”, son los que buscan que no exista pensamiento crítico, sino una verdad única que sea dogma y credo (quizás por esa razón les cayó tan mal la película a los católicos conservadores). “El Magisterio” busca liberar a la persona de su “daimonion”, de su voz interior, de la voluntad de hacer con su existencia lo que mejor le plazca. Sería la sociedad feliz donde todos homogéneamente pensaríamos igual, creyéramos igual y seríamos asépticamente iguales, pero sin ser humanos, quizás máquinas o rebaños manipulables, pero nos arrancarían nuestra personalidad. Por cierto, el “daimonion” o demonio no se refiere a la tradición judeo-cristiana relacionado con el ser luciferino, que en esto se puede caer en confusiones, sino a la helénica. El “daimonion” cambia constantemente en el niño, debido a que su personalidad no está formada todavía. No es el único elemento de culturas antiguas que toma la película, están los animales que representan a nuestro yo más profundo. Muchas culturas antiguas asociaban a un animal nuestro yo. Igual sucede con las brujas, consideradas “buenas” en el filme (y anatematizadas por la iglesia), como seres con poderes extraordinarios, como la pequeña Lucy, y su madre Marisa (excepcionalmente intrepretada por Nicole Kidman). Lo que pasa es que el poder puede ser usado para uno u otro fin.

Como dijo Hugo Neyra en reciente artículo, más es una película para adultos o niños avispados que “capten” ese mensaje (aunque me parece habrá adultos que dudo puedan “captar” el mensaje). De todas maneras es bueno bucear bajo la epidermis del filme, que promete una continuación. Estaremos al tanto.

CODA: Para terminar, una opinión como cinéfilo –considerando que el presente es un blog de cine-. Sería recomendable que la continuación esté en manos de otro director. Chris Weitz no está a la altura de un proyecto tan ambicioso. Sucede como con las primeras entregas de Harry Potter, Chris Columbus hizo las más pesadas y literales versiones, hasta que apareció un Alfonso Cuarón. Ojalá que la continuación de la saga encuentre un realizador que explote mucho mejor lo que la historia, la calidad de los actores y recursos le ofrece.
Eduardo Jiménez J.
ejjlaw@yahoo.es


LA BRÚJULA DORADA [The golden compass]
Dir: Chris Weitz
Guión: Chris Weitz; basado en el libro "Luces del norte" de Philip Pullman.
c/ Nicole Kidman (Marisa Coulter), Dakota Blue Richards (Lyra Belacqua), Sam Elliott (Lee Scoresby), Eva Green (Serafina Pekkala), Daniel Craig (lord Asriel), Tom Courtenay (Farder Coram), Derek Jacobi (emisario magisterial)
EEUU/2007/Aventuras fantásticas***/Estrenos

viernes, diciembre 14, 2007

CASABLANCA


¿Qué es un clásico? Es una obra de arte que gusta por igual a generaciones de distintas épocas y de distintos lugares. En otras palabras, se mantiene vigente a pesar del tiempo o gracias a él. Un clásico no necesariamente es una obra perfecta. El Quijote no lo es. Casablanca tampoco. Menos es clásico lo que la crítica determine –que generalmente se equivoca al valorar una obra de arte, Vallejo dixit-; aunque si ayuda mucho que un grupo de personas o una institución comiencen a reivindicar a un autor, a una obra en especial o a una corriente. Pero, al final, es determinante el favor del público. Que la tenga dentro de su imaginario. La aceptación de este a pesar que no la lea o la vea (El Quijote de nuevo), pero sobretodo que pueda pasar la valla del tiempo, el supremo juez, que en definitiva, determina qué obra se mantiene en la memoria de los hombres y cuál se olvida como una sonrisa fugaz.


Este año se cumplen los 65 del estreno de Casablanca. Y como todo clásico, los involucrados en la realización jamás pensaron que se iba a consagrar como uno de los filmes más recordados en la historia del cine. Dicho sea de paso, cuando Cervantes escribió El Quijote jamás pensó, ni por asomo, que sería la obra que lo haría entrar al salón de la inmortalidad. La escribió para ganarse unas pesetas, que siempre andaba urgido de dinero. Casablanca fue producida como un filme patriótico y de propaganda anti-nazi. Estábamos en plena segunda guerra mundial y la Comisión que daba el visto bueno a las producciones de Hollywood (aunque usted no lo crea existía una –digamos- “comisión de censura” en pleno Estados Unidos) le gustó el trasfondo de libertad y resistencia contra el nazismo que contenía el guión, así que una vez aprobado el proyecto, la rodaron en poco más de dos meses.


Lo interesante de la producción no es solo la trama principal, sostenida en las interpretaciones de Ingrid Bergman y Humphrey Bogart (que al parecer no se llevaron muy bien durante el rodaje), sino las historias secundarias que nutren a la principal, así como las sólidas actuaciones tanto de protagónicos como los de reparto. Ese sabor a “autenticidad” que se siente en las actuaciones se debió a que los actores provenían de distintos países, como sucede con los personajes de la cosmopolita Casablanca. No solo eran norteamericanos. La Bergman era nórdica, los que fungen de oficiales y soldados alemanes, así como los policías y ciudadanos franceses, eran actores de dichas nacionalidades que huían del nazismo. El propio realizador, Michael Curtiz, provenía de Europa central. Visto desde el reparto, Casablanca fue un filme internacional.


La coherencia del guión merece mención aparte, debido a que fue escrito y reescrito innumerables veces, e incluso variado en pleno rodaje. Todo el mundo “le metió mano”. El propio director reescribió escenas enteras conforme iba filmando. En alguna versión el largo flash-back del romance de Ilsa y Rick en París fue suprimido, luego repuesto de nuevo. Muchas frases que han pasado a la historia se escribieron sobre la marcha, e incluso la célebre frase final con que termina la película "Louis, creo que este es el principio de una gran amistad" ("Louis, I think this is the beginning of a beautiful friendship") se le ocurrió a uno de los productores cuando el rodaje ya había terminado, por lo que llamaron de nuevo a Bogart para su interpretación. Broche de oro maestro. Felizmente no pudieron realizar otra escena, también escrita posteriormente, donde se terminaba no en el conocido final, sino con el desembarco de los aliados en África del Norte. De haber sucedido, solo sería recordado como un filme panfletario y no habría causado esa emoción que produce la bella frase de Bogart cerrando la escena al compás de la Marsellesa. Y, hablando de música, es célebre también el tema musical al piano “As Time Goes By”, melancólico y triste, como el amor ido entre los dos protagonistas.


Casablanca iría apreciándose con el transcurso del tiempo. Como los vinos, que se van decantando y sintiendo su sabor conforme se vuelven más añejos por la prescripción de los años. Terminada la segunda guerra, medio que quedó olvidada, era una más de las películas de aliento patriótico, sin embargo se iría abriendo camino y cobrando importancia la historia de amor más que la de guerra. El desprendimiento del gran amor de su vida que hace Bogart pasará a la historia como una muestra de desinterés, o mejor dicho, de un interés más alto que los egoístas de tener junto al ser amado. Se superponía así los valores supremos de lucha por la libertad que el personaje de Rick mantiene pese a una careta de cinismo con que oculta su dolor, al de sus intereses netamente personales. Ese “mensaje” caló en el público y creo que por eso hasta ahora gusta. El amor verdadero significa desprendimiento, entregar antes que recibir.


Ahora, 65 años después, Casablanca se mantiene tan fresca y lozana como el día de su estreno. Se ha convertido en un clásico y con honores.
Eduardo Jiménez J.
lagartocine@yahoo.es

martes, diciembre 11, 2007

ALIEN



Alien, no es propiamente una película de ciencia ficción, a pesar de contar con sus dos presupuestos básicos: estar ambientada en el futuro y en el espacio exterior. Sin embargo, ese futuro más se parece al presente, estamos ante una universalización del capitalismo. Se explotan los mundos exteriores por lucro (extracción de minerales), se discute por bonos o aumento de remuneraciones entre los miembros de la nave, es más, la bestia encontrada (“el alien”) es prioridad para la compañía por la ganancia que pueda generar que la vida de los propios tripulantes (idea que se desarrollaría más en la segunda parte); la acción ocurre en una nave carguera “sucia” y vieja que no se asemeja ni por asomo a las asépticamente limpias naves futuribles; la historia contada más que una de ciencia ficción parece de aquellas que ocurrían en medio de un mar misterioso donde desaparecen uno a uno los tripulantes (no es casual el nombre de la nave, Nostromo, como un homenaje al gran contador de historias en mares exóticos que fue Joseph Conrad). Como se ve, los elementos de Alien estaban implícitos en viejas películas y novelas de aventuras, el mérito de Ridley Scott fue ponerlos al día y contar eficientemente una historia (se nota en la acción tensa y que mantiene en vilo al espectador, casi sin tiempos muertos, la mano de Walter Hill, uno de los productores y conocido realizador de filmes de acción). Filme concebido como uno de presupuesto bajo o de “serie B” (costó apenas once millones de dólares), significó el salto posterior de Ridley Scott a la gran producción con Blade Runner (1982), quizás su mejor película (una historia de novela negra contada en un mundo futurista), y el hacerse conocida una actriz que ya bordeaba la treintena cuando se rodó la película, Sigourney Weaver, como la teniente Ripley, personaje que la “marcaría” para el resto de su carrera artística pese a los esfuerzos que hizo para “desalienizarse”, vano intento, debido a que tuvo que hacer tres partes más; no obstante, la primera sigue siendo la mejor de todas y quien sabe si con el tiempo pase a la categoría de un clásico del terror “futurible”.
Eduardo Jiménez J.
lagartocine@yahoo.es

ALIEN
Dir: Ridley Scott
Guión: Dan O'Bannon, según historia de Dan O'Bannon y Ronald Shusett
c/ Tom Skerritt (Dallas), Sigourney Weaver (Ripley), Veronica Cartwright (Lambert), Harry Dean Stanton (Brett), John Hurt (Kane), Ian Holm (Ash), Yaphet Kotto (Parker)
EEUU,UK/1979/Terror***/Tv/Películas del ayer

martes, diciembre 04, 2007

BEOWULF


Entretenida película basada en leyendas nórdicas de dioses, demonios y hombres. Pudo haber pasado como una más del montón, pero la diferencia está no solo en la solidez actoral de los protagónicos (cuyas expresiones fueron escaneadas para pasarlas a la computadora donde se compuso el filme), sino en la historia contada. Tiene acción, sexo, romance, lucha por el poder, traiciones y ambición, todo en dosis debidamente adecuadas; y, sin querer una metáfora amarga sobre la condición humana y el precio que pagamos por el poder: nuestros sueños o deseos más queridos pueden trasformarse en pesadillas que nos van a agobiar toda la vida, amarga reflexión implícita de Beowulf antes de luchar contra su hijo-dragón (la esterilidad que sufren quienes posean al demonio encarnado por Angelina Jolie, representa la esterilidad que produce el poder a quienes accedan a sus encantos, o para decirlo con otras palabras “vendieron su alma al diablo”). Muy bueno el final, que deja en suspenso si el sucesor de Beowulf caerá en la tentación de procrear otro monstruo con la Jolie, ante la seductora mirada de esta.

Con ligeras reminiscencias a Excalibur (John Boorman, 1981), Beowulf resultará del agrado de chicos y grandes que gusten del género fantástico; aunque probablemente más la va a entender y gustar un adulto que un niño. Es mejor verla en el original subtitulado.
Eduardo Jiménez J.
lagartocine@yahoo.es


BEOWULF
Dir: Robert Zemeckis
Guión: Neil Gaiman y Roger Avary
c/ Ray Winstone (Beowulf), Anthony Hopkins (rey Hrothgar), John Malkovich (Unferth), Robin Wright Penn (Wealthow), Brendan Gleeson (Wiglaf), Crispin Hellion Glover (Grendel), Alison Lohman (Ursula), Angelina Jolie (madre de Grendel)
EEUU/2007/Acción fantástica***/Estrenos


jueves, noviembre 29, 2007

MUERO POR MURIEL


Augusto Cabada proviene del oficio de escritor de guiones, principalmente para Francisco J. Lombardi, con quien ha trabajado en La boca del lobo, Sin compasión y Bajo la piel. También ha colaborado con Lucho Llosa en la adaptación de La fiesta del chivo.
No era raro entonces que su ópera prima fuese un thriller con fuertes guiños al cine negro norteamericano (la cinefilia del personaje de Félix es la del realizador) y con un guión sólidamente construído.

La trama tiene como eje a una “Femme Fatale” interpretada por Andrea Montenegro, marcando con el sino trágico a todos los hombres que se le acercan atraídos por su fuerte sensualidad, quienes irán desapareciendo de una u otra forma. El registro del filme devendrá lentamente hacia ese final inexorable sin posibilidad de escapatoria de los tres hombres que giran en torno a Muriel. De un tono cómico en la presentación (lograda la escena en que le vomita a Félix al pedirle opinión de su novela), iremos discurriendo al drama, para terminar en la tragedia, marcando las tintas de un tono risueño al comienzo, a otro oscuro al final. El trabajo como guionista de Cabada se nota claramente a lo largo de toda la película, de un guión que no se despega un ápice a fin de contar su historia, demostrando nervio y aprendiendo de los clásicos, del cual es tributario, que al final lo que importa es contar bien la historia que se quiere contar, obtener lo mejor que se pueda de cada actor (importancia del actor antes que de los efectos) y mantener en vilo al espectador con la historia contada hasta el final. En ese sentido, Cabada ha aprobado con creces su iniciación como realizador.

En el desempeño actoral sobresale Ricky Tosso como el policía corrupto, hundido en su propio fango y que busca reivindicarse. Sencillamente excelente, se “roba la película”. Le siguen Salvador del Solar como el “nerd” tímido que encuentra una mujer sensual que solo estaba en sus fantasías nocturnas. Le siguen Diego Bertie y Andrea Montenegro que está muy bien, aunque algunos malhablados dicen que solo se interpreta a si misma.
Lo único lamentable es la calidad de la película, al parecer al hacer la trasferencia del digital al celuloide los colores han salido opacos, “desteñidos”, lo que afecta a la cinta, que bien pudo ser en blanco y negro, a modo de homenaje a los queridos maestros de Cabada.
Eduardo Jiménez J.
ejjlaw@yahoo.es


MUERO POR MURIEL
Dir. y guión: Augusto Cabada
c/ Andrea Montenegro (Muriel), Diego Bertie (Bernie), Salvador del Solar (Félix), Ricky Tosso (El Oso Briones)
Perú/2007/Thriller***/Estrenos

lunes, noviembre 26, 2007

FAHRENHEIT 451


La clásica novela de Ray Bradbury sobre un futuro no muy lejano donde los bomberos se encargarán ya no de apagar incendios, sino de quemar libros. Vista cuarenta años después, la profecía se cumplió, aunque no es necesaria la quema de libros, sino aletargar a la persona con la televisión y ahora último el chat y el Internet, como banalización de la cultura. Un placer ver por partida doble a la recordada Julie Christie, la heroína del Doctor Zhivago.
Mención aparte merece la música de Bernard Herrmann, el mismo que compuso –entre otras- la partitura de Vértigo, de allí ese aire tan deliberadamente familiar que se percibe en la banda sonora, un tributo de François Truffaut a uno de sus directores favoritos, Alfred Hitchcock.
Eduardo Jiménez J.
ejjlaw@yahoo.es

FAHRENHEIT 451
Dir: François Truffaut
c/ Oskar Werner (Guy Montag), Julie Christie (Clarisse/Linda Montag), Cyril Cusack (The Captain), Anton Diffring (Fabian/Headmistress)
Guión: Jean-Louis Richard, basado en la novela homónima de Ray Bradbury
UK/1966/Drama futurista***/ Clásicos de ayer y hoy

miércoles, noviembre 21, 2007

CARRIE


Cuando Brian de Palma tomó en sus manos la realización de Carrie era un director con bastante oficio, había filmado un puñado de películas interesantes, varias pertenecientes a su etapa “underground”. Hermanas (Las siamesas diabólicas, 1973), thriller sicológico, lo hizo conocido en el medio; luego continuaría con El fantasma del paraíso (1974) combinación notable en tono de rock de Fausto y El fantasma de la ópera; después Obsesión (1976), título con reminiscencias hitchcocknianas. Precisamente en esta primera etapa su deuda con Alfred Hitchcock era más que notorio, vampirizando su estilo abiertamente, pero siendo a la vez un realizador creativo, con estilo propio que iría decantando con el tiempo, llegando a formar parte de aquella generación que renovó el cine norteamericano en los años 70, junto a Martin Scorsese, Francis Ford Coppola, George Lucas, Steven Spielberg, Peter Bogdanovich, entre otros.

Por otra parte, Sissy Spacek era una joven actriz que venía de realizar algunas películas sin mayor trascendencia, varias de ellas para la televisión. No muy conocida todavía, ya no era muy joven para el papel protagónico (a la fecha del estreno de Carrie frisaba los 27 años), pero su cara y porte menudo ayudaban para dar vida a la adolescente retraída y con complejos personales y poderes sobrenaturales de la novela de Stephen King.

Aunque en esta historia faltaría mencionar un papel secundario importantísimo, el de Piper Laurie como la mamá de Carrie, una mujer fanatizada con la religión y castradora del despertar sexual de su hija. Tanto la Spacek como la Laurie hicieron papeles memorables y que hasta ahora son recordados, pese a los más de treinta años trascurridos desde la fecha del estreno. Sin la fuerza que le impregnó Piper Laurie a su personaje difícilmente habría sobresalido el que encarnó Sissy Spacek. Ambas se complementaban y formaban un equilibrio que era el eje y centro del filme.

Carrie trajo la fama al joven realizador Brian de Palma, como a su actriz protagónica, se hicieron conocidos, de Palma pudo abandonar los presupuestos B de sus películas (Carrie está filmada con economía de recursos) para pasar a las grandes realizaciones como Vestida para matar (1980), Caracortada (1983), Doble de cuerpo (1984), Los intocables (1988), que expresan mejor su etapa de madurez. Años después le encargarían la adaptación de una conocidísima serie de tv de los 60: Misión imposible (1996), hasta ahora la mejor de todas las adaptaciones de la popular serie. Volvería al thriller (donde tiene el mejor pulso) con Ojos de serpiente (1998), luego tendría bajones como Misión en Marte (2000), para volver a una interesante Mujer fatal (2002), tener de nuevo otro bajón con La dalia negra (2006). En cambio Redacted (2007) -película en digital, con actores desconocidos y que trata de la guerra en Irak- le ha merecido el León de Plata en la última Mostra de Venecia. Veremos como le va con el regreso a uno de los filmes que le dieron reconocimiento y fama tanto en EEUU como en los países donde se exhibió, Los intocables, esta vez para tratar el nacimiento del gánster más famoso creado por la industria del cine: The untouchables: Capone rising, en pre-producción en estos momentos.

Aunque gracias a Carrie, De Palma hizo una carrera en la industria del cine norteamericano, no le fue tan bien como a sus coetáneos George Lucas o Steven Spielberg, tuvo problemas con las grandes compañías y a la larga debió emigrar a Europa, similar a lo que le sucedió algunos años después a su compañero de generación, Woody Allen.

El argumento de la película era sencillo: una adolescente descubre la menstruación en plenos ejercicios físicos, originando la burla de sus compañeras de clase. En paralelo descubrirá sus poderes de telekinesis que le causan tanto pánico como la sangre que sale de su vagina. La adolescente vive con una madre represora, que la considera “hija del pecado”, al haberla engendrado con su marido en una noche de placer, por lo que Carrie se desenvuelve en un ambiente muy inseguro para su sique, inseguridad que propiciará su cruel venganza final. Cuando parece alcanzar el sueño dorado de salir con el chico más codiciado de la escuela, se producirá la burla de sus compañeras mediante una broma bastante pesada, arrojándole un cubo con sangre de cerdo sobre la cabeza en plena fiesta de promoción, instantes después de ser coronada como la reina, matando a todos al producir con el poder de su mente un dantesco infierno (la sangre del cerdo alude a la sangre de su menstruación al inicio del filme).

Dentro de la normalidad (una escuela pública) se instalará lo anormal. Eso le debe a Hitchcock, el elemento perturbador en una realidad cotidiana. Igual la música, cuando Carrie aplica su poder, es la misma de Psicosis cuando Norman Bates acomete sus asesinatos. El voyeurismo también es tributario del maestro inglés. El uso de la cámara lenta para crear suspenso, la pantalla partida, serán también marca del realizador.

También sucede con la temática de trasgresión sexual. Hitchcock, victoriano por formación, “castigaba” a los personajes de sus filmes que violentaban los códigos de conducta sexual convencional. Carrie también “pagará” las consecuencias del despertar sexual y el decidir salir con un “boy-friend” (los hombres huelen la sangre de la menstruación como perros dice la madre). El incendio en el baile, producto de su venganza, es el fuego bíblico “limpiador” de las impurezas, hasta purificar a la propia Carrie, que se inmola junto a su madre. Por cierto, el tratamiento visual de la escena de la muerte de la mamá es realmente hermoso: crucificada por los cuchillos que le envía su hija con la mente y rodeada de velas, le da un aire místico, casi religioso, a lo que ayuda la agonía y el rictus final de la Laurie. El barroquismo visual será una marca constante del realizador en sus futuros filmes.

Hay otras huellas de su estilo, como el uso de la música para crear una atmósfera especial, el virtuosismo visual y el voyeurismo ya anotado, así como el deseo sexual reprimido (veáse al director de la escuela como “se muere” por la profesora de educación física al verla en pantalón corto, o los carnosos labios de las chicas que urden la venganza).

Algunos títulos más o menos llamativos con los que se estrenó en el mundo fueron Carrie en el baile del diablo (Francia), Carrie, la mirada de Satán (Italia), Carrie, la extraña (Brasil), Carrie, extraño presentimiento (México, Perú). Pero, el mejor es el original, sencillo y alusivo a la protagonista central: Carrie.

Carrie marcó época y es recordada a pesar de los años como uno de los mejores filmes de terror (la sorpresa final de la mano que sale de la tumba todavía emociona pese al tiempo trascurrido). Asimismo, aparece en un rol secundario un joven que luego daría mucho que hablar por sus dotes dancísticas: John Travolta y Fiebre de sábado por la noche. Fue la década de las nuevas estrellas de Hollywood, estrellas más comunes y silvestres, y más cercanas a nosotros que las del período clásico.
Eduardo Jiménez J.
lagartocine@yahoo.es

sábado, noviembre 17, 2007

INVASIÓN


Invasión de los ladrones de cuerpos (Invasion of the body snatchers, Don Siegel, 1956) fue una película que marcó época. El tema de la invasión de cuerpos por los extraterrestres tocaba lo más visceral e íntimo del norteamericano común. Era trasformarse en “el otro”, vaciando el contenido interno y dejando intacta la forma. Se mimetizaban, eran nuestros vecinos, padres o cónyuges, que del afecto natural que sentíamos por ellos pasaban a ser enemigos que se debía exterminar. Estaba relacionada con la atmósfera política que se vivía en plena guerra fría, donde el enemigo buscaba “invadir” nuestras mentes, cambiando nuestras creencias y estilo de vida. Ideológicamente implicaba “lavar el cerebro” del modo de vida americano y sustituirlo por otro totalmente distinto. Se vivía una paranoia masiva por la “amenaza comunista” y el filme captó con propiedad ese sentimiento. De allí el impacto que originó en su tiempo.

La trama era tan interesante que dio para una popular serie en los años 60 llamada precisamente Los invasores (The Invaders), que ahora es una serie de culto para muchos seguidores de la ciencia ficción, así como a un remake más o menos logrado a fines de los setenta de Philip Kaufman (Invasion of the Body Snatchers, 1978).

Ahora, cincuenta años después, la situación ha cambiado. El “peligro rojo” ha sido sustituido por la amenaza de los virus propalados, peligro más latente después del 11-S, donde el peligro lo representan ahora los grupos terroristas de corte fundamentalista. Las externalidades del miedo cambian, pero la base de este sigue allí. Esa tarea se la encomendaron a Oliver Hirschbiegel, conocido mundialmente por su filme sobre los últimos días de Hitler La caída, y que hace su debut en la industria norteamericana.

El tratamiento de Invasión se parece mucho al de 28 días después (28 days later, Danny Boyle, 2002). Un extraño virus se propaga entre la población hasta desolar las grandes ciudades. La huída de Nicole Kidman con cámara en mano siguiéndole los pasos, el montaje rápido y nervioso, acción persecutoria, la desconfianza en el otro, es tributaria del filme inglés. Pero, Hirschbiegel no realiza una simple copia, sino que le da un sesgo filosófico con una inquietante pregunta final: somos los humanos así, estamos permanentemente en guerra, matándonos, no sería mejor que un virus extraño nos hiciera a todos igual y solucionamos de esa manera tantos conflictos. El realizador de “La caída” aporta un sesgo pacifista (en una de las escenas vemos a Bush y Chávez abrazados, supuestamente ya “contagiados” por el virus); aunque el “final feliz” no es muy convincente, quizás un final sombrío era más adecuado con lo planteado en el filme.

Entretenida y original puesta al día de un clásico de la ciencia ficción; y, notable la actuación de la Kidman que parece estar inmersa en una pesadilla constante en la hora y treinta de proyección. Solo por ella merece verse Invasión.
Eduardo Jiménez J.
lagartocine@yahoo.es


INVASIÓN [The invasion]
Dir.: Oliver Hirschbiegel
Guión: David Kajganich, basado en la novela "Los ladrones de cuerpos" de Jack Finney
c/ Nicole Kidman (Carol Bennell), Daniel Craig (Ben Driscoll), Jeremy Northam (Tucker Kaufman), Jackson Bond (Oliver), Jeffrey Wright (Dr. Stephen Galeano), Veronica Cartwright (Wendy Lenk)
EEUU/2007/ Ciencia-ficción***/Estrenos


jueves, noviembre 08, 2007

LA CIENCIA DEL SUEÑO


En esencia es la vida de un soñador, es decir de alguien que en estado conciente tiene un mundo imaginario rico y sugestivo donde él es el protagónico, a diferencia de la mediocre y gris realidad que le toca vivir. Stéphane no ha salido de la niñez, solo los niños tienen mundos imaginativos tan espléndidos, de allí que los decorados de su dormitorio y sobretodo sus sueños tengan ese aire infantil. Por eso también, al conocer a Stéphanie más la ve como una compañera de juegos, una cómplice de su mundo que como una mujer propiamente. Es un niño grande, una suerte de principito post moderno, que va a estrellarse irremediablemente con el mundo de los adultos.

La ciencia del sueño es una de esas raras películas que de vez en cuando aparecen en cartelera y que escapa a los convencionalismos narrativos, pero es hermosa y se deja ver, lo único que se requiere es seguir las reglas del juego y volver a ser niño para entenderla.
Eduardo Jiménez J.
lagartocine@yahoo.es


LA CIENCIA DEL SUEÑO [La science des rêves]
Dirección y guión: Michel Gondry
c/ Gael García Bernal (Stéphane Miroux), Charlotte Gainsbourg (Stéphanie), Alain Chabat (Guy), Miou Miou (Christine Miroux), Aurélia Petit (Martine), Sacha Bourdo (Serge), Pierre Vaneck (Sr. Pouchet)
Francia/2006/Comedia dramática***/Estrenos

lunes, noviembre 05, 2007

EL ESPÍRITU DE LA PASIÓN


El título internacional con que se le conoce es Hierro 3 y alude al palo de golf menos usado, significación simbólica, debido a que el golf (muy practicado por el protagonista) es un juego en solitario, donde se compite contra uno mismo, dependiendo de las habilidades propias para anotar los puntos; aunque el título con que circuló entre nosotros no está desubicado, El espírtu de la pasión capta el contenido de la película.

Tae-suk es un joven que entra a casas vacías para dormir. No roba, más bien, en contraprestación, arregla los objetos defectuosos o lava la ropa de los propietarios, hasta que llega a la casa de Sun-hwa y descubren ambos que son el uno para el otro.

No hay diálogos, basta las miradas y los gestos para darse cuenta de que las palabras sobran, más bien los otros, aquellos que no están bien consigo mismo como el esposo de Sun-hwa (que la maltrata físicamente) prorrumpen en torrentes verbales, en estallidos violentos, a diferencia del verdadero amor que no requiere palabras y más bien es calmo y fuerte como una montaña. Las casas vacías también son símbolo del vacío del alma en que han caído las personas que las habitan, generalmente con problemas familiares o personales y que buscan hacia fuera lo que deben buscar en sus propios corazones.

La “conversión” en espíritu del joven Tae-suk es tratada con una simpleza de recursos narrativos, labor de asceta que en forma deliberada busca provocando a sus guardias para que lo castiguen (el asceta está en ayuno y somete su cuerpo a rigores físicos a fin de elevarse). De allí que su “salida” de la prisión no sorprenda, a fin de reunirse con su amada, en un desenlace bastante natural.

El espíritu de la pasión trasmite mejor el amor que los dramas románticos donde la pareja se dice a cada momento “te amo”, que llega a saturar y empalagar. Quien haya amado alguna vez de verdad sabe muy bien que el verdadero amor no requiere de palabras, basta que los amantes estén juntos. Nada más.

Hermosa película, aunque “difícil” si se está acostumbrado a las narraciones convencionales, con una economía verbal llevada al límite, El espíritu de la pasión es una de esas “raras avis” que de vez en cuando entran a nuestra cartelera.
Eduardo Jiménez J.
lagartocine@yahoo.es


EL ESPÍRITU DE LA PASIÓN [Bin-jip]
Dir y guión: Kim Ki-duk
c/ Lee Seung-yeon (Sun-hwa), Jae Hee (Tae-suk), Kwon Hyuk-ho (Min-kyu), Joo Jin-mo (Detective Cho), Choi Jeong-ho (Funcionario de prisiones), Lee Dah-hae (Ji-eun), Park Dong-jin (Detective), Moon Sung-hyuk (Sung-hyuk)
Corea del Sur/2004/Drama****/Estrenos

lunes, octubre 29, 2007

EL DUELO


El duelo (otros títulos en español la etiquetan como Sin miedo o El audaz, aunque más apropiado es con el que ha circulado entre nosotros) es un filme de kung fu con “mensaje” y en un contexto histórico determinado: el sometimiento de China por las potencias extranjeras a inicios del siglo XX y como la escuela que funda Huo Yuanjia (personaje que existió) quiere ser un símbolo de la resistencia nacionalista ante el ocupante invasor.

Tiene una primera parte bastante convencional: el niño Huo Yuanjia quiere ser campeón de kung fu como su padre, quien es su ejemplo a seguir, hasta que morderá el polvo de la derrota peleando con otro niño. Luego hay una elipsis y pasamos al Huo Yuanjia adulto y hábil en las técnicas de la lucha cuerpo a cuerpo, pero envanecido de sus triunfos y derrotado por sus propias debilidades. Hasta ese momento el filme como que no despega, hasta que sucede el nudo de la trama, la muerte de su madre e hija a manos del hijo de uno de sus rivales. Es la segunda parte la más interesante, debido a la trasformación del protagonista y al conocimiento de su mundo interno gracias al dolor y ayudado por una muchacha ciega que puede ver en su corazón. Ese segundo momento, con la formación de la escuela y la resistencia “pacífica” contra el invasor extranjero en el campo de lucha, perdiendo sus principales figuras y humillados ante un “chinito” desconocido es la más emocionante. Se siente la lucha interna del personaje y el conocimiento que tiene de si mismo, impregnándole Jet Li (el mismo de Héroe) de un toque especial, trágico, como sabedor de su destino, fatal e irremediable.
Por lo demás las escenas de combate es lo mejor del filme, operáticas, barrocas, rocambolescas, verdaderos ballets de las artes marciales.

El duelo (el título en español alude no solo a las peleas, sino a la lucha interna del personaje), sin ser una gran película, vale la pena ver, no solo para los amantes del kung fu; aunque en honor a la verdad, el realizador tuvo para sacarle más provecho al argumento –hasta le podría dar un significado simbólico a las peleas contra los luchadores extranjeros-, pero se quedó a mitad de camino.
Eduardo Jiménez J.
lagartocine@yahoo.es

EL DUELO [FEARLESS]
Dir: Ronny Yu
Guión: Christine To y Chris Chow
c/ Jet Li (Huo Yuanjia), Nakamura Shidou (Anno Tanaka), Dong Yong (Noong Jinsun), Betty Sun (Moon)
China, EEUU/2006/Acción, drama***/Estrenos

viernes, octubre 26, 2007

EL BUEN NOMBRE


El buen nombre es un proyecto ambicioso de la realizadora hindú afincada en Nueva York, Mira Nair, y es el más logrado, de los últimos, desde La boda del monzón, estrenado comercialmente entre nosotros hace algunos años atrás.

Narrar durante poco más de dos horas la historia de una familia bengalí asentada en Nueva York, en un arco temporal de treinta años no es fácil y se aprecia en el resultado final, bastante disparejo. Muchas veces Mira Nair ha debido optar por la elipsis o contar brevemente un episodio determinado. Lo mejor es la primera parte, la historia de la pareja que contrae un matrimonio en la India concertado por las familias, a la usanza tradicional, conociéndose recién en la pedida oficial de mano, emigrando luego a Norteamérica, lo cual conlleva un proceso de trasculturización pero que no les hace perder sus raíces, al punto que ella seguirá usando sus ropas tradicionales como en su tierra natal. Los personajes tienen densidad, son creíbles y se sigue con interés sus vicisitudes.

Lo menos interesante es la historia de los hijos. Nacidos en Estados Unidos, no sienten ya como suyos los valores culturales de sus padres. Son “citizens” antes que miembros de una casta hindú.

Quizás lo más resentible en el filme son las elipsis o saltos temporales y los resúmenes de episodios, que nos hacen quedar con un sabor agridulce en la boca, pero necesarios por el metraje, más acorde con una miniserie, por el abundante material, que para un filme de dos horas. El tema es interesante, la decisión de migrar a otras tierras por mejores oportunidades nos concierne a todos; así como el tratamiento, con esa óptica sociológica que posee la realizadora y se siente hasta en su película “histórica” La feria de las vanidades y que es huella indeleble de su estilo, siendo un deleite, solo por eso, ver sus filmes.
Eduardo Jiménez J.
ejjlaw@yahoo.es

viernes, octubre 19, 2007

VENUS


Canto del cisne del deseo otoñal

Lo interesante de Venus es el tratamiento de un tema más o menos tabú: el deseo sexual que puede tener un hombre anciano por una chiquilla. Generalmente se acepta el amor entre adultos y jóvenes, o hasta niños si es un amor inocente, pero está vetado si estos pasan de los setenta años, como que ya no existiera eros ni deseo sexual por cruzar el umbral de la senectud.

Venus es un alegato a ese amor terrenal, de sentirse atraído por una joven a pesar de cruzar los 75 años. Maurice (Peter O’Toole) es un actor con un historial amoroso muy amplio. Con un grupo de amigos contemporáneos a él pasa el tiempo hasta que aparece Jessie, una sobrina lejana de uno de sus amigos, comenzando una relación que será la culminación erótica en la vida del gran Maurice. Será “su” Venus en el significado voyeurista del término y de la diosa del amor reflejada en el célebre retrato, pero esta vez con una cocacola en una mano y una bolsa de papas fritas en la otra.

Excelente la actuación de Peter O’Toole en un rol otoñal hecho a su medida, aunque los demás coprotagónicos no se quedan atrás, como la gran Vanesa Redgrave, a quien es un placer ver luego de tantos años.

Esta película jamás se estrenó en nuestro medio y es probable que tampoco se estrene, estando disponible en dvd para quienes quieran ver un cine distinto.
Eduardo Jiménez J.
lagartocine@yahoo.es

lunes, octubre 15, 2007

TOM JONES


Tom Jones ha sabido captar el espíritu de la obra. Ligera como la historia que cuenta, en el tono de la picaresca, nos va contando la historia del joven y arrogante Tom, interpretado por un también joven Albert Finney en el papel protagónico. Desinhibida, suelta, libre, hasta un poco salvaje como el espíritu del personaje central, es uno de esos pocos casos en que una buena novela es llevada bien al cine.

La picaresca tiene la ventaja de describir el mundo tal como es: con sus vicios, maldades e injusticias, pero en vez de elaborar una tragedia con esos elementos, les da un tono ligero. Así presenciamos el ahorcamiento de una persona por solo robar un pan por hambre, o caer él y su familia en la vergüenza pública al nacer un hijo extramatrimonial en su seno, hijo que no tendrá absolutamente ningún derecho por su nacimiento espurio; sirvientes que tenían los terratenientes para “todo servicio”, incluyendo el sexual. Todo eso nos describe el filme con ese tono desenfadado, cínico y risueño. La picaresca tiene un héroe –o mejor dicho un antihéroe- que va recorriendo el mundo y pasando así por las distintas clases sociales, con sus defectos y virtudes encarnados en los personajes centrales. Solo los buenos no están a un lado, ni los malos al otro. Tom Jones es vital, generoso, instintivo, se comporta como un animal salvaje, todo lo contrario a su medio hermano Blifil: astuto, racional, frío e hipócrita, apegado a las convenciones sociales a fin de obtener ventajas para si. Y en todas las clases y personajes que descubre Tom por el mundo encontrará la fiel aplicación del adagio “tanto tienes, tanto vales”. No importa ser feo, bajo y contrahecho, con de tener dinero. De allí que cuando se descubre que Tom es sobrino de Lord Alworthy se “legaliza” su situación jurídica al pasar de bastardo a heredero de una cuantiosa fortuna, abriéndosele las puertas de la “sociedad” inglesa y autorizándolo para poder casarse con su amada, algo imposible cuando su estatus era de hijo ilegítimo.

Por cierto, la película rinde tributo al cine mudo, como en la introducción, donde, por medio de carteles se da cuenta de la acción que vemos. Gana en agilidad y le da un toque especial. También hay escenas donde no existen los parlamentos –usando Richardson adecuadamente el lenguaje cinematográfico-, como las del enamoramiento de Tom y Sophie, o la de la seducción por la mirada –preludio del amor- entre Tom y la Sra. Waters.
Eduardo Jiménez J.
lagartocine@yahoo.es
TOM JONES
Dir: Tony Richardson
Guión: John Osborne, basado en la novela de Henry Fielding
c/ Albert Finney (Tom Jones), Susannah York (Sophie Western)
UK/1963/Comedia/Clásicos de ayer y hoy

martes, octubre 09, 2007

LA FUENTE DE LA VIDA


Fallido tratamiento acerca de la muerte

Darren Aronofsky se hizo conocido con una interesante y lograda película sobre el mundo de la drogadicción y la soledad, Requien por un sueño (2000). De allí que era esperable el siguiente largo. Lamentablemente más ha sido la expectativa que el resultado final.

El tratamiento acerca de la muerte es siempre difícil. Ya Gonzáles Iñárritu en 21 gramos quiso enfocarla en forma solemne y el resultado fue un filme vano, pesado y aburrido. Aronofsky la ha querido tratar enlazándola con una historia de amor que va más allá del tiempo y el resultado es igual: un plomazo que ha pesar de su cortedad –poco más de hora y treinta- es aburrida hasta la solemnidad. El realizador ha querido hacer una combinación entre película “histórica”, con toques de “new age” setentero, árbol de la vida bíblico, magia precolombina y drama del amado que ve impotente como muere la amada, y el saldo final es poco convincente, a lo que se debe añadir la música que machaca la solemnidad hasta la exasperación. El balance es una película que tiende a la grandiosidad, cuando debió ser hacia la intimidad, a fin de tratar el drama que toca a la pareja, lírico y sencillamente, sin tantos efectos especiales o barroquismo de por medio, quizás así, habría sido mucho mejor lo visionado.

El intento era audaz e interesante, hasta podemos decir que era un ensayo artístico digno de encomio; pero, el producto final fue poco halagüeño. De todas maneras hay que rescatar el intento, en un ambiente, como el cine comercial norteamericano actual, que se ha estancado en el conformismo, la complacencia y la repetición hasta la saciedad de viejas fórmulas. En ese sentido, a manera del personaje del conquistador español, bien valió explorar nuevas fronteras visuales y sensoriales. Esperemos que su próximo filme tenga un mejor logro.
Eduardo Jiménez J.
ejjlaw@yahoo.es


LA FUENTE DE LA VIDA [The fountain]
Dir: Darren Aronofsky
Guión: Darren Aronofsky, basado en un argumento de Darren Aronofsky y Ari Handel
c/ Hugh Jackman (Tomás/Tommy/Tom Creo), Rachel Weisz (Isabel/Izzi Creo), Ellen Burstyn (Dra. Lillian Guzetti), Mark Margolis (padre Ávila), Sean Patrick Thomas (Antonio)
EEUU/2006/Ficción, drama***/Estrenos

jueves, octubre 04, 2007

BATMAN

A veces es preferible no volver a ver las películas que uno visionó de niño. El embeselamiento, el candor, la fascinación con la que se seguía nos hacía parecer que estábamos ante la más grandiosa película jamás filmada.
Vista con los ojos de la madurez, con el sentido crítico y lejos ya de la inocencia infantil de aquellos años nos preguntamos cómo nos pudo parecer “grandioso” un filme con tantos fallos, tan débil argumento y personajes más de chiste y de serial. Es lo que me pasó con Batman, la película, aquella legendaria que evocaba la serie de los años 60. Recordar que la vi maravillado cuando fue su estreno y ahora, cuarenta años después, me resulta una decepción.

Así como es mejor no buscar a los amores de juventud luego de transcurridos muchos años; creo que es mejor no ver los filmes que de niño nos extasiaron, que tienen que ver con una época inocente de nuestra vida, sino corremos el riesgo de perder ese grato recuerdo, que como los amores de juventud, es mejor mantenerlo como está y no como sería años después. Los recuerdos son parte de la vida, así que mejor es preservarlos de cualquier “contagio” de la realidad.
Eduardo Jiménez J.
lagartocine@yahoo.es

lunes, octubre 01, 2007

BEETHOVEN, MAESTRO INMORTAL


Beethoven no es propiamente una biopic, sino un mirar desde el punto de vista de la copista que lo ayuda en trascribir sus partituras los últimos años de vida del gran compositor alemán, por lo que el título en inglés trascribe más fielmente el contenido temático del filme (Copiando a Beethoven). La realizadora soslaya el academicismo y acartonamiento propio de personajes universalmente conocidos y lo presenta como es: contradictorio como todo genio, con un tratamiento cálido y comprensible al personaje, retratándolo en pleno proceso creativo: áspero, difícil, con exabruptos y arranques de ira constantes, tal como lo siente la inocente copista Anna Holtz, hasta cuando se burla, sin querer, de sus composiciones. Es un Beethoven más íntimo, personal y, por tanto, más cercano a nosotros. Es la vida expresada a través de sus grandes contradicciones.

Sin embargo, a Beethoven le faltó más brío y originalidad, más soltura e imaginación, y acá debemos compararlo con otra cinta que trata de otro genio de la música: Amadeus de Milos Forman. Pese a ello, Beethoven merece ser vista por las grandes actuaciones de Ed Harris, realmente meticuloso y obsesivo en meterse “bajo la piel” de su personaje, y Diane Kruger que no se queda atrás, así como el gran cuidado que se ha tenido en hacer las recreaciones de época que han incluído incluso las partituras y los objetos de uso personal.
Eduardo Jiménez J.
ejjlaw@yahoo.es
BEETHOVEN, MAESTRO INMORTAL [Copying Beethoven]
Dir: Agnieszka Holland
Guión: Christopher Wilkinson y Stephen Rivele
c/ Ed Harris (Ludwig van Beethoven), Diane Kruger (Anna Holtz), Nicholas Jones (archiduque Rudolph), Matthew Goode (Martin Bauer), Ralph Riach (Wenzel Schlemmer), Joe Anderson (Karl van Beethoven), Bill Stewart (Rudy), Angus Barnett (Krenski)
EEUU, Reino Unido, Hungría/2006/Drama***/Estrenos

lunes, septiembre 24, 2007

UNA SOMBRA AL FRENTE


No es casual, como ha sostenido el realizador, que la ambientación ocurra en 1907, exactamente cien años atrás, cuando, como ahora, se vivía en las ciudades una fiebre de creer que la tecnología y la inversión traerían la prosperidad a toda la nación. Se le llamó “progresismo” y azotó el país a inicios del siglo XX, en plena república aristocrática.

Enrique Aed es un ingeniero que cree fervorosamente en esa idea. Dedicado como su padre a unir el Perú con caminos y puentes por un territorio inhóspito, tendrá una decisiva participación en los acontecimientos de la época hasta llegar a construir la primera torre de telecomunicaciones con el Oriente peruano.

En ese contexto, el personaje vive un drama personal, íntimo, de llevar la carga de la responsabilidad de ser el “cabeza de familia” desde la muerte prematura del progenitor. Deber que lo ha marcado, sacrificando su propia existencia y felicidad personal para vivir la de su padre, “la sombra al frente” que le sirve de guía en su camino (por eso en uno de los pasajes dice a su mejor amigo que le gustaría, de permitirlo la tecnología, conversar con su padre difunto, para saber si está bien o no lo que está haciendo hasta ese momento).

Pero también es el contexto de una época de insatisfacción social, de cambios en el horizonte, con las primeras luchas de los obreros anarquistas y de la inclusión de pequeños burgueses, como el hermano de Enrique, identificados con este otro Perú “no oficial” y sus luchas de cambio. Esta etapa del filme no creo que sea la menos interesante como han sostenido algunos críticos, sino que le faltó un mejor desarrollo de los personajes, escenas y tiempo, lo que hubiese sido, naturalmente, a costa de un mayor metraje, metraje adicional que por cierto se lo merecía el filme.

Precisamente, algunos han criticado que la película mencione muy poco las luchas sociales de la época, confundiendo la ideología del crítico con la intención del autor. Augusto Tamayo ha querido retratar a un personaje característico de la época, que por añadidura fue su abuelo, rindiéndole de cierta forma un tributo. No obstante, al mencionar las luchas sociales “de pasada”, ese malestar del otro Perú que no pertenece a las clases adineradas se manifiesta mucho mejor al insinuarlo en las pocas escenas, que de haberlo hecho machaconamente con un guión “ideologizado”. Como dijo Tamayo en reciente entrevista, ha querido hacer una película personal, sin importar demasiado lo que opinen los críticos del resultado. O como diría Guajaja más popularmente: a mí que chu, lo cual es positivo, ya que uno no escribe o hace una película para gustar a los críticos, a los lectores o a la platea. Uno escribe o hace una película porque le gusta y punto.

Una sombra al frente también es la lucha tenaz contra la áspera geografía de nuestro país, que se somete gracias al ingenio del hombre, la esencia de esta personalísima película, que en su sencillez y tributo familiar es un hermoso homenaje a todos los que hicieron de este país un lugar mejor. Y, también, a no dudarlo, metáfora de la aventura que significa hacer cine en el Perú, donde es un verdadero reto el realizar un largometraje.

Alguien me dijo, hace mucho tiempo, que los muertos pesan. Me lo dijo alguien que también había tenido parientes famosos en el pasado: obispos, intelectuales, latifundistas. Era una ex con pasado aristocrático y familia venida a menos. No la entendí muy bien en ese momento. Yo vengo del pueblo y no tengo antepasados ilustres. Viendo Una sombra al frente me doy cuenta de toda la enorme carga que significa ese pasado para quienes tienen deudas con los familiares ya muertos y que esas deudas deben saldarse tarde o temprano. En ese sentido, creo que Tamayo ya saldó la suya.
Eduardo Jiménez J.
lagartocine@yahoo.es

UNA SOMBRA AL FRENTE
Dir. y guión: Augusto Tamayo
c/ Diego Bertie (Enrique Aed), Vanesa Saba, Paul Vega, Carlos Carlín
Perú/2007/Drama histórico***/Estrenos



viernes, septiembre 21, 2007

PARANOIA


Paranoia (Disturbia en su título original) no es precisamente un “remake” o actualización juvenil de La ventana indiscreta (1954) de Alfred Hichtcock, sino que toma el elemento central del argumento de esta (un hombre incapacitado que espía a su vecino y ve que comete un crimen) a fin de “darle vuelta” e insertarlo en una trama dirigida a un público adolescente, público objetivo de Paranoia. No es casual por ello que los personajes centrales sean jóvenes (“teenagers”), mientras el “malo” sea un hombre ya en base seis. Tampoco es casual que esta cinta dirigida a jóvenes tenga a Dreamworks de Steven Spielberg como la productora.

El resultado es más o menos interesante. No falla el final como algunos críticos han sostenido pensando más en sus gustos que en el público al que está dirigida la película, sino que es un desenlace que guste a los jóvenes con efectos sorpresa y pelea entre el “malo” y el joven héroe salvando a su madre (alguien podría ver un complejo edípico en la lucha), y contra todo pronóstico de fuerza y habilidad a favor del “malo”, gana el muchacho.

No estamos ante una “gran película” evidentemente, pero se deja ver (existen “guiños” a películas como El Resplandor o El proyecto de la bruja de Blair). Está muy bien Shia LaBeouf en el rol del joven conflictivo que carga con la culpa de la muerte del padre. Igual los secundarios, siendo un placer ver de nuevo a Carrie-Anne Moss, la popular Trinity, en el papel de madre a cargo de adolescente con problemas.
Eduardo Jiménez J.
lagartocine@yahoo.es


PARANOIA [Disturbia]
Dir: D.J. Caruso
Guión: Christopher Landon y Carl Ellsworth; basado en un argumento de Christopher Landon
c/ Shia LaBeouf (Kale), David Morse (Sr. Turner), Sarah Roemer (Ashley), Carrie-Anne Moss (Julie), Aaron Yoo (Ronnie)
EEUU/2007/ Thriller***/Estrenos

lunes, septiembre 17, 2007

LOS BORGIA


Realizar una película histórica supone riesgos, generalmente asociados a la solemnidad o verosimilitud de lo narrado, esto último por más que sea una ficción y pueda tomarse ciertas licencias, siempre se le reprochará que se salga de lo “real”. En lo formal, el mayor peligro es evitar el acartonamiento y más bien presentar los hechos de forma “natural”.

En ese sentido, Los Borgia salen más o menos librados. Sin embargo tienen algunos fallos, empezando por ese aire de “El padrino” que trasunta la historia. Pareciera que Vito Corleone y sus hijos han arribado por la máquina del tiempo hasta la Italia del renacimiento. La acción trascurre en la cúpula del poder, esta vez el Vaticano, y las feroces luchas intestinas que se producen entre las familias que detentan el poder. Hasta César Borgia parece Soni Corleone, por lo temperamental y voraz apetito sexual. Sobre Lucrecia, que es el otro personaje controvertido de la familia, la alusión a la pretendida relación incestuosa con su padre y hermano es tan machacona (es parte de la “leyenda negra” de los Borgia), que lo insinuante y por tanto fascinante que pudo ser como agregado de interés en el filme, se convierte en trivial y vano.

Sin embargo, a Los Borgia le faltó más energía narrativa, más “nervio” y contar mejor una historia que de por si es apasionante.
Eduardo Jiménez J.
lagartocine@yahoo.es

jueves, septiembre 06, 2007

ARTHUR Y LOS MINIMOYS


Luc Besson, el realizador de filmes tan interesante como Nikita, El profesional o El quinto elemento, esta vez recoge una historia de niños contada para niños. No tiene la truculencia o el lado oscuro de El laberinto del fauno, para citar un filme estrenado este año; pero tampoco posee vuelo creativo. Se limita a contar una historia y lo hace bien, pero nada más. Eso sí, acorde con los tiempos que vivimos, el factor ambiental es fundamental como parte integrante de la narración, así como que todos, absolutamente todos, somos parte del planeta, por más chiquitos que seamos. Esta es la primera entrega de una trilogía. Besson sale bien librado del reto (por el “detrás de cámara” nos enteramos del arduo trabajo que ha significado realizar el filme), la combinación de artistas de “carne y hueso” con muñequitos digitalizados no se siente forzada, pero extrañamos sus obras más creativas.
Eduardo Jiménez J.
lagartocine@yahoo.es


ARTHUR Y LOS MINIMOYS [Arthur et les minimoys]
Dir: Luc Besson
Guión: Luc Besson y Céline Garcia; basado en el universo creado por Patrice Garcia
Freddie Highmore (Arthur), Mia Farrow (abuela de Arthur), Penny Balfour (madre de Arthur), Ronald Crawford (Archibald), Douglas Rand (padre de Arthur), Adam LeFevre (Davido)
Francia, EEUU/2007/Fantasía, animación digital***/Estrenos

sábado, septiembre 01, 2007

LA VIDA DE LOS OTROS


La película se inscribe en la categoría de ficciones ambientadas en la extinta RDA, como Adios Lenin, película de tono satírico de aquella etapa histórica y estrenada comercialmente en nuestro medio. Esta vez se trata de un drama bien llevado y de cómo evoluciona la conciencia de un agente de la policía secreta bajo el régimen socialista.

La vida…se sitúa en la temible Stasi, policía secreta que se encarga de vigilar a los ciudadanos alemanes y por tanto violar sin pudor alguno la intimidad de todos a fin de averiguar si se dedican a actividades contra el régimen. Dentro de esa fría y eficiente maquinaria tenemos a un funcionario Wiesler (Ulrich Mühe), que cumple eficientemente su labor sin dudas ni murmuraciones hasta que le encomiendan el caso de averiguar si el intelectual Dreyman (Sebastian Koch) realiza actividades consideradas contrarias al estado. La pericia del realizador está en mostrar en paralelo la vida de ambos, vidas que se entrecruzan pero que jamás se llegan a tocar. Uno, intelectual de éxito no solo en la RDA sino en Occidente, tiene como amante a Christa Sieland (Martina Gedeck) actriz muy popular y querida por el público; el otro tiene una vida austera, casi espartana (en una escena entramos a su apartamento) y en solitario (desfoga sus necesidades sexuales con prostitutas), dedicado íntegramente a su trabajo con devoción y convicción hasta que le encargan la misión de investigar al intelectual mimado del régimen totalitario.

El proceso de cambio que sufre este policía es lo más rico en cuanto a registro expresivo. No es necesario que verbalice la insatisfacción que siente y el posible asco que le está dando su trabajo (el seguimiento de Dreyman se debe no a razones políticas sino a que es rival amoroso de un ministro que lo quiere sacar de la vida de su amante), basta los gestos, una mirada o una frase al azar como cuando dice -expresando que no almuerza en el lugar de los funcionarios sino junto a los subalternos- “en algún lugar debe empezar el socialismo”, aludiendo a la idea de igualdad y que el socialismo como sistema igualitario no existe más allá de los discursos y textos oficiales.

Es interesante cómo este policía va tomando conciencia de lo que significa el régimen, que los ideales están muy lejos de materializarse y que todo es una gran mascarada a fin de conservar el poder una burocracia privilegiada que vive gracias a ese poder. Es la conciencia de si y de su entorno lo que hace cambiar a Wiesler; como propugnaba Carlos Marx de tomar conciencia de si mismo el proletario y de su lugar en la maquinaria capitalista, solo que esta vez es en la maquinaria del supuesto paraíso socialista.

Otro aspecto importante es que la Stasi no es tratada como un ente malévolo y despiadado, sino más bien una fría y eficiente maquinaria (el color azul acero ayuda a esta percepción de frialdad) cuyo solo nombre inspira temor. Los métodos y la sistematización que han elaborado son sorprendentes, superando incluso a los nazis en sutileza y en obtener resultados. Basta ver los ojos de miedo de la vecina de Dreyman si revela el espionaje a su vecino para darse cuenta el temor que inspira; o cuando nos enteramos por boca del niño lo que su padre piensa de la policía secreta del régimen, sentir de los ciudadanos anónimos. El realizador no exagera, se limita a registrar las evidencias casi documentalmente.

Sin embargo hay fallos, como el final, demasiado largo y quizás innecesario. Lo que viene después está sobrando: la caída del muro de Berlín, el libro que Dreyman escribe sobre Wiesler y la adquisición de un ejemplar por parte de éste, era preferible obviarlo, se habría ganado en una mayor dimensión dramática de lo que significó para el ciudadano común y corriente vivir en un régimen policial supuestamente en aras de un mundo mejor. Sin embargo, a pesar de esos fallos, “La vida de los otros” merece verse y es uno de los títulos más interesantes del año.
Eduardo Jiménez J.
lagartocine@yahoo.es

lunes, agosto 20, 2007


LA DALIA NEGRA


Irregular filme de Brian De Palma en el estilo del cine policial negro, intentando “calcar” las convenciones del género. A ratos decae el suspenso y la historia se vuelve sosa y aburrida. Lo peor está en el desenlace, cuando el joven policía Bucky Bleichert descubre el misterioso asesinato. Lo que es el punto culminante, el clímax, se torna histérico y hasta risible con la intervención de la madre neurótica, que en una escena de mal gusto, se mata delante de todos.

Lo mejor: la escena de voyeurismo, cuando una cámara “mirona” penetra en el cuarto del motel donde están en los prolegómenos del amor Bucky y Madeleine, registrando la cámara los escarceos amorosos de la pareja desde la ventana del cuarto. Ese es el Brian De Palma inspirado, discípulo del viejo Hitchcock.

Por lo demás, las actuaciones son disparejas. Quien está mejor es Hilary Swank en su papel de “vampiresa”. Le sigue Scarlett Johansson como la rubia con un pasado inconfesable. Pero, quien es un “palo” es el actor Josh Hartnett como el policía bueno, resaltando su inexpresividad al ser el protagónico que cuenta la historia en primera persona.

Parece que a Brian De Palma le pasa lo mismo que a otros realizadores más o menos contemporáneos a él como Martin Scorsese, Peter Bogdanovich o George Lucas: sus mejores obras las han hecho en la juventud y ahora son repetitivos, hacen películas “con receta”, sin el vigor y la imaginación de antaño.

Ojalá Brian De Palma tenga su “canto del cisne”. Es un realizador que se lo merece.
lagartocine@yahoo.es

LA DALIA NEGRA [The Black Dahlia]
Dir.: Brian De Palma
Guión: Josh Friedman; basado en la novela de James Ellroy
c/ Josh Hartnett (Bucky Bleichert), Scarlett Johansson (Kay Lake), Aaron Eckhart (Lee Blanchard), Hilary Swank (Madeleine Linscott), Mia Kirshner (Elizabeth Short/La Dalia Negra), Mike Starr (Russ Millard), Fiona Shaw (Ramona Linscott), Patrick Fischler (Ellis Loew)
EEUU-Ale/2006/ Thriller***


jueves, agosto 09, 2007


LA GRAN SANGRE: LA PELÍCULA


El hacer cine comercial en el Perú es un reto. Verdad de Perogrullo, pero cierta para todos aquellos que apuestan al mercado nacional con un producto de entretenimiento.

Por cierto, no estoy en la posición de los que –en un posado intelectualismo- aspiran a que el cine peruano solo debe tener como misión trascendental la de reflejar nuestra realidad social y su problemática, creando identidad nacional; finalidad que a lo sumo puede ser secundaria y las más de las veces obtenida de manera involuntaria, pero no estéticamente la finalidad última del cine nacional.

Cuando los mensajes “sociales” son deliberados –es decir concientes- se cae en el pastiche, la propaganda política plana, la impostura (que es lo que le sucede a La gran sangre cuando manda sus mensajes “positivos” de afirmación de la nacionalidad y de lucha contra la corrupción) y otros esperpentos de triste olvido.

Por eso, los que apuestan por el mercado nacional y se proyectan al extranjero, tienen como objetivo primordial el box office, la taquilla, por lo que el producto ofrecido debe ser “vendible”; aunque, corren el riesgo de caer en productos de similares características, que apuestan sobreseguro y que cuentan con alto presupuesto, como sucede con infinidad de películas norteamericanas, por lo que se convierten en productos desechables en el corto plazo. Algo de eso le ocurre también a La gran sangre.

Tarde o temprano iban a pasar a la pantalla grande dada la gran sintonía de la serie de televisión, el asunto era cómo pasar, si haciendo una película original que rompa los parámetros de la serie de tv (ejemplo: el filme Misión Imposible de Brian de Palma) o una que sea secuela de la serie. Se apostó por lo segundo, debido a la identificación de los seguidores, que en nuestro país son legión, solo que –a diferencia de tantas películas norteamericanas- fue realizada con un presupuesto más modesto y actores locales que cobrarían también sumas más modestas.

Es así que La gran sangre tiene ese aire entre Kill Bill, las películas de Bruce Lee y la popular serie de tv de los años 80 Los magníficos (The A-Team), que es de donde toma la caracterización de sus personajes principales, adaptados a la idiosincracia peruana (no entro en la polémica de plagio difundida recientemente, en todo caso sería “un plagio del plagio” ya que la influencia de The A-Team es bastante evidente).

Pero, un problema inicial que se presenta a la película es la caracterización de los villanos, los que tienen tintes demasiado recargados. Es decir son tan malos tan malos que parecen estereotipos de villanos, parodia de malos. Es lo que pasa cuando las tintas se recargan demasiado, que se termina consiguiendo el efecto contrario al buscado. Igual pasa con la gratuidad de los flash backs (saltos temporales hacia el pasado), donde se da cuenta del gran afecto filial de Rocha hacia Marcos, lo que se verbaliza y se muestra en imágenes a la vez. Pasa lo mismo con el desacierto de “sacarse bajo la manga” a Althea como infiltrada en la banda de Rocha. No es muy creíble, ni tampoco en cómo salva a los supuestos “ajusticiados” por el narcotraficante. Aunque en honor a la verdad, ese dar un giro de 180º a un personaje contra toda lógica del relato es un recurso bastante manoseado actualmente por el peor cine norteamericano. Igual pasa con los chistes bastante socorridos que van “salpicando” la historia.

De repente faltó un mejor guión, mayor trabajo y preparación del mismo. Vemos muchas escenas que parecen gratuitas o que no trasmiten una secuencialidad narrativa lógica, esto último claro es más falta de un uso adecuado del lenguaje cinematográfico que de la estructura del guión propiamente.

Por lo demás, lo rescatable son las escenas de acción, muy bien llevadas, sobretodo la persecución en automóvil con que se abre la película. Igual de logrado es el uso del flash forward (salto temporal hacia el futuro) donde mientras el grupo de la Gran Sangre prepara el golpe contra Rocha, se da cuenta, en montaje sucesivo, de la acción que se detalla en ese plan. Se gana en agilidad y en tensión dramática.

Todo parece indicar que tendremos una continuación. Esperemos que sea mejor. No por ser solo un producto comercial se debe olvidar la calidad. Como todo mercado, el cinematográfico también tiene consumidores exigentes, salvo que se piense que por ser peruano el público acepta todo. Error que sería garrafal.
lagartocine@yahoo.es


LA GRAN SANGRE: LA PELÍCULA
Dir.: Jorge Carmona
Guión: Jorge Carmona, Aldo Miyashiro
c/ Carlos Alcántara (Dragón), Pietro Sibille (Mandril), Aldo Miyashiro (Tony Blades), Melania Urbina (Althea), José Alonso (El Rocha), Sergio Galliani (Santos), Jason Day (Marcos)
Perú/2007/Acción**/Estrenos

viernes, agosto 03, 2007


LOS SIMPSON: LA PELÍCULA


Con ansiosa espera para sus segidores llega a la pantalla grande, luego de veinte años, la popular serie de dibujos animados, considerados por algunos como la más popular desde Los Picapiedras.

Realmente tiene el estilo visual y la caracterización de los episodios de tv, solo que en una historia de hora y treinta, que la verdad se pasa sin sentir ya que desde el inicio se goza con las secuencias que iremos viendo.

Otra característica que la asemeja a la serie de tv es que no está hecha en digital, como muchas animaciones recientes, sino en 2D, lo cual contribuye a que los seguidores de la familia amarilla la asocien sin mayores complicaciones y la acojan con naturalidad.

Sin embargo, la discusión de la opción del 2D o el 3D deviene en bizantina de no contar con un buen guión como se aprecia en la película. No hay nada al azar o a la improvisación, sino una historia muy bien hilvanada de principio a fin, y como siempre burlándose de todas las instituciones sociales y políticas de Norteamérica, ahora hasta del Presidente, un Arnold Schwarzenegger que actúa mismo Terminator (“la gente ha votado por mí no para leer” le espeta a su asesor en asuntos ambientales cuando este le recomienda que lea las opciones posibles que se pueden tomar en Springfield).

Deliciosa e inteligente comedia, quien desee pasar un buen momento no se la pierda.
lagartocine@yahoo.es


LOS SIMPSON: LA PELÍCULA [The Simpsons movie]
Dir: David Silverman
Guión: James L. Brooks, Matt Groening, Mike Reiss, George Meyer, Ian Maxtone-Graham, John Swartzwelder, Matt Selman, David Mirkin, Al Jean, Mike Scully y Jon Vitti; basado en los personajes creados por Matt Groening
EEUU/2007/Animación***/Estrenos


lunes, julio 30, 2007


11 ENCUENTRO LATINOAMERICANO DE CINE


El festival de cine ya es una institución a nivel regional, y si bien es imposible ver todas las películas, por lo menos algunas de ellas. Para los cinéfilos que gusten del cine alternativo más allá de la pobre cartelera comercial va esta noticia de la página web del CC de la PUCP http://www.elcine.pucp.edu.pe/noticias_pucp/index.php?option=com_content&task=view&id=1827&Itemid=1


Tras una ingeniosa campaña de intriga en la que se preguntaba qué querían ser distintos personajes vinculados al cine cuando tenían 11 años, se develó el misterio. Este 19 de julio se llevó a cabo la conferencia de prensa del Festival de Lima, 11 Encuentro Latinoamericano de Cine, organizado por el Centro Cultural de la PUCP. Aquí se reunirán a 45 películas en competencia, entre ficciones, óperas primas y documentales; además de actores, guionistas, productores y directores de distintos países.En la presentación, Edgar Saba, director general del CCPUCP, señaló que esta segunda década significa una nueva etapa en el desarrollo del Festival. De esta manera, las películas serán exhibidas en más salas en Lima y Arequipa. Este año se rendirá homenaje a los actores Mercedes Sampietro y José Wilker, el productor Camilo Vives, así como al guionista y realizador Manuel Pérez Estremera. También se homenajeará póstumamente al poeta, guionista y director artístico José Watanabe y al poeta y cineasta Pablo Guevara.Otras de las novedades es el Cine Tour 2007, que presentará películas recientes del cine francés y una selección de seis películas del Festival de Toronto. Además, se llevará a cabo la Semana de la Crítica de Cannes. Otras interesantes actividades serán las muestras en digital, seminarios, la muestra de arte contemporáneo Godard, el concurso de cortometrajes nacionales Filmo-Corto (organizado por la Filmoteca PUCP) y una muestra de seis películas chilenas.Las entradas estarán a la venta desde el domingo 22 de julio de 9:00 a.m. a 9:00 p.m. en la boletería del CCPUCP (Camino Real 1075, San Isidro) y en la cadena Cineplanet.

viernes, julio 27, 2007


TRANSFORMERS


Lograda adaptación al cine del popular cómic japonés

Transformers gana en agilidad, vigor y tensión, en un relato que mantiene en vilo al espectador desde las primeras imágenes, pasando desapercibidas las poco más de dos horas de duración (algo que no se puede decir de muchos blockbusters).

Una cámara que no está tranquila en ningún momento, escenas donde siempre hay acción y una aplicación de máquinas y efectos especiales al servicio de la historia y no al revés.

Detrás de todo este esfuerzo se siente la mano de Steven Spielberg como productor ejecutivo, quien desde sus primeros filmes se valió de máquinas. El diablo sobre ruedas (Duel, 1971) era una historia donde un camión era el “asesino” (nunca veíamos al conductor), camión que cobraba vida propia al querer sacar de carretera al auto de Dennis Weaver. Ni que decir de los “animatronics” usados en Tiburón, Encuentros cercanos del tercer tipo o ET hasta los robots de Inteligencia Artificial, proyecto spielbergiano de madurez. Difícil suponer que de no estar SS al mando de la producción, el aburrido Michael Bay (Armageddon, Pearl Harbor) habría logrado hacer una historia interesante.

Pero la película no solo gana en agilidad y tensión a favor de una historia a la usanza de los viejos directores del Hollywood clásico (inspiradores de Spielberg), sino que sabe burlarse de si mismo. Hay “gags” desperdigados a lo largo del relato que lo hacen más llevadero. Desde el “guiño” a Kill Bill hasta la tomadura de pelo al agente del FBI (con ropa interior con el emblema en el pecho al estilo Superman de la enigmática Sección 7) o al mismo presidente de los Estados Unidos (de quien apenas vemos su mal gusto en usar medias rojas) quien en plena crisis solo atina a pedir unos dulces dentro del Air Force One. Esas burlas al sistema y a sus máximas autoridades haciéndolas aparecer como tontas, incapaces o patanes es un oasis de delicia que los viejos realizadores sabían explotar bien.

Logradas también las escenas de acción, así como la lucha final, y la caracterización de los personajes (por cierto el personaje central como adolescente de clase media de un pueblo de los EEUU es una marca de Spielberg).

Todo hace presagiar que de aquí a un tiempo tendremos una continuación. Ojalá esté al nivel o sea superior a la presente. Transformers sin ser pretenciosa cumple con ser un buen relato, y frente a tantos bodrios exhibidos como “la octava maravilla” es mérito más que suficiente.
lagartocine@yahoo.es


TRANSFORMERS
Dir: Michael Bay
Guión: Roberto Orci y Alex Kurtzman; a partir de una historia de Roberto Orci, Alex Kurtzman y John Rogers; basada en los muñecos Transformers de Hasbro
Producción ejecutiva: Steven Spielberg, Michael Bay, Brian Goldner y Mark Vahradian
c/ Shia LaBeouf (Sam Witwicky), Tyrese Gibson (sargento Epps), Josh Duhamel (capitán Lennox), Anthony Anderson (Glen Whitmann), Rachael Taylor (Maggie Madsen), Megan Fox (Mikaela Banes), John Turturro (agente Simmons), Jon Voight (John Keller), Kevin Dunn (Ron Witwicky), Michael O'Neill (Tom Banacheck), Julie White (Judy Witwicky)
EEUU/2007/Acción, CF***/Estreno


lunes, julio 23, 2007


HARRY POTTER Y LA ORDEN DEL FÉNIX

Las adaptaciones de sagas de libros muy famosos adolecen del peor pecado que se puede perpetuar en una adaptación cinematográfica: la literalidad. Es decir, deben basarse al pie de la letra en lo que el texto describa. Es lo que sucede con todas las adaptaciones de HP, por lo que sus versiones fílmicas no pasan de la medianía, con la notable excepción de la realizada por el mexicano internacionalizado Alfonso Cuarón.

La literalidad de las adaptaciones obedece a un dictum del mercado: los consumidores son mayormente jóvenes y adolescentes que han leído las novelas y quieren ver en la pantalla lo que la novela describe. Es un consumo masivo que debe ser satisfecho y explotado a partir de los textos literarios a fin de obtener la máxima rentabilidad económica posible, incluyendo toda la parafernalia lateral del merchaidaising como polos, juguetes, stickers, etcétera, etcétera.

La adaptación de HP y la orden del fénix no es la excepción. Tiene dos partes claramente diferenciadas: la primera es la más extensa e interesante, y trata sobre el agrupamiento de las fuerzas del mal para lo que será el regreso de Lord Voldemort. Como contrapartida se hace necesario aunar las fuerzas del bien bajo la batuta de Harry, con el agravante de un Ministerio de la Magia torpe y burocratizado y una inquisidora miope y parametrada en reglamentos que obstaculizan las labores de defensa de los muchachos.

La tensión entre la incuria burocrática y las fuerzas del bien bajo la batuta del buen Harry es lo mejor del filme; lo que le da vida y mueve a la acción, sobretodo por la magnífica actuación de Imelda Staunton como la inquisidora Dolores Umbridge, dándole ese toque entre farsesco, estereotipado y de cómic a su personaje (algunos dicen que ha sido una parodia de la ex primera ministra Margaret Thatcher, personalmente creo que está lejos de eso).

Y en medio de esa tormenta que se viene, por fin el primer beso entre Harry y Cho, que pasa desapercibido, como que los tiempos no están para romanticismos.

Dentro de los personajes secundarios nuevos la que resalta es Luna Lovegood, adolescente que pareciera estar siempre en otro mundo, suerte de Johnny Deep femenino. Los amigos de Harry esta vez quedan en un segundo plano y se extraña una mayor presencia de Hermione, quien realmente es la que descubre los enigmas que se plantean en la vida de Harry, aparte de las soluciones efectivas que propone, suerte de Atenea juvenil. Y pasan también desapercibidas las breves apariciones de actrices de quilates como Helen Bonham Carter y Emma Thompson, un tanto desperdiciadas la excelente dupla de actrices inglesas. La primera irreconocible en el papel de una peligrosa fugitiva de la prisión de Azkaban y la segunda como una tímida profesora de la Escuela de Hodgwarts.

No obstante, la película ha ganado en agilidad y acción, como que ha ido creciendo, así como Harry y sus amigos (la secuencia del duelo final está muy bien lograda), muy superior a las versiones sosas y aburridas de Chris Columbus.

Filme de secuela, deja el camino abonado para lo que vendrá en los dos últimos capítulos de la saga.
lagartocine@yahoo.es

HARRY POTTER Y LA ORDEN DEL FÉNIX [Harry Potter and the Order of the Phoenix]
Dir.: David Yates
Guión: Michael Goldenberg; basado en la novela de J.K. Rowling
c/ Daniel Radcliffe (Harry Potter), Rupert Grint (Ron Weasley), Emma Watson (Hermione Granger), Helena Bonham Carter (Bellatrix Lestrange), Michael Gambon (Albus Dumbledore), Ralph Fiennes (Lord Voldemort), Gary Oldman (Sirius Black), Alan Rickman (Severus Snape), Maggie Smith (Minerva McGonagall), Imelda Staunton (Dolores Umbridge), Emma Thompson (Sybil Trelawney), Evanna Lynch (Luna Lovegood).
UK-USA/2007/Acción, fantasía***


lunes, julio 16, 2007


EL PLANETA DE LOS SIMIOS


Cuando se realizó El planeta de los simios nunca se pensó la enorme repercusión que iba a tener, que a la larga produjo una secuela de cuatro películas más, una serie de dibujos animados y un remake de Tim Burton bastante inferior al original, a pesar de contar con sofisticados artilugios digitales, de lo que carecía la versión de 1968 que se debía contentar con trajes de látex y piedras de cartón.

Y, es que dentro de las distopías (la extinción de la civilización y posterior barbarie de la raza humana) tocaba un nervio muy sensitivo al ser humano, que por la tradición judeo cristiana se sentía el amo y señor del universo. Planteaba que el hombre podía regresar a etapas animalescas, perder todo vestigio de civilización y cultura, y ocupar su lugar una raza de simios que en evolución posterior consiguen hablar y crear un ambiente civilizatorio y urbano muy similar al que tuvo el hombre en otras épocas. Dejaba de lado la aparente invulnerabilidad y superioridad del hombre –de la cual siempre se ha sentido muy orgulloso- y planteaba la posibilidad de ocupar su lugar otros animales considerados en la “escala inferior”. Ese planteamiento remezaba la superioridad del ser humano sobre las demás especies, debido a que ya no eran alienígenas de otro planeta los que dominaban al hombre -que por añadidura poseían una tecnología más avanzada por lo que se comprendía la dominación-, sino animales que evolucionaban al dejar el hombre el vacío de su “superioridad” debido a la autodestrucción infligida en una guerra nuclear (era la época de la guerra fría entre los Estados Unidos y la Unión Soviética).

El final de la película era de un pesimismo bastante brutal. Taylor, el astronauta sobreviviente, escéptico sobre la raza humana (Charlton Heston le confiere una dimensión shakespeariana a su personaje, uno de los más memorables de su dilatada carrera actoral) se da cuenta –y por extensión los espectadores- que “el planeta de los simios” que él supone un planeta en otra galaxia, es la tierra misma, dos mil años después, destruida por el propio hombre en su afán de hegemonismo.

La segunda parte Regreso al planeta de los simios (Beneath the Planet of the Apes, 1970), confirmaba ese pesimismo, con la destrucción del planeta y el fin de todo vestigio de vida; aunque en la última parte de la saga, La batalla del planeta de los simios (Battle for the Planet of the Apes, 1973), ya al finalizar se insinuaba una leve esperanza de conviviencia y tolerancia entre simios y humanos, fruto de la era de paz y amor de la onda hippie de aquellos años. Sin embargo, ninguna de las secuelas alcanzó el nivel dramático de la primera parte, siendo más productos comerciales debido a la enorme aceptación que supuso la película inicial.
Vista ahora después de muchos años, gracias al DVD, El planeta de los simios conserva todo su vigencia y frescura inicial. Recuerdo que la primera vez que la visioné no pensaba que la humanidad estuviera tan desbocada como para autodestruirse y que al final el sentido común se iba a imponer. Era un joven soñador que creía que la evolución se producía a modo de una escalera ascensional y que no existían regresiones a etapas ya superadas. Ahora, treinta años después, con algunas canas de por medio, creo que el ser humano es capaz de todo, hasta de autodestruirse y regresionar a otros estadios. Al final Tanatos le está ganando la partida a Eros. En ese sentido, El planeta de los simios conserva toda su vigencia.
lagartocine@yahoo.es


EL PLANETA DE LOS SIMIOS [Planet of the apes]
Dir.: Franklin J. Schaffner
Guión: Micheal Wilson, basado en la novela de Pierre Boullec/ Charlton Heston (George Taylor), Roddy McDowall (Cornelio), Kim Hunter (Zira), Maurice Evans (Dr. Zaius), Linda Harrison (Nova)
EEUU/1968/Ciencia ficción+++/DVD