jueves, noviembre 29, 2007

MUERO POR MURIEL


Augusto Cabada proviene del oficio de escritor de guiones, principalmente para Francisco J. Lombardi, con quien ha trabajado en La boca del lobo, Sin compasión y Bajo la piel. También ha colaborado con Lucho Llosa en la adaptación de La fiesta del chivo.
No era raro entonces que su ópera prima fuese un thriller con fuertes guiños al cine negro norteamericano (la cinefilia del personaje de Félix es la del realizador) y con un guión sólidamente construído.

La trama tiene como eje a una “Femme Fatale” interpretada por Andrea Montenegro, marcando con el sino trágico a todos los hombres que se le acercan atraídos por su fuerte sensualidad, quienes irán desapareciendo de una u otra forma. El registro del filme devendrá lentamente hacia ese final inexorable sin posibilidad de escapatoria de los tres hombres que giran en torno a Muriel. De un tono cómico en la presentación (lograda la escena en que le vomita a Félix al pedirle opinión de su novela), iremos discurriendo al drama, para terminar en la tragedia, marcando las tintas de un tono risueño al comienzo, a otro oscuro al final. El trabajo como guionista de Cabada se nota claramente a lo largo de toda la película, de un guión que no se despega un ápice a fin de contar su historia, demostrando nervio y aprendiendo de los clásicos, del cual es tributario, que al final lo que importa es contar bien la historia que se quiere contar, obtener lo mejor que se pueda de cada actor (importancia del actor antes que de los efectos) y mantener en vilo al espectador con la historia contada hasta el final. En ese sentido, Cabada ha aprobado con creces su iniciación como realizador.

En el desempeño actoral sobresale Ricky Tosso como el policía corrupto, hundido en su propio fango y que busca reivindicarse. Sencillamente excelente, se “roba la película”. Le siguen Salvador del Solar como el “nerd” tímido que encuentra una mujer sensual que solo estaba en sus fantasías nocturnas. Le siguen Diego Bertie y Andrea Montenegro que está muy bien, aunque algunos malhablados dicen que solo se interpreta a si misma.
Lo único lamentable es la calidad de la película, al parecer al hacer la trasferencia del digital al celuloide los colores han salido opacos, “desteñidos”, lo que afecta a la cinta, que bien pudo ser en blanco y negro, a modo de homenaje a los queridos maestros de Cabada.
Eduardo Jiménez J.
ejjlaw@yahoo.es


MUERO POR MURIEL
Dir. y guión: Augusto Cabada
c/ Andrea Montenegro (Muriel), Diego Bertie (Bernie), Salvador del Solar (Félix), Ricky Tosso (El Oso Briones)
Perú/2007/Thriller***/Estrenos

lunes, noviembre 26, 2007

FAHRENHEIT 451


La clásica novela de Ray Bradbury sobre un futuro no muy lejano donde los bomberos se encargarán ya no de apagar incendios, sino de quemar libros. Vista cuarenta años después, la profecía se cumplió, aunque no es necesaria la quema de libros, sino aletargar a la persona con la televisión y ahora último el chat y el Internet, como banalización de la cultura. Un placer ver por partida doble a la recordada Julie Christie, la heroína del Doctor Zhivago.
Mención aparte merece la música de Bernard Herrmann, el mismo que compuso –entre otras- la partitura de Vértigo, de allí ese aire tan deliberadamente familiar que se percibe en la banda sonora, un tributo de François Truffaut a uno de sus directores favoritos, Alfred Hitchcock.
Eduardo Jiménez J.
ejjlaw@yahoo.es

FAHRENHEIT 451
Dir: François Truffaut
c/ Oskar Werner (Guy Montag), Julie Christie (Clarisse/Linda Montag), Cyril Cusack (The Captain), Anton Diffring (Fabian/Headmistress)
Guión: Jean-Louis Richard, basado en la novela homónima de Ray Bradbury
UK/1966/Drama futurista***/ Clásicos de ayer y hoy

miércoles, noviembre 21, 2007

CARRIE


Cuando Brian de Palma tomó en sus manos la realización de Carrie era un director con bastante oficio, había filmado un puñado de películas interesantes, varias pertenecientes a su etapa “underground”. Hermanas (Las siamesas diabólicas, 1973), thriller sicológico, lo hizo conocido en el medio; luego continuaría con El fantasma del paraíso (1974) combinación notable en tono de rock de Fausto y El fantasma de la ópera; después Obsesión (1976), título con reminiscencias hitchcocknianas. Precisamente en esta primera etapa su deuda con Alfred Hitchcock era más que notorio, vampirizando su estilo abiertamente, pero siendo a la vez un realizador creativo, con estilo propio que iría decantando con el tiempo, llegando a formar parte de aquella generación que renovó el cine norteamericano en los años 70, junto a Martin Scorsese, Francis Ford Coppola, George Lucas, Steven Spielberg, Peter Bogdanovich, entre otros.

Por otra parte, Sissy Spacek era una joven actriz que venía de realizar algunas películas sin mayor trascendencia, varias de ellas para la televisión. No muy conocida todavía, ya no era muy joven para el papel protagónico (a la fecha del estreno de Carrie frisaba los 27 años), pero su cara y porte menudo ayudaban para dar vida a la adolescente retraída y con complejos personales y poderes sobrenaturales de la novela de Stephen King.

Aunque en esta historia faltaría mencionar un papel secundario importantísimo, el de Piper Laurie como la mamá de Carrie, una mujer fanatizada con la religión y castradora del despertar sexual de su hija. Tanto la Spacek como la Laurie hicieron papeles memorables y que hasta ahora son recordados, pese a los más de treinta años trascurridos desde la fecha del estreno. Sin la fuerza que le impregnó Piper Laurie a su personaje difícilmente habría sobresalido el que encarnó Sissy Spacek. Ambas se complementaban y formaban un equilibrio que era el eje y centro del filme.

Carrie trajo la fama al joven realizador Brian de Palma, como a su actriz protagónica, se hicieron conocidos, de Palma pudo abandonar los presupuestos B de sus películas (Carrie está filmada con economía de recursos) para pasar a las grandes realizaciones como Vestida para matar (1980), Caracortada (1983), Doble de cuerpo (1984), Los intocables (1988), que expresan mejor su etapa de madurez. Años después le encargarían la adaptación de una conocidísima serie de tv de los 60: Misión imposible (1996), hasta ahora la mejor de todas las adaptaciones de la popular serie. Volvería al thriller (donde tiene el mejor pulso) con Ojos de serpiente (1998), luego tendría bajones como Misión en Marte (2000), para volver a una interesante Mujer fatal (2002), tener de nuevo otro bajón con La dalia negra (2006). En cambio Redacted (2007) -película en digital, con actores desconocidos y que trata de la guerra en Irak- le ha merecido el León de Plata en la última Mostra de Venecia. Veremos como le va con el regreso a uno de los filmes que le dieron reconocimiento y fama tanto en EEUU como en los países donde se exhibió, Los intocables, esta vez para tratar el nacimiento del gánster más famoso creado por la industria del cine: The untouchables: Capone rising, en pre-producción en estos momentos.

Aunque gracias a Carrie, De Palma hizo una carrera en la industria del cine norteamericano, no le fue tan bien como a sus coetáneos George Lucas o Steven Spielberg, tuvo problemas con las grandes compañías y a la larga debió emigrar a Europa, similar a lo que le sucedió algunos años después a su compañero de generación, Woody Allen.

El argumento de la película era sencillo: una adolescente descubre la menstruación en plenos ejercicios físicos, originando la burla de sus compañeras de clase. En paralelo descubrirá sus poderes de telekinesis que le causan tanto pánico como la sangre que sale de su vagina. La adolescente vive con una madre represora, que la considera “hija del pecado”, al haberla engendrado con su marido en una noche de placer, por lo que Carrie se desenvuelve en un ambiente muy inseguro para su sique, inseguridad que propiciará su cruel venganza final. Cuando parece alcanzar el sueño dorado de salir con el chico más codiciado de la escuela, se producirá la burla de sus compañeras mediante una broma bastante pesada, arrojándole un cubo con sangre de cerdo sobre la cabeza en plena fiesta de promoción, instantes después de ser coronada como la reina, matando a todos al producir con el poder de su mente un dantesco infierno (la sangre del cerdo alude a la sangre de su menstruación al inicio del filme).

Dentro de la normalidad (una escuela pública) se instalará lo anormal. Eso le debe a Hitchcock, el elemento perturbador en una realidad cotidiana. Igual la música, cuando Carrie aplica su poder, es la misma de Psicosis cuando Norman Bates acomete sus asesinatos. El voyeurismo también es tributario del maestro inglés. El uso de la cámara lenta para crear suspenso, la pantalla partida, serán también marca del realizador.

También sucede con la temática de trasgresión sexual. Hitchcock, victoriano por formación, “castigaba” a los personajes de sus filmes que violentaban los códigos de conducta sexual convencional. Carrie también “pagará” las consecuencias del despertar sexual y el decidir salir con un “boy-friend” (los hombres huelen la sangre de la menstruación como perros dice la madre). El incendio en el baile, producto de su venganza, es el fuego bíblico “limpiador” de las impurezas, hasta purificar a la propia Carrie, que se inmola junto a su madre. Por cierto, el tratamiento visual de la escena de la muerte de la mamá es realmente hermoso: crucificada por los cuchillos que le envía su hija con la mente y rodeada de velas, le da un aire místico, casi religioso, a lo que ayuda la agonía y el rictus final de la Laurie. El barroquismo visual será una marca constante del realizador en sus futuros filmes.

Hay otras huellas de su estilo, como el uso de la música para crear una atmósfera especial, el virtuosismo visual y el voyeurismo ya anotado, así como el deseo sexual reprimido (veáse al director de la escuela como “se muere” por la profesora de educación física al verla en pantalón corto, o los carnosos labios de las chicas que urden la venganza).

Algunos títulos más o menos llamativos con los que se estrenó en el mundo fueron Carrie en el baile del diablo (Francia), Carrie, la mirada de Satán (Italia), Carrie, la extraña (Brasil), Carrie, extraño presentimiento (México, Perú). Pero, el mejor es el original, sencillo y alusivo a la protagonista central: Carrie.

Carrie marcó época y es recordada a pesar de los años como uno de los mejores filmes de terror (la sorpresa final de la mano que sale de la tumba todavía emociona pese al tiempo trascurrido). Asimismo, aparece en un rol secundario un joven que luego daría mucho que hablar por sus dotes dancísticas: John Travolta y Fiebre de sábado por la noche. Fue la década de las nuevas estrellas de Hollywood, estrellas más comunes y silvestres, y más cercanas a nosotros que las del período clásico.
Eduardo Jiménez J.
lagartocine@yahoo.es

sábado, noviembre 17, 2007

INVASIÓN


Invasión de los ladrones de cuerpos (Invasion of the body snatchers, Don Siegel, 1956) fue una película que marcó época. El tema de la invasión de cuerpos por los extraterrestres tocaba lo más visceral e íntimo del norteamericano común. Era trasformarse en “el otro”, vaciando el contenido interno y dejando intacta la forma. Se mimetizaban, eran nuestros vecinos, padres o cónyuges, que del afecto natural que sentíamos por ellos pasaban a ser enemigos que se debía exterminar. Estaba relacionada con la atmósfera política que se vivía en plena guerra fría, donde el enemigo buscaba “invadir” nuestras mentes, cambiando nuestras creencias y estilo de vida. Ideológicamente implicaba “lavar el cerebro” del modo de vida americano y sustituirlo por otro totalmente distinto. Se vivía una paranoia masiva por la “amenaza comunista” y el filme captó con propiedad ese sentimiento. De allí el impacto que originó en su tiempo.

La trama era tan interesante que dio para una popular serie en los años 60 llamada precisamente Los invasores (The Invaders), que ahora es una serie de culto para muchos seguidores de la ciencia ficción, así como a un remake más o menos logrado a fines de los setenta de Philip Kaufman (Invasion of the Body Snatchers, 1978).

Ahora, cincuenta años después, la situación ha cambiado. El “peligro rojo” ha sido sustituido por la amenaza de los virus propalados, peligro más latente después del 11-S, donde el peligro lo representan ahora los grupos terroristas de corte fundamentalista. Las externalidades del miedo cambian, pero la base de este sigue allí. Esa tarea se la encomendaron a Oliver Hirschbiegel, conocido mundialmente por su filme sobre los últimos días de Hitler La caída, y que hace su debut en la industria norteamericana.

El tratamiento de Invasión se parece mucho al de 28 días después (28 days later, Danny Boyle, 2002). Un extraño virus se propaga entre la población hasta desolar las grandes ciudades. La huída de Nicole Kidman con cámara en mano siguiéndole los pasos, el montaje rápido y nervioso, acción persecutoria, la desconfianza en el otro, es tributaria del filme inglés. Pero, Hirschbiegel no realiza una simple copia, sino que le da un sesgo filosófico con una inquietante pregunta final: somos los humanos así, estamos permanentemente en guerra, matándonos, no sería mejor que un virus extraño nos hiciera a todos igual y solucionamos de esa manera tantos conflictos. El realizador de “La caída” aporta un sesgo pacifista (en una de las escenas vemos a Bush y Chávez abrazados, supuestamente ya “contagiados” por el virus); aunque el “final feliz” no es muy convincente, quizás un final sombrío era más adecuado con lo planteado en el filme.

Entretenida y original puesta al día de un clásico de la ciencia ficción; y, notable la actuación de la Kidman que parece estar inmersa en una pesadilla constante en la hora y treinta de proyección. Solo por ella merece verse Invasión.
Eduardo Jiménez J.
lagartocine@yahoo.es


INVASIÓN [The invasion]
Dir.: Oliver Hirschbiegel
Guión: David Kajganich, basado en la novela "Los ladrones de cuerpos" de Jack Finney
c/ Nicole Kidman (Carol Bennell), Daniel Craig (Ben Driscoll), Jeremy Northam (Tucker Kaufman), Jackson Bond (Oliver), Jeffrey Wright (Dr. Stephen Galeano), Veronica Cartwright (Wendy Lenk)
EEUU/2007/ Ciencia-ficción***/Estrenos


jueves, noviembre 08, 2007

LA CIENCIA DEL SUEÑO


En esencia es la vida de un soñador, es decir de alguien que en estado conciente tiene un mundo imaginario rico y sugestivo donde él es el protagónico, a diferencia de la mediocre y gris realidad que le toca vivir. Stéphane no ha salido de la niñez, solo los niños tienen mundos imaginativos tan espléndidos, de allí que los decorados de su dormitorio y sobretodo sus sueños tengan ese aire infantil. Por eso también, al conocer a Stéphanie más la ve como una compañera de juegos, una cómplice de su mundo que como una mujer propiamente. Es un niño grande, una suerte de principito post moderno, que va a estrellarse irremediablemente con el mundo de los adultos.

La ciencia del sueño es una de esas raras películas que de vez en cuando aparecen en cartelera y que escapa a los convencionalismos narrativos, pero es hermosa y se deja ver, lo único que se requiere es seguir las reglas del juego y volver a ser niño para entenderla.
Eduardo Jiménez J.
lagartocine@yahoo.es


LA CIENCIA DEL SUEÑO [La science des rêves]
Dirección y guión: Michel Gondry
c/ Gael García Bernal (Stéphane Miroux), Charlotte Gainsbourg (Stéphanie), Alain Chabat (Guy), Miou Miou (Christine Miroux), Aurélia Petit (Martine), Sacha Bourdo (Serge), Pierre Vaneck (Sr. Pouchet)
Francia/2006/Comedia dramática***/Estrenos

lunes, noviembre 05, 2007

EL ESPÍRITU DE LA PASIÓN


El título internacional con que se le conoce es Hierro 3 y alude al palo de golf menos usado, significación simbólica, debido a que el golf (muy practicado por el protagonista) es un juego en solitario, donde se compite contra uno mismo, dependiendo de las habilidades propias para anotar los puntos; aunque el título con que circuló entre nosotros no está desubicado, El espírtu de la pasión capta el contenido de la película.

Tae-suk es un joven que entra a casas vacías para dormir. No roba, más bien, en contraprestación, arregla los objetos defectuosos o lava la ropa de los propietarios, hasta que llega a la casa de Sun-hwa y descubren ambos que son el uno para el otro.

No hay diálogos, basta las miradas y los gestos para darse cuenta de que las palabras sobran, más bien los otros, aquellos que no están bien consigo mismo como el esposo de Sun-hwa (que la maltrata físicamente) prorrumpen en torrentes verbales, en estallidos violentos, a diferencia del verdadero amor que no requiere palabras y más bien es calmo y fuerte como una montaña. Las casas vacías también son símbolo del vacío del alma en que han caído las personas que las habitan, generalmente con problemas familiares o personales y que buscan hacia fuera lo que deben buscar en sus propios corazones.

La “conversión” en espíritu del joven Tae-suk es tratada con una simpleza de recursos narrativos, labor de asceta que en forma deliberada busca provocando a sus guardias para que lo castiguen (el asceta está en ayuno y somete su cuerpo a rigores físicos a fin de elevarse). De allí que su “salida” de la prisión no sorprenda, a fin de reunirse con su amada, en un desenlace bastante natural.

El espíritu de la pasión trasmite mejor el amor que los dramas románticos donde la pareja se dice a cada momento “te amo”, que llega a saturar y empalagar. Quien haya amado alguna vez de verdad sabe muy bien que el verdadero amor no requiere de palabras, basta que los amantes estén juntos. Nada más.

Hermosa película, aunque “difícil” si se está acostumbrado a las narraciones convencionales, con una economía verbal llevada al límite, El espíritu de la pasión es una de esas “raras avis” que de vez en cuando entran a nuestra cartelera.
Eduardo Jiménez J.
lagartocine@yahoo.es


EL ESPÍRITU DE LA PASIÓN [Bin-jip]
Dir y guión: Kim Ki-duk
c/ Lee Seung-yeon (Sun-hwa), Jae Hee (Tae-suk), Kwon Hyuk-ho (Min-kyu), Joo Jin-mo (Detective Cho), Choi Jeong-ho (Funcionario de prisiones), Lee Dah-hae (Ji-eun), Park Dong-jin (Detective), Moon Sung-hyuk (Sung-hyuk)
Corea del Sur/2004/Drama****/Estrenos