martes, abril 01, 2008

LA VIDA EN ROSA


Las biopic (biografías de personajes célebres llevadas al cine) pueden caer en la tentación de la grandilocuencia, es decir retratar casi como un santo laico al biografiado y por lo tanto tender al acartonamiento, a la frase solemne, a que estamos “ante” el personaje. Es el principal error que se puede cometer al llevar una biografía al cine.
El otro extremo son las biografías que recrean al personaje y/o al tiempo en que vivió, dándonos una arista inusual del biografiado o de la época y sociedad que le cupo en suerte. Son las biopic “creativas”, más toman al personaje de modelo o excusa para algo que nos quiere decir el realizador. Ejemplo de este filón son las biopics que puso en escena Milos Forman: Amadeus (1984) sobre la vida de Mozart; El lunático (1999) acerca del comediante Andy Kaufman; Larry Flynt (1996) sobre el pornógrafo más famoso de Norteamérica; manteniendo una constante: la originalidad del personaje contra su medio (musical, televisivo o social) que es marcadamente conservador, velador del statu quo y que trata de eliminar todo lo que sea novedad. En esa lucha permanente, tensa, entre la persona sui generis que se sale de los cánones tradicionales y el medio que trata de aplastarlo, es donde se va desarrollando el argumento, dando la sensación de apreciar algo “nuevo” sobre el personaje.

Un tercer camino es la corrección en retratar al biografiado. No lo eleva a los altares, pero tampoco logra niveles creativos que hagan interesante el filme. Es el caso de La vida en rosa (La Môme). La película es “políticamente correcta”, acicalada, con una escrupulosidad minuciosa en llevar los detalles de la vida de Edith Piaf (de allí también su excesivo metraje), pero que en ningún momento despega. Es más bien una serie de retratos bien elaborados, una colección de viñetas, pero que les faltó el armazón del collar para tener un conjunto y si no fuera por la actuación mimética de Marion Cotillard posiblemente el filme hubiera naufragado. Tenemos algunos momentos aislados buenos como los inicios de la cantante, duros y conmovedores a la vez, o su infancia recreada en un burdel donde recibe el afecto negado por la madre (y que marcó su inestabilidad emocional), o el amor por el boxeador Marcel Cerdan verdadera piedra a la cual se aferra para no naufragar.

La vida en rosa es un filme que más atrae por ver a la Cotillard trasformada en Edith Piaf que por los resultados mismos de la película.
Eduardo Jiménez J.
lagartocine@yahoo.es


LA VIDA EN ROSA [La Môme]
Dir: Olivier Dahan
Guión: Olivier Dahan e Isabelle Sobelman
c/ Marion Cotillard (Edith Piaf), Gérard Depardieu (Louis Leplée), Jean-Pierre Martins (Marcel Cerdan)
Fra, R Checa, UK/2007/Biopic/Estrenos

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