lunes, julio 30, 2007


11 ENCUENTRO LATINOAMERICANO DE CINE


El festival de cine ya es una institución a nivel regional, y si bien es imposible ver todas las películas, por lo menos algunas de ellas. Para los cinéfilos que gusten del cine alternativo más allá de la pobre cartelera comercial va esta noticia de la página web del CC de la PUCP http://www.elcine.pucp.edu.pe/noticias_pucp/index.php?option=com_content&task=view&id=1827&Itemid=1


Tras una ingeniosa campaña de intriga en la que se preguntaba qué querían ser distintos personajes vinculados al cine cuando tenían 11 años, se develó el misterio. Este 19 de julio se llevó a cabo la conferencia de prensa del Festival de Lima, 11 Encuentro Latinoamericano de Cine, organizado por el Centro Cultural de la PUCP. Aquí se reunirán a 45 películas en competencia, entre ficciones, óperas primas y documentales; además de actores, guionistas, productores y directores de distintos países.En la presentación, Edgar Saba, director general del CCPUCP, señaló que esta segunda década significa una nueva etapa en el desarrollo del Festival. De esta manera, las películas serán exhibidas en más salas en Lima y Arequipa. Este año se rendirá homenaje a los actores Mercedes Sampietro y José Wilker, el productor Camilo Vives, así como al guionista y realizador Manuel Pérez Estremera. También se homenajeará póstumamente al poeta, guionista y director artístico José Watanabe y al poeta y cineasta Pablo Guevara.Otras de las novedades es el Cine Tour 2007, que presentará películas recientes del cine francés y una selección de seis películas del Festival de Toronto. Además, se llevará a cabo la Semana de la Crítica de Cannes. Otras interesantes actividades serán las muestras en digital, seminarios, la muestra de arte contemporáneo Godard, el concurso de cortometrajes nacionales Filmo-Corto (organizado por la Filmoteca PUCP) y una muestra de seis películas chilenas.Las entradas estarán a la venta desde el domingo 22 de julio de 9:00 a.m. a 9:00 p.m. en la boletería del CCPUCP (Camino Real 1075, San Isidro) y en la cadena Cineplanet.

viernes, julio 27, 2007


TRANSFORMERS


Lograda adaptación al cine del popular cómic japonés

Transformers gana en agilidad, vigor y tensión, en un relato que mantiene en vilo al espectador desde las primeras imágenes, pasando desapercibidas las poco más de dos horas de duración (algo que no se puede decir de muchos blockbusters).

Una cámara que no está tranquila en ningún momento, escenas donde siempre hay acción y una aplicación de máquinas y efectos especiales al servicio de la historia y no al revés.

Detrás de todo este esfuerzo se siente la mano de Steven Spielberg como productor ejecutivo, quien desde sus primeros filmes se valió de máquinas. El diablo sobre ruedas (Duel, 1971) era una historia donde un camión era el “asesino” (nunca veíamos al conductor), camión que cobraba vida propia al querer sacar de carretera al auto de Dennis Weaver. Ni que decir de los “animatronics” usados en Tiburón, Encuentros cercanos del tercer tipo o ET hasta los robots de Inteligencia Artificial, proyecto spielbergiano de madurez. Difícil suponer que de no estar SS al mando de la producción, el aburrido Michael Bay (Armageddon, Pearl Harbor) habría logrado hacer una historia interesante.

Pero la película no solo gana en agilidad y tensión a favor de una historia a la usanza de los viejos directores del Hollywood clásico (inspiradores de Spielberg), sino que sabe burlarse de si mismo. Hay “gags” desperdigados a lo largo del relato que lo hacen más llevadero. Desde el “guiño” a Kill Bill hasta la tomadura de pelo al agente del FBI (con ropa interior con el emblema en el pecho al estilo Superman de la enigmática Sección 7) o al mismo presidente de los Estados Unidos (de quien apenas vemos su mal gusto en usar medias rojas) quien en plena crisis solo atina a pedir unos dulces dentro del Air Force One. Esas burlas al sistema y a sus máximas autoridades haciéndolas aparecer como tontas, incapaces o patanes es un oasis de delicia que los viejos realizadores sabían explotar bien.

Logradas también las escenas de acción, así como la lucha final, y la caracterización de los personajes (por cierto el personaje central como adolescente de clase media de un pueblo de los EEUU es una marca de Spielberg).

Todo hace presagiar que de aquí a un tiempo tendremos una continuación. Ojalá esté al nivel o sea superior a la presente. Transformers sin ser pretenciosa cumple con ser un buen relato, y frente a tantos bodrios exhibidos como “la octava maravilla” es mérito más que suficiente.
lagartocine@yahoo.es


TRANSFORMERS
Dir: Michael Bay
Guión: Roberto Orci y Alex Kurtzman; a partir de una historia de Roberto Orci, Alex Kurtzman y John Rogers; basada en los muñecos Transformers de Hasbro
Producción ejecutiva: Steven Spielberg, Michael Bay, Brian Goldner y Mark Vahradian
c/ Shia LaBeouf (Sam Witwicky), Tyrese Gibson (sargento Epps), Josh Duhamel (capitán Lennox), Anthony Anderson (Glen Whitmann), Rachael Taylor (Maggie Madsen), Megan Fox (Mikaela Banes), John Turturro (agente Simmons), Jon Voight (John Keller), Kevin Dunn (Ron Witwicky), Michael O'Neill (Tom Banacheck), Julie White (Judy Witwicky)
EEUU/2007/Acción, CF***/Estreno


lunes, julio 23, 2007


HARRY POTTER Y LA ORDEN DEL FÉNIX

Las adaptaciones de sagas de libros muy famosos adolecen del peor pecado que se puede perpetuar en una adaptación cinematográfica: la literalidad. Es decir, deben basarse al pie de la letra en lo que el texto describa. Es lo que sucede con todas las adaptaciones de HP, por lo que sus versiones fílmicas no pasan de la medianía, con la notable excepción de la realizada por el mexicano internacionalizado Alfonso Cuarón.

La literalidad de las adaptaciones obedece a un dictum del mercado: los consumidores son mayormente jóvenes y adolescentes que han leído las novelas y quieren ver en la pantalla lo que la novela describe. Es un consumo masivo que debe ser satisfecho y explotado a partir de los textos literarios a fin de obtener la máxima rentabilidad económica posible, incluyendo toda la parafernalia lateral del merchaidaising como polos, juguetes, stickers, etcétera, etcétera.

La adaptación de HP y la orden del fénix no es la excepción. Tiene dos partes claramente diferenciadas: la primera es la más extensa e interesante, y trata sobre el agrupamiento de las fuerzas del mal para lo que será el regreso de Lord Voldemort. Como contrapartida se hace necesario aunar las fuerzas del bien bajo la batuta de Harry, con el agravante de un Ministerio de la Magia torpe y burocratizado y una inquisidora miope y parametrada en reglamentos que obstaculizan las labores de defensa de los muchachos.

La tensión entre la incuria burocrática y las fuerzas del bien bajo la batuta del buen Harry es lo mejor del filme; lo que le da vida y mueve a la acción, sobretodo por la magnífica actuación de Imelda Staunton como la inquisidora Dolores Umbridge, dándole ese toque entre farsesco, estereotipado y de cómic a su personaje (algunos dicen que ha sido una parodia de la ex primera ministra Margaret Thatcher, personalmente creo que está lejos de eso).

Y en medio de esa tormenta que se viene, por fin el primer beso entre Harry y Cho, que pasa desapercibido, como que los tiempos no están para romanticismos.

Dentro de los personajes secundarios nuevos la que resalta es Luna Lovegood, adolescente que pareciera estar siempre en otro mundo, suerte de Johnny Deep femenino. Los amigos de Harry esta vez quedan en un segundo plano y se extraña una mayor presencia de Hermione, quien realmente es la que descubre los enigmas que se plantean en la vida de Harry, aparte de las soluciones efectivas que propone, suerte de Atenea juvenil. Y pasan también desapercibidas las breves apariciones de actrices de quilates como Helen Bonham Carter y Emma Thompson, un tanto desperdiciadas la excelente dupla de actrices inglesas. La primera irreconocible en el papel de una peligrosa fugitiva de la prisión de Azkaban y la segunda como una tímida profesora de la Escuela de Hodgwarts.

No obstante, la película ha ganado en agilidad y acción, como que ha ido creciendo, así como Harry y sus amigos (la secuencia del duelo final está muy bien lograda), muy superior a las versiones sosas y aburridas de Chris Columbus.

Filme de secuela, deja el camino abonado para lo que vendrá en los dos últimos capítulos de la saga.
lagartocine@yahoo.es

HARRY POTTER Y LA ORDEN DEL FÉNIX [Harry Potter and the Order of the Phoenix]
Dir.: David Yates
Guión: Michael Goldenberg; basado en la novela de J.K. Rowling
c/ Daniel Radcliffe (Harry Potter), Rupert Grint (Ron Weasley), Emma Watson (Hermione Granger), Helena Bonham Carter (Bellatrix Lestrange), Michael Gambon (Albus Dumbledore), Ralph Fiennes (Lord Voldemort), Gary Oldman (Sirius Black), Alan Rickman (Severus Snape), Maggie Smith (Minerva McGonagall), Imelda Staunton (Dolores Umbridge), Emma Thompson (Sybil Trelawney), Evanna Lynch (Luna Lovegood).
UK-USA/2007/Acción, fantasía***


lunes, julio 16, 2007


EL PLANETA DE LOS SIMIOS


Cuando se realizó El planeta de los simios nunca se pensó la enorme repercusión que iba a tener, que a la larga produjo una secuela de cuatro películas más, una serie de dibujos animados y un remake de Tim Burton bastante inferior al original, a pesar de contar con sofisticados artilugios digitales, de lo que carecía la versión de 1968 que se debía contentar con trajes de látex y piedras de cartón.

Y, es que dentro de las distopías (la extinción de la civilización y posterior barbarie de la raza humana) tocaba un nervio muy sensitivo al ser humano, que por la tradición judeo cristiana se sentía el amo y señor del universo. Planteaba que el hombre podía regresar a etapas animalescas, perder todo vestigio de civilización y cultura, y ocupar su lugar una raza de simios que en evolución posterior consiguen hablar y crear un ambiente civilizatorio y urbano muy similar al que tuvo el hombre en otras épocas. Dejaba de lado la aparente invulnerabilidad y superioridad del hombre –de la cual siempre se ha sentido muy orgulloso- y planteaba la posibilidad de ocupar su lugar otros animales considerados en la “escala inferior”. Ese planteamiento remezaba la superioridad del ser humano sobre las demás especies, debido a que ya no eran alienígenas de otro planeta los que dominaban al hombre -que por añadidura poseían una tecnología más avanzada por lo que se comprendía la dominación-, sino animales que evolucionaban al dejar el hombre el vacío de su “superioridad” debido a la autodestrucción infligida en una guerra nuclear (era la época de la guerra fría entre los Estados Unidos y la Unión Soviética).

El final de la película era de un pesimismo bastante brutal. Taylor, el astronauta sobreviviente, escéptico sobre la raza humana (Charlton Heston le confiere una dimensión shakespeariana a su personaje, uno de los más memorables de su dilatada carrera actoral) se da cuenta –y por extensión los espectadores- que “el planeta de los simios” que él supone un planeta en otra galaxia, es la tierra misma, dos mil años después, destruida por el propio hombre en su afán de hegemonismo.

La segunda parte Regreso al planeta de los simios (Beneath the Planet of the Apes, 1970), confirmaba ese pesimismo, con la destrucción del planeta y el fin de todo vestigio de vida; aunque en la última parte de la saga, La batalla del planeta de los simios (Battle for the Planet of the Apes, 1973), ya al finalizar se insinuaba una leve esperanza de conviviencia y tolerancia entre simios y humanos, fruto de la era de paz y amor de la onda hippie de aquellos años. Sin embargo, ninguna de las secuelas alcanzó el nivel dramático de la primera parte, siendo más productos comerciales debido a la enorme aceptación que supuso la película inicial.
Vista ahora después de muchos años, gracias al DVD, El planeta de los simios conserva todo su vigencia y frescura inicial. Recuerdo que la primera vez que la visioné no pensaba que la humanidad estuviera tan desbocada como para autodestruirse y que al final el sentido común se iba a imponer. Era un joven soñador que creía que la evolución se producía a modo de una escalera ascensional y que no existían regresiones a etapas ya superadas. Ahora, treinta años después, con algunas canas de por medio, creo que el ser humano es capaz de todo, hasta de autodestruirse y regresionar a otros estadios. Al final Tanatos le está ganando la partida a Eros. En ese sentido, El planeta de los simios conserva toda su vigencia.
lagartocine@yahoo.es


EL PLANETA DE LOS SIMIOS [Planet of the apes]
Dir.: Franklin J. Schaffner
Guión: Micheal Wilson, basado en la novela de Pierre Boullec/ Charlton Heston (George Taylor), Roddy McDowall (Cornelio), Kim Hunter (Zira), Maurice Evans (Dr. Zaius), Linda Harrison (Nova)
EEUU/1968/Ciencia ficción+++/DVD


lunes, julio 09, 2007


2046


El amor trasformado en melancolía

2046 es en cierta forma la continuación de Deseando amar (o Con ánimo de amar, como es su otro título en español), siendo el nexo común entre ambas el personaje de Chow, algunos años después.

Quien haya visto Deseando amar (2000) podrá comprender mejor la trama de 2046, trama mucho más compleja y mezcla de realidad y sueños, de deseos frustrados e imaginación, donde el personaje principal es el amor imposible vuelto melancolía.

Todos los personajes que desfilan por 2046 han sufrido de un amor contrariado, un pasado pasional tormentoso, que no pueden ni quieren olvidar (la referencia a 2046 es de un espacio simbólico, sin tiempo definido, donde se desatan todas las pasiones contenidas).

Chow se ha vuelto cínico en el amor, como un mecanismo de defensa a fin que no lo vuelvan a herir, sin compromisos duraderos y sin ataduras, para así seguir viviendo su amor frustrado. Es un náufrago en la vida, vive de artículos mal pagados en periódicos y de novelitas pornográficas, encontrando en su camino a mujeres que sufren igual que él.

Refugio para el amor, como es la melancolía y los recuerdos del pasado (a lo que ayuda la luz azul –el color de la melancolía- que baña el rostro de los protagonistas), la película va desarrollándose en un clima de tristeza, con un aire lánguido como esos amores que no se consuman, y un sentimiento triste y melancólico como son los amores contrariados. Como dice el preámbulo de la película Todos los recuerdos son rastros de lágrimas.

Hermosa película, más para sentirla que para razonarla, involucrando al espectador, sobretodo aquel que alguna vez en su vida haya naufragado en una 2046.
lagartocine@yahoo.es


2046
Dirección y guión: Wong Kar-Wai.
c/ Tony Leung (Chow Mo Wan), Gong Li (Su Li Zhen), Takuya (Tak Kimura), Faye Wong (Wang Jing Wen), Zhang Ziyi (Bai Ling), Carina Lau (Lulu/Mimi), Chang Chen (CC 1966), Wang Sum (Sr. Wang/Jefe del tren), Siu Ping Lam (Ah Ping), Maggie Cheung (SLZ 1960), Dong Jie (Wang Jie Wen).
China/2004/Drama romántico***/DVD

jueves, julio 05, 2007


LOS 4 FANTÁSTICOS Y SILVER SURFER


Regular secuela

Como toda historieta de superhéroes que haya tenido cierto éxito en la taquilla, una secuela no iba a tardar. Esta vez se trata de enfrentar a un ser devorador de mundos venido del lejano espacio, cuyo heraldo es un tablista intergaláctico (Silver surfer).

Lo malo es que la historia es poco consistente. Diálogos pobres y poco ingeniosos, caracterizaciones de los personajes muy superficiales, chatos en el peor sentido de la palabra, situaciones trilladas y una trama que avanza a fuerza de efectos especiales, estancándose la película en ciertas partes; aunque comparándola con la predecesora está mejor, lo cual es decir bastante.

Pensada y diseñada para el consumo masivo de niños y adolescentes no muy exigentes que gozan de las vacaciones en el hemisferio septentrional, pasa sin pena ni gloria.
lagartocine@yahoo.es


LOS 4 FANTÁSTICOS Y SILVER SURFER [Fantastic Four: Rise of the Silver Surfer]

Dir: Tim Story

Guión: Don Payne; basado en un argumento de Mark Frost; sobre los personajes creados por Stan Lee y Jack Kirby

c/ Ioan Gruffud (Reed Richards/Mr. Fantástico), Jessica Alba (Susan Storm/La Mujer Invisible), Chris Evans (Johnny Storm/La Antorcha Humana), Michael Chiklis (Ben Grimm/La Cosa), Julian McMahon (Victor Von Doom/Dr. Muerte)

EEUU/2007/Acción, fantástico**

lunes, julio 02, 2007


CALÍGULA


Cuando se estrenó Calígula en 1980 causó revuelo por las escenas de sexo explícito que contenía. Fue considerada como el “porno histórico” por excelencia y el más caro en presupuesto (costó quince millones de dólares). Según cuenta la leyenda, luego del escándalo por el estreno muchos de los que participaron pidieron ser “borrados” de los créditos. El “roche” en esos años todavía era grande.

Aunque el filme se mantiene fresco, lozano como cuando fue su estreno, pero ahora se puede ver con cierta inocencia y hasta piedad, después de lo que vino en materia de sexo explícito en los medios audiovisuales. A pesar de ello, la verdad que Calígula pudo ser mejor. Pudo haber sido una película sobre el poder y como corrompe a los hombres, visto desde el lado del sexo. Sobre el autoritarismo de quien detenta el poder y cómo puede llegar a humillar a las personas hasta que cometan actos execrables a la naturaleza, a la manera del Saló de Pasolini.

Pero, las escenas que contiene son de sexo gratuito, sin ton ni son. Un emperador loco que tiene gustos sexuales bastante abyectos. Visto a la distancia de los años, las escenas que tanto escandalizaron no son nada ahora frente a todo lo que se ve hoy día en la televisión y el cine. Hasta Calígula parece solo un niño inocente, caprichoso y desorientado que no sabe como canalizar sus impulsos libidinosos. Ni las escenas de claro incesto con su hermana Drusilla llaman en estos días la atención.

El filme fue la cumbre del actor británico Malcolm McDowell que interpreta en su clásico estilo al degenerado emperador. Si bien La naranja mecánica de Stanley Kubrick lo hizo famoso y ya era conocido por algunas películas de Lindsay Anderson (If, Hospital Britannia), fue con Calígula que llegó a la cúspide. De allí en adelante iniciaría un lento declive hasta su eclipse.

Y, si bien es exagerado tipificarlo como un “clásico”; es un placer ver a una joven Helen Mirren interpretando a la promiscua Caesonia. Solo por ella vale la pena ver de nuevo Calígula, que por cierto en esta versión de DVD (con material extra) llega con cerca de dos horas treinta, un poco más que en su duración original del estreno, aquel ya lejano 1980.
lagartocine@yahoo.es
CALÍGULA
Dir: Tinto Brass
Guión: Gore Vidal, Bob Guccione, Giancarlo Lui
c/ Malcolm McDowell (Calígula), Peter O'Toole (Tiberio), John Gielgud (Nerva), Helen Mirren (Caesonia), Teresa Ann Savoy (Drusilla), John Steiner (Longinus), Guido Mannari (Macro)
EEUU-Ita/1979/Porno histórico***/DVD