sábado, mayo 26, 2007


TODOS LOS HOMBRES DEL REY [All the king's men]
Dir. y guión: Steven Zaillian (basado en la novela de Robert Penn Warren)
c/ Sean Penn (Willie Stark), Jude Law (Jack Burden), Kate Winslet (Anne Stanton), James Gandolfini (Tiny Duffy), Mark Ruffalo (Adam Stanton), Patricia Clarkson (Sadie Burke), Anthony Hopkins (Juez Irwin)
USA-Ale/2006/Drama+++

Hacia 1949 se estrenó una película titulada Todos los hombres del rey (All the king's men) que suscitó mucho interés por el tema tratado: cómo el ejercicio del poder puede corromper, incluso hasta a los más limpios de espíritu y que ingresan al mundo de la política con la mejor buena intención. El filme trataba del meteórico ascenso de un hombre de buenas intenciones que quiere ayudar a su pueblo, víctima de las corruptelas de los políticos locales, llegando a la cúspide del poder como gobernador de un estado; y, cómo una vez en el poder se convertirá en uno más de los que tanto había denostado.
Otro aspecto interesante era la excepcional actuación de Broderick Crawford, que le valió el Oscar de aquel año, realmente se había “metido” en el personaje y era tan convincente que uno lo seguía viendo una vez terminada la función (quien escribe esta nota no había nacido en esa época, la vimos por televisión hace algún tiempo).

Todos los hombres del rey era una película que uno no olvida y se mantiene tan fresca como cuando fue estrenada, lo cual sucede solo con los clásicos.
Por eso nos llamó mucho la atención el DVD que contiene el “remake” o segunda versión del clásico filme de Robert Rossen (el remake nunca se ha estrenado en nuestro país y solo con suerte se exhibirá alguna vez), esta vez con Sean Penn como el idealista Willie Stark, y Jude Law como el periodista Jack Burden que, como testigo de lo que pasó, nos da cuenta de la historia del hombre idealista hasta su trágico final.

En principio, que la primera versión de la novela tenía un ritmo ágil y muchas veces velozmente endiablado de seguir, más o menos como es la vida de un político, siguiéndolo en su incesante discurrir de un lado a otro, por lo que había que estar muy atentos a todo lo que pasaba y era muy difícil perder la atención, por lo que fácilmente la historia era contada en menos de dos horas. En el “remake”, el ritmo es más lento, con un tono evocativo entre nostálgico y melancólico, sujeto a varios flashbacks muchas veces innecesarios, lo cual está resaltado con una música que enfatiza las escenas hasta el cansancio, llenando el espacio de una innecesaria solemnidad, lo que hace decaer el interés del espectador, aburriéndolo por momentos. A ello, hay que sumar la muy afectada actuación de Penn, en contraposición a la más sobria de Law, por lo que gana en interés el personaje secundario y no el principal; aparte que ese pasado evocativo tiene que ver con la niñez y juventud del periodista interpretado por Law, lo que, desde el punto de vista de la historia principal –el ascenso y trágico fin de Stark- es irrelevante, produciendo un metraje dilatado de más de dos horas, bastante innecesario y que hace “inacabable” la película.

Haciendo el balance de los pro y los contras, al final de cuentas nos quedamos con la versión original, es mucho mejor, está mejor interpretada y supo captar el espíritu de la obra: no importa porqué causa o motivo se ingresa a la política, sino que puedes acabar como lo que tanto desprecias. Ejemplos hay en cantidad, aquí y allá.
lagartocine@yahoo.es

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