Tom Hooper, proveniente de la tv, tiene dos cartas de
presentación que lo hicieron conocido en el cine: El discurso del rey (2010) -bastante superior a La chica danesa-, donde narra los
pormenores de la superación personal que debe realizar el rey Jorge VI para
sobrellevar su tartamudez y dirigirse a su pueblo en los momentos difíciles de
la II Guerra Mundial; y la muy menor adaptación musical de Los miserables (2012), que mereció mejor fortuna.
Estamos en la década del veinte del siglo pasado, cuando
un pintor danés, Einar Wegener, descubre casualmente su verdadera sexualidad,
que lo llevará a someterse a la primera operación de cambio de sexo que se
tenga registro.
En una época de gran represión sexual, donde las opciones
diferentes eran consideradas “anormalidades”, la opción de Wegener fue
valiente; pero quizás la película mereció un mejor tratamiento que el
“correctamente acartonado” que va narrando los hechos (un poco en la onda de Los miserables). Quizás penetrar un poco
más en la intimidad, en la sique del personaje, registrar los cambios internos
que van marcando su deseo de ser mujer, más allá del uso de las prendas de su
esposa.
La cinta es poco convincente, eso sí correctamente
elaborada, pero que le faltó más audacia, “nervio”, ir un poco más allá de la
anécdota narrada.
LA CHICA DANESA [The Danish Girl]
Dir: Tom Hooper
Guión: Lucinda Coxon, basado en la novela de David
Ebershoff
c/ Alicia Vikander (Gerda Wegener), Eddie Redmayne (Einar
Wegener / Lili Elbe)
EEUU,UK/2015/Drama, biopic***/Estrenos
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