lunes, octubre 29, 2007

EL DUELO


El duelo (otros títulos en español la etiquetan como Sin miedo o El audaz, aunque más apropiado es con el que ha circulado entre nosotros) es un filme de kung fu con “mensaje” y en un contexto histórico determinado: el sometimiento de China por las potencias extranjeras a inicios del siglo XX y como la escuela que funda Huo Yuanjia (personaje que existió) quiere ser un símbolo de la resistencia nacionalista ante el ocupante invasor.

Tiene una primera parte bastante convencional: el niño Huo Yuanjia quiere ser campeón de kung fu como su padre, quien es su ejemplo a seguir, hasta que morderá el polvo de la derrota peleando con otro niño. Luego hay una elipsis y pasamos al Huo Yuanjia adulto y hábil en las técnicas de la lucha cuerpo a cuerpo, pero envanecido de sus triunfos y derrotado por sus propias debilidades. Hasta ese momento el filme como que no despega, hasta que sucede el nudo de la trama, la muerte de su madre e hija a manos del hijo de uno de sus rivales. Es la segunda parte la más interesante, debido a la trasformación del protagonista y al conocimiento de su mundo interno gracias al dolor y ayudado por una muchacha ciega que puede ver en su corazón. Ese segundo momento, con la formación de la escuela y la resistencia “pacífica” contra el invasor extranjero en el campo de lucha, perdiendo sus principales figuras y humillados ante un “chinito” desconocido es la más emocionante. Se siente la lucha interna del personaje y el conocimiento que tiene de si mismo, impregnándole Jet Li (el mismo de Héroe) de un toque especial, trágico, como sabedor de su destino, fatal e irremediable.
Por lo demás las escenas de combate es lo mejor del filme, operáticas, barrocas, rocambolescas, verdaderos ballets de las artes marciales.

El duelo (el título en español alude no solo a las peleas, sino a la lucha interna del personaje), sin ser una gran película, vale la pena ver, no solo para los amantes del kung fu; aunque en honor a la verdad, el realizador tuvo para sacarle más provecho al argumento –hasta le podría dar un significado simbólico a las peleas contra los luchadores extranjeros-, pero se quedó a mitad de camino.
Eduardo Jiménez J.
lagartocine@yahoo.es

EL DUELO [FEARLESS]
Dir: Ronny Yu
Guión: Christine To y Chris Chow
c/ Jet Li (Huo Yuanjia), Nakamura Shidou (Anno Tanaka), Dong Yong (Noong Jinsun), Betty Sun (Moon)
China, EEUU/2006/Acción, drama***/Estrenos

viernes, octubre 26, 2007

EL BUEN NOMBRE


El buen nombre es un proyecto ambicioso de la realizadora hindú afincada en Nueva York, Mira Nair, y es el más logrado, de los últimos, desde La boda del monzón, estrenado comercialmente entre nosotros hace algunos años atrás.

Narrar durante poco más de dos horas la historia de una familia bengalí asentada en Nueva York, en un arco temporal de treinta años no es fácil y se aprecia en el resultado final, bastante disparejo. Muchas veces Mira Nair ha debido optar por la elipsis o contar brevemente un episodio determinado. Lo mejor es la primera parte, la historia de la pareja que contrae un matrimonio en la India concertado por las familias, a la usanza tradicional, conociéndose recién en la pedida oficial de mano, emigrando luego a Norteamérica, lo cual conlleva un proceso de trasculturización pero que no les hace perder sus raíces, al punto que ella seguirá usando sus ropas tradicionales como en su tierra natal. Los personajes tienen densidad, son creíbles y se sigue con interés sus vicisitudes.

Lo menos interesante es la historia de los hijos. Nacidos en Estados Unidos, no sienten ya como suyos los valores culturales de sus padres. Son “citizens” antes que miembros de una casta hindú.

Quizás lo más resentible en el filme son las elipsis o saltos temporales y los resúmenes de episodios, que nos hacen quedar con un sabor agridulce en la boca, pero necesarios por el metraje, más acorde con una miniserie, por el abundante material, que para un filme de dos horas. El tema es interesante, la decisión de migrar a otras tierras por mejores oportunidades nos concierne a todos; así como el tratamiento, con esa óptica sociológica que posee la realizadora y se siente hasta en su película “histórica” La feria de las vanidades y que es huella indeleble de su estilo, siendo un deleite, solo por eso, ver sus filmes.
Eduardo Jiménez J.
ejjlaw@yahoo.es

viernes, octubre 19, 2007

VENUS


Canto del cisne del deseo otoñal

Lo interesante de Venus es el tratamiento de un tema más o menos tabú: el deseo sexual que puede tener un hombre anciano por una chiquilla. Generalmente se acepta el amor entre adultos y jóvenes, o hasta niños si es un amor inocente, pero está vetado si estos pasan de los setenta años, como que ya no existiera eros ni deseo sexual por cruzar el umbral de la senectud.

Venus es un alegato a ese amor terrenal, de sentirse atraído por una joven a pesar de cruzar los 75 años. Maurice (Peter O’Toole) es un actor con un historial amoroso muy amplio. Con un grupo de amigos contemporáneos a él pasa el tiempo hasta que aparece Jessie, una sobrina lejana de uno de sus amigos, comenzando una relación que será la culminación erótica en la vida del gran Maurice. Será “su” Venus en el significado voyeurista del término y de la diosa del amor reflejada en el célebre retrato, pero esta vez con una cocacola en una mano y una bolsa de papas fritas en la otra.

Excelente la actuación de Peter O’Toole en un rol otoñal hecho a su medida, aunque los demás coprotagónicos no se quedan atrás, como la gran Vanesa Redgrave, a quien es un placer ver luego de tantos años.

Esta película jamás se estrenó en nuestro medio y es probable que tampoco se estrene, estando disponible en dvd para quienes quieran ver un cine distinto.
Eduardo Jiménez J.
lagartocine@yahoo.es

lunes, octubre 15, 2007

TOM JONES


Tom Jones ha sabido captar el espíritu de la obra. Ligera como la historia que cuenta, en el tono de la picaresca, nos va contando la historia del joven y arrogante Tom, interpretado por un también joven Albert Finney en el papel protagónico. Desinhibida, suelta, libre, hasta un poco salvaje como el espíritu del personaje central, es uno de esos pocos casos en que una buena novela es llevada bien al cine.

La picaresca tiene la ventaja de describir el mundo tal como es: con sus vicios, maldades e injusticias, pero en vez de elaborar una tragedia con esos elementos, les da un tono ligero. Así presenciamos el ahorcamiento de una persona por solo robar un pan por hambre, o caer él y su familia en la vergüenza pública al nacer un hijo extramatrimonial en su seno, hijo que no tendrá absolutamente ningún derecho por su nacimiento espurio; sirvientes que tenían los terratenientes para “todo servicio”, incluyendo el sexual. Todo eso nos describe el filme con ese tono desenfadado, cínico y risueño. La picaresca tiene un héroe –o mejor dicho un antihéroe- que va recorriendo el mundo y pasando así por las distintas clases sociales, con sus defectos y virtudes encarnados en los personajes centrales. Solo los buenos no están a un lado, ni los malos al otro. Tom Jones es vital, generoso, instintivo, se comporta como un animal salvaje, todo lo contrario a su medio hermano Blifil: astuto, racional, frío e hipócrita, apegado a las convenciones sociales a fin de obtener ventajas para si. Y en todas las clases y personajes que descubre Tom por el mundo encontrará la fiel aplicación del adagio “tanto tienes, tanto vales”. No importa ser feo, bajo y contrahecho, con de tener dinero. De allí que cuando se descubre que Tom es sobrino de Lord Alworthy se “legaliza” su situación jurídica al pasar de bastardo a heredero de una cuantiosa fortuna, abriéndosele las puertas de la “sociedad” inglesa y autorizándolo para poder casarse con su amada, algo imposible cuando su estatus era de hijo ilegítimo.

Por cierto, la película rinde tributo al cine mudo, como en la introducción, donde, por medio de carteles se da cuenta de la acción que vemos. Gana en agilidad y le da un toque especial. También hay escenas donde no existen los parlamentos –usando Richardson adecuadamente el lenguaje cinematográfico-, como las del enamoramiento de Tom y Sophie, o la de la seducción por la mirada –preludio del amor- entre Tom y la Sra. Waters.
Eduardo Jiménez J.
lagartocine@yahoo.es
TOM JONES
Dir: Tony Richardson
Guión: John Osborne, basado en la novela de Henry Fielding
c/ Albert Finney (Tom Jones), Susannah York (Sophie Western)
UK/1963/Comedia/Clásicos de ayer y hoy

martes, octubre 09, 2007

LA FUENTE DE LA VIDA


Fallido tratamiento acerca de la muerte

Darren Aronofsky se hizo conocido con una interesante y lograda película sobre el mundo de la drogadicción y la soledad, Requien por un sueño (2000). De allí que era esperable el siguiente largo. Lamentablemente más ha sido la expectativa que el resultado final.

El tratamiento acerca de la muerte es siempre difícil. Ya Gonzáles Iñárritu en 21 gramos quiso enfocarla en forma solemne y el resultado fue un filme vano, pesado y aburrido. Aronofsky la ha querido tratar enlazándola con una historia de amor que va más allá del tiempo y el resultado es igual: un plomazo que ha pesar de su cortedad –poco más de hora y treinta- es aburrida hasta la solemnidad. El realizador ha querido hacer una combinación entre película “histórica”, con toques de “new age” setentero, árbol de la vida bíblico, magia precolombina y drama del amado que ve impotente como muere la amada, y el saldo final es poco convincente, a lo que se debe añadir la música que machaca la solemnidad hasta la exasperación. El balance es una película que tiende a la grandiosidad, cuando debió ser hacia la intimidad, a fin de tratar el drama que toca a la pareja, lírico y sencillamente, sin tantos efectos especiales o barroquismo de por medio, quizás así, habría sido mucho mejor lo visionado.

El intento era audaz e interesante, hasta podemos decir que era un ensayo artístico digno de encomio; pero, el producto final fue poco halagüeño. De todas maneras hay que rescatar el intento, en un ambiente, como el cine comercial norteamericano actual, que se ha estancado en el conformismo, la complacencia y la repetición hasta la saciedad de viejas fórmulas. En ese sentido, a manera del personaje del conquistador español, bien valió explorar nuevas fronteras visuales y sensoriales. Esperemos que su próximo filme tenga un mejor logro.
Eduardo Jiménez J.
ejjlaw@yahoo.es


LA FUENTE DE LA VIDA [The fountain]
Dir: Darren Aronofsky
Guión: Darren Aronofsky, basado en un argumento de Darren Aronofsky y Ari Handel
c/ Hugh Jackman (Tomás/Tommy/Tom Creo), Rachel Weisz (Isabel/Izzi Creo), Ellen Burstyn (Dra. Lillian Guzetti), Mark Margolis (padre Ávila), Sean Patrick Thomas (Antonio)
EEUU/2006/Ficción, drama***/Estrenos

jueves, octubre 04, 2007

BATMAN

A veces es preferible no volver a ver las películas que uno visionó de niño. El embeselamiento, el candor, la fascinación con la que se seguía nos hacía parecer que estábamos ante la más grandiosa película jamás filmada.
Vista con los ojos de la madurez, con el sentido crítico y lejos ya de la inocencia infantil de aquellos años nos preguntamos cómo nos pudo parecer “grandioso” un filme con tantos fallos, tan débil argumento y personajes más de chiste y de serial. Es lo que me pasó con Batman, la película, aquella legendaria que evocaba la serie de los años 60. Recordar que la vi maravillado cuando fue su estreno y ahora, cuarenta años después, me resulta una decepción.

Así como es mejor no buscar a los amores de juventud luego de transcurridos muchos años; creo que es mejor no ver los filmes que de niño nos extasiaron, que tienen que ver con una época inocente de nuestra vida, sino corremos el riesgo de perder ese grato recuerdo, que como los amores de juventud, es mejor mantenerlo como está y no como sería años después. Los recuerdos son parte de la vida, así que mejor es preservarlos de cualquier “contagio” de la realidad.
Eduardo Jiménez J.
lagartocine@yahoo.es

lunes, octubre 01, 2007

BEETHOVEN, MAESTRO INMORTAL


Beethoven no es propiamente una biopic, sino un mirar desde el punto de vista de la copista que lo ayuda en trascribir sus partituras los últimos años de vida del gran compositor alemán, por lo que el título en inglés trascribe más fielmente el contenido temático del filme (Copiando a Beethoven). La realizadora soslaya el academicismo y acartonamiento propio de personajes universalmente conocidos y lo presenta como es: contradictorio como todo genio, con un tratamiento cálido y comprensible al personaje, retratándolo en pleno proceso creativo: áspero, difícil, con exabruptos y arranques de ira constantes, tal como lo siente la inocente copista Anna Holtz, hasta cuando se burla, sin querer, de sus composiciones. Es un Beethoven más íntimo, personal y, por tanto, más cercano a nosotros. Es la vida expresada a través de sus grandes contradicciones.

Sin embargo, a Beethoven le faltó más brío y originalidad, más soltura e imaginación, y acá debemos compararlo con otra cinta que trata de otro genio de la música: Amadeus de Milos Forman. Pese a ello, Beethoven merece ser vista por las grandes actuaciones de Ed Harris, realmente meticuloso y obsesivo en meterse “bajo la piel” de su personaje, y Diane Kruger que no se queda atrás, así como el gran cuidado que se ha tenido en hacer las recreaciones de época que han incluído incluso las partituras y los objetos de uso personal.
Eduardo Jiménez J.
ejjlaw@yahoo.es
BEETHOVEN, MAESTRO INMORTAL [Copying Beethoven]
Dir: Agnieszka Holland
Guión: Christopher Wilkinson y Stephen Rivele
c/ Ed Harris (Ludwig van Beethoven), Diane Kruger (Anna Holtz), Nicholas Jones (archiduque Rudolph), Matthew Goode (Martin Bauer), Ralph Riach (Wenzel Schlemmer), Joe Anderson (Karl van Beethoven), Bill Stewart (Rudy), Angus Barnett (Krenski)
EEUU, Reino Unido, Hungría/2006/Drama***/Estrenos