lunes, abril 23, 2007


SOPHIE SCHOLL: LOS ÚLTIMOS DÍAS [Sophie Scholl: Die letzten tage]
Dir.: Marc Rothemund
Guión: Fred Breinersdorfer
c/ Julia Jentsch (Sophie Scholl), Alexander Held (Robert Mohr), Fabian Hinrichs (Hans Scholl), Florian Stetter (Christoph Probst)
Alemania/2005/Drama***

Canto a la libertad y a la resistencia contra la dictadura en la Alemania nazi.

Sophie Scholl llama la atención por una puesta en escena absolutamente desdramatizada, muy al estilo de Bertolt Brecht. Si bien hay una simpatía por el personaje central, no es menos cierto que existe un distanciamiento con el tema tratado. A manera de una crónica se va describiendo los últimos días y horas de la protagonista (una activista de la organización de resistencia llamada la Rosa Blanca, que se dedicaban a mandar cartas a los ciudadanos alemanes sobre la verdadera condición en el frente de guerra y la imposibilidad de ganarla), desde su captura hasta su ejecución.

Es así que la cámara va siguiendo a la protagonista desde el momento en que imprime las hojas de lucha en un mimeógrafo, pasando por su captura cuando las distribuye y el interrogatorio por la Gestapo. Incluso los policías no son tratados como tipos pérfidos y sádicos torturadores de sus víctimas, sino como fríos burócratas que cumplen con su función. El interrogatorio es la parte central de la trama, basándose en la dicotomía de interrogado e interrogador. La primera una joven idealista de 21 años que lucha por la libertad y se atiene a las consecuencias de sus acciones. Y, el segundo, el policía, que como miles de alemanes de aquella época, cree que el nacionalsocialismo traerá la grandeza y prosperidad de Alemania. El juego dialéctico de ambos es lo más rico de la película. El juicio es apenas una fachada de legalidad, de una sentencia que ya se sabe de antemano. Un presidente de corte que no busca saber la verdad de los hechos, sino que está imbuido del fanatismo hitleriano. La sentencia condenatoria es el necesario epílogo al drama.

Sophie Scholl es una película aparentemente mínima, con austeridad de escenografías y sustentada en sólidas actuaciones, empezando por la actriz que encarna a la protagonista principal; y, es también un canto a la libertad, y que donde exista el autoritarismo y la dictadura, siempre habrá un puñado de resistentes. La historia de aquí y de allá ha comprobado reiteradamente que mientas existan Sophie Scholl, la libertad estará asegurada como uno de los bienes más preciados del ser humano y su muerte no será en vano.
lagartocine@yahoo.es


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