jueves, marzo 22, 2007


MARÍA ANTONIETA [Marie Antoinette]
Dir.: Sofia Coppola
Guión: Sofia Coppola; basado en el libro "María Antonieta: La última reina" de Antonia Fraser
c/ Kirsten Dunst (María Antonieta), Jason Schwartzman (Luis XVI), Rip Torn (Luis XV), Judy Davis (condesa de Noailles), Asia Argento (madame Du Barry), Marianne Faithfull (emperatriz María Teresa)
EEUU-Fra/2006/Biopic+++

Creo que a los franceses no les ha caído en mucha gracia el filme de Sofía Coppola sobre la última reina de Francia debido a que no se ciñe a la imagen “tradicional” e histórica que todos tenemos de la reina austriaca, a la que algunos -con bastante injusticia- han achacado la responsabilidad del derrumbe de la monarquía y el advenimiento de la revolución francesa.

Es que la María Antonieta descrita por la Coppola más corresponde a una joven soñadora y pragmática a la vez de fines del siglo XX que a la encopetada y frívola soberana que –producto de su desconocimiento político y desconexión con la realidad- sugería que el pueblo, al morirse de hambre, coma tortas al no tener pan. (Un ejemplo: cuando conoce personalmente a su novio y futuro esposo –de quien solo tenía referencias por un pequeño retrato- le dice que es más joven de lo que parece, pareciendo así más una chica contemporánea que conoce a un muchacho por el chat o el correo electrónico y le habla de tú a tú que la futura reina de Francia, que debe guardar todas las formalidades propias de su investidura).

Abarcando un arco temporal de cerca de veinte años, desde que la joven (tenía quince años) María Antonieta es entregada en matrimonio al delfín de Francia, Luis XVI, en 1770, a fin de cimentar la alianza franco-austriaca hasta la huída de la familia real de Versalles en 1789 (otro detalle que no presenciamos en la película es la decapitación de María Antonieta, para los efectos de la historia fílmica no interesa mucho). Como en Lost in translation (Perdidos en Tokio, 2003) y también en su primer filme, Las vírgenes suicidas (1999), la idea-fuerza no es tanto el recuento escrupuloso de los hechos históricos tal como sucedieron sino describir la soledad, la falta (o dificultad) de comunicación, el aislacionismo y la falta de comprensión hacia el otro en el mundo post moderno. Por eso, en María Antonieta no importan tanto los hechos históricos propiamente, sino adentrarnos en el alma femenina de la protagonista. Saber que piensa, cómo se siente, cómo se ve esta joven en un mundo extraño a ella, asemejándose el diseño del personaje a una mujer contemporánea a fin que la generación actual la vea con los ojos propios de la percepción e ideología de esta época.

En una corte frívola y ceremonial (como María dice en un momento de desesperación frente a todo ese absurdo ceremonial es ridícula, y la chaperona le retruca secamente es Versalles), María Antonieta es alegre, espontánea, pero se aburre en ese mundo, al que con el tiempo se adaptará y le “sacará la vuelta”, consiguiendo un amante, comprando compulsivamente ropas y zapatos (como cualquier mujer de la época actual) y haciendo sus días más llevaderos en esa corte que la agobia y frente a un joven rey bastante frío e indiferente a su joven esposa, que prefiere dedicarse a la caza y hacer candados que a complacer a su fogosa y calenturienta consorte (las hormonas dirían los médicos actuales).

María Antonieta al final se impondrá a esa corte, al costo de adquirir ese carácter frívolo con el que ha pasado a la historia. De allí que la realizadora también alterne la música clásica con música rock, en consonancia con lo que quiere trasmitir: el deseo y sentimiento de una chica que quiere vivir su vida como cualquier adolescente, liberarse de ese oprobio ceremonial (“prisionera de la corte”) en la música a fin de ser ella misma; y, son esas escenas con música “discrónica” (que no corresponde a la época en que se desarrolla la historia) las mejores del filme.

En lo personal preferimos el anterior trabajo de Sofía Coppola, Lost in translation, nos parece el más acabado de su –por ahora- corta filmografía como realizadora. Sin embargo, María Antonieta merece verse por la frescura e irreverencia con que ha tratado al personaje, salvando así el acartonamiento “histórico”, escollo principal y más peligroso en éste tipo de filmes.

Pese a que se anunció su estreno en nuestro país, M.A. jamás se estrenó comercialmente –con lo que ya suman decenas las películas que por una misteriosa razón al final son cancelados los estrenos, pese a que en países vecinos se exhiben sin dificultad-, aunque está disponible en dvd, sobretodo para quienes seguimos la carrera de esta interesante cineasta. Como dice el viejo adagio “de raza le viene al galgo”. No hay que perder su trayectoria. Todavía tiene mucho más que aportar esta joven realizadora.
lagartocine@yahoo.es

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