lunes, marzo 05, 2007


CARTAS DESDE IWO JIMA [Letters from Iwo Jima]
Dir: Clint Eastwood
Guión: Iris Yamashita y Paul Haggis; basado en el libro "Picture letters from commander in chief” de Tadamichi Kuribayashi.
c/ Ken Watanabe (general Tadamichi Kuribayashi), Kazunari Ninomiya (Saigo), Tsuyoshi Ihara (barón Nishi), Ryo Kase (Shimizu), Shidou Nakamura (teniente Ito), Nae (Hanako), Hiroshi Watanabe (teniente Fujita), Takumi Bando (capitán Tanida), Yuki Matsuzaki (Nozaki)
USA/2006/Bélico++++

La inutilidad de la guerra

Cartas desde Iwo Jima es una película atípica en el género bélico. Enfocando la batalla de Iwo Jima desde el lado japonés y el código de honor que disciplinadamente siguen los soldados que conocen de antemano que no tienen otro camino que morir con honor, va narrando los prolegómenos a la batalla y su relación con el “otro”, a los esfuerzos del lado nipón para contrarrestar un enemigo muy superior en número y en armamentos, por lo que todo ese esfuerzo de antemano se sabe inútil -de lo que son concientes los sitiados- pero no sin ofrecer fuerte resistencia y la mayor cantidad de bajas a los sitiadores.

Esa inutilidad de la guerra subyace en Cartas desde Iwo Jima, que nos va revelando los sentimientos más personales de los sitiados, recordando a su familia, amigos o pueblo de origen, más allá de su origen social o de casta. Morirán luchando por su emperador, con honor, aunque están más muertos que vivos, no solo porqué de antemano saben que morirán por la gloria del imperio japonés, sino por la desnutrición crónica que sufren y las enfermedades tropicales que hacen estragos entre la tropa, a lo que contribuye los colores “lavados”, casi monocromáticos, como si fuera un viejo documental rescatado del tiempo, como esas cartas de los soldados japoneses que jamás llegaron a su destino y que nos hace evocar épocas ya idas, surgida de la bruma de los recuerdos, a fin de escenificar una batalla que demuestre a las generaciones futuras la inutilidad de toda guerra. Pero –y esto es importante- la película no es un filme antibélico explícito, sino que lo deja a la lectura del espectador. Este deberá sacar sus propias conclusiones.
Hay un detalle que revela que norteamericanos y japoneses son tan iguales, al margen de las creencias por las que luchan. Al morir un soldado norteamericano capturado, se le descubre una carta dirigida a su madre. Abierta por el oficial japonés –conocedor del idioma y costumbres sajonas- el contenido es similar al que enviaría un soldado nipón a sus seres queridos. En ese detalle se revela que “el otro” es muy parecido en los sentimientos, afectos y emociones más allá de las fronteras del idioma o la cultura.

Filme triste, melancólico, reflexivo, intimista, subjetivo, de morir con honor, que es quizás la mejor manera de morir, de tributo a los caídos del lado contrario, que ya no son considerados enemigos, sino seres humanos como los sitiadores, y donde la inutilidad de la guerra se refleja en toda su crudeza. Cartas desde Iwo Jima es un hermoso filme, canto del cisne de un realizador que ha visto todo y que nada de la naturaleza humana le es ajena. Testamento y testimonio fílmico de la inutilidad de la guerra y de la condición humana. En esta época, donde los tambores de guerra vuelven a resonar con más furia, Cartas desde Iwo Jima es un buen antídoto a ese espíritu guerrerista e inútil.
lagartocine@yahoo.es

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