Por: Eduardo
Jiménez J.
ejimenez2107@gmail.com
ejj39@hotmail.com
@ejj2107
La saga de los antihéroes es una “vuelta de tuerca” al
concepto aséptico, diáfano y “puro” que tenemos de los héroes del cómic. El más
conocido por acá fue Hancock (2008), lograda comedia que parodiaba al típico
héroe de historieta.
Basada en un personaje de esa fábrica de cómics que es
Marvel, Deadpool adquiere características suprahumanas (tiene la peculiaridad
de regenerar los tejidos heridos o enfermos, trasformándolo prácticamente en
inmortal) producto de un experimento de laboratorio, por lo que decide vengarse
de quienes lo trasformaron en un engendro, un “freak”.
Lo positivo de la película es que no se toma en serio,
hay parodias a los propios héroes de la Marvel (el hombre de aluminio ya raya
con lo tonto), el personaje oscila entre lo estrafalario y desquiciado, tiene
la incorrección de dirigirse a la cámara y por extensión al público, el ritmo
de la acción es tan vertiginoso como las ideas que pasan por su cabeza. Buen
divertimento con una continuación asegurada.
DEADPOOL
Dir: Tim
Miller
Guión: Rhett
Reese, Paul Wernick
c/ Ryan
Reynolds (Wade / Deadpool), Ed Skrein (Ajax), Morena Baccarin (Vanessa)
EEUU/2016/Acción, aventuras***/Estrenos
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