Por: Eduardo
Jiménez J.
ejimenez2107@gmail.com
ejj39@hotmail.com
@ejj2107
El
renacido tuvo
una larga espera hasta ser llevada al cine. Comprados los derechos de la novela
a inicios de siglo, se pensó en un primer momento en Samuel L. Jackson para el
protagónico, luego en Christian Bale. Igual fue con los directores, hasta que
el proyecto cae en las manos de González Iñárritu, quien venía en olor a
premios y críticas favorables por Birdman,
concediéndole un presupuesto generoso de más de ciento treinta millones de
dólares, contando para el protagónico a Leonardo DiCaprio, quien “olfateó” que
la actuación le podía valer su primer Oscar.
El rodaje tampoco fue nada fácil.
Rodada en Canadá, luego pasaron a la Patagonia argentina con peligro de
hipotermia para el equipo de producción, parte del cual se rebeló y dejó a
medias la producción. (Nos hace recordar, por lo accidentado, al rodaje de Apocalipsis ahora).
Estamos a inicios del siglo XIX, la
doctrina del “destino manifiesto” se hace carne en los Estados Unidos, ocupando
los territorios al oeste. Para ello se unen colonos, comerciantes y el propio
ejército de la Unión. La ley prácticamente no existe y los indios son
exterminados a fin de ocupar sus terrenos y apropiarse de sus recursos.
En ese contexto se encuentra Hugh
Glass, personaje histórico, pioneer que
incluso ha merecido el reconocimiento de una estatua con su nombre (se dice que
hay una película anterior –no la hemos visto-, de 1971, Man in the Wilderness, con Richard Harris en el protagónico, inspirada en la histórica
travesía).
La anécdota central parece que fue
cierta. En una de las tantas incursiones donde Glass era guía de expediciones, es mal herido por una
enorme osa. Dado por muerto por sus compañeros, inicia un largo recorrido de
más de trescientos kilómetros de territorio hostil, ocupado por los indios y en
pleno invierno. La película, como la odisea de Glass, es un himno a la
supervivencia en difícilisimas condiciones (y, como declaró el propio director,
un homenaje al cine silente: gran parte de la historia se desarrolla sin
diálogos). Y uno de los personajes centrales es el paisaje: desolado, frío,
inclemente con quien no conoce las trampas que permitan sobrevivir, que expresa
desamparo y hostilidad (un tanto lo que siente el personaje). Es allí donde se
desarrolla la enorme odisea de Glass de llegar vivo hasta el asentamiento
colono más cercano y que es parte medular del filme.
Gracias a la excelente fotografía
de Emmanuel Lubezki con los tonos
blancos del invierno nos trasmite esa sensación de soledad, frío y hostilidad,
de un ambiente agreste para el hombre. Es cierto que la cinta tiene un exceso
de metraje (a lo cual es muy afecto González Iñárritu), pero vale la pena solo
por presenciar esos paisajes, de los que ya quedan pocos en el planeta.
EL RENACIDO [The
Revenant]
Dir. Alejandro González Iñárritu
Guión: Mark L. Smith y Alejandro González Iñárritu,
basado en la novela de Michael Punke
c/ Leonardo
DiCaprio (Hugh Glass), Tom Hardy (John
Fitzgerald), Domhnall Gleeson (Captain Andrew Henry)
EEUU/2015/Acción***/Estrenos
No hay comentarios.:
Publicar un comentario