jueves, febrero 13, 2014

BLUE JASMINE

Woody Allen no requiere presentaciones. Más o menos conocido por quien se considere cinéfilo, sus películas han sido vistas con cierta regularidad, sea en cine o dvd; incluso cada cierto tiempo, aquí y allá, se hacen retrospectivas de su obra. Otra característica es ser un cineasta que realiza una película al año. Incluso debió migrar a Europa para conseguir financiamiento y no detener los proyectos. Hasta donde sabemos, Blue Jasmine es su primera obra de retorno o ambientada de nuevo en los Estados Unidos, compartiendo escenarios entre el Nueva York de sus fobias y obsesiones, y la ciudad de San Francisco.

El argumento es como sigue: Jasmine, mujer de la alta sociedad neoyorquina, ha quedado en la absoluta pobreza, luego que el FBI –gracias a una delación de la propia Jasmine- arrestara a su esposo Hal por fraude y evasión de impuestos, siendo confiscados todos sus bienes. Su esposo opta por el suicidio en la cárcel, su hijastro decide cambiar de identidad frente a la vergüenza familiar y Jasmine –que ya ha sufrido tratamiento siquiátrico por la depresión y shock que le causó el escándalo y pasar vertiginosamente de rica a pobre- no tiene otra opción que aceptar la hospitalidad de su hermana por adopción e irse a vivir con ella a San Francisco. El desarrollo temporal de la cinta alterna el tiempo presente, con los avatares, estrecheces y sinsabores de la protagonista, y un pasado glamoroso y libre de preocupaciones financieras.

Estamos ante la historia de sobrevivencia de la protagonista que constantemente recuerda mejores tiempos y debe aceptar por necesidad refugiarse en la hospitalidad precaria de la hermana -a quien prefería no tratar cuando se encontraba en mejor posición económica-, alternar con los amigos y novio de esta, pertenecientes a la clase obrera, y sufrir el acoso del dentista donde trabaja. La situación va a cambiar cuando conozca a un joven político ambicioso (Dwight) que ve en ella la esposa ideal para su carrera, pasaporte de Jasmine hacia el regreso a su anterior vida.

Pero el destino, como siempre, se encarga de hacer malas jugadas, y los hechos cambian cuando su pretendiente descubra su pasado –ocultado por ella sigilosamente-, incluyendo la defraudación financiera de su difunto esposo. De allí Jasmine recorrerá un camino a la locura o a negar la realidad existente.

Esta comedia dramática tiene un lado desencantado de la condición humana: nos usamos unos a otros de acuerdo a nuestros intereses. No solo de Jasmine y su novio; también la hermana, Ginger, decide abandonar a su novio, Chili el mecánico, cuando cree encontrar un mejor prospecto en un ingeniero de sonido. No existe amor o lealtad hacia las personas, sino un valor de uso de acuerdo a nuestros intereses y necesidades. De allí que “el juego” termina o negando la realidad como en el caso de Jasmine, encerrándose en la locura; o volviendo resignada a su situación anterior como en el caso de Ginger. Pero nada de ello sería creíble sino fuese por la extraordinaria actuación de Cate Blanchett (así como los secundarios) quien da vida a la protagonista principal, descendiente directa de Blanche, el mítico personaje de Un tranvía llamado deseo, cuyo argumento tiene puntos de contacto con el presente filme.

Filme amargo y pesimista, y quizás una de las mejores películas de Woody Allen desde Match Point.
Eduardo Jiménez J.

ejjlaw@yahoo.es

BLUE JASMINE
Dir y guión: Woody Allen
c/  Cate Blanchett (Jasmine),  Alec Baldwin            (Hal),  Sally Hawkins            (Ginger), Andrew Dice Clay (Augie), Bobby Cannavale (Chili), Peter Sarsgaard (Dwight)
EEUU/2013/Comedia dramática****/Estrenos


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