miércoles, marzo 10, 2010

UNA CEREMONIA MÁS: A PROPÓSITO DEL ÓSCAR

La edición 2010 del Óscar trajo para nosotros como atractivo principal el que una película peruana se encuentre entre las cinco finalistas en el rubro mejor película extranjera. Estar entre las cinco finalistas de la premiación cinematográfica más conocida y vista del planeta no es poco cosa. Sin embargo, los criterios de selección del gremio de la industria del cine norteamericano se ajusta a los parámetros de lo que usualmente se entiende como “cine americano”, y en esa lógica, el filme argentino galardonado, El secreto de sus ojos, estaba más a gusto según el criterio de la Academia que La teta asustada, película con una riqueza simbólica y referencia a mitos universales, más apreciada por eruditos y público especializado como el de un jurado de Cannes o de Berlín, que por un público medio, acostumbrado a temas y formas convencionales de ver y hacer cine. En pocas palabras, La teta asustada era demasiado “intelectual” para el gusto de Hollywood.
Sino extraigamos otra comparación. El filme La cinta blanca de Michael Haneke, también finalista y superior en todo sentido a la premiada El secreto de sus ojos (y en mi opinión la que debió ganar) también le fue arrebatada la codiciada estatuilla.
La lección es que el filme puede ser medianamente bueno, pero si está a la altura del gusto de la Academia o de los temas que más atrae a esta, tendrá más posibilidades de adjudicarse el premio.

En cuanto a la mejor película en idioma inglés, Zona de miedo (The Hurt Locker), si bien es una buena película, pero dista mucho de los grandes filmes bélicos que Hollywood ha producido en el pasado. Tan baja está la calidad de la producción norteamericana de los últimos años que The Hurt Locker es lo mejor que se ha estrenado en el 2009 (salvo contadas excepciones). Asimismo suponemos que ha pesado en la decisión de la Academia (recordemos que la decisión es por el sistema de votación de todos los integrantes de los distintos estamentos cinematográficos) que el filme toque el tema de la guerra en Irak, tema sensible entre el gremio liberal y de “izquierda” (en el sentido norteamericano) de la industria del cine. Creo que de ser un jurado imparcial y especializado hubiese elegido a Bastardos sin gloria de Quentin Tarantino, película mucho más creativa que The Hurt Locker y que “reconstruye” a su modo la historia de la II Guerra Mundial, en esa onda “post modernista” del genial director italoamericano.
Eduardo Jiménez J.
lagartocine@yahoo.es

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