martes, febrero 27, 2007


EL LABERINTO DEL FAUNO
Dir y guión: Guillermo del Toro.
c/ Sergi López (Vidal), Maribel Verdú (Mercedes), Ivana Baquero (Ofelia), Álex Angulo (doctor), Ariadna Gil (Carmen), Doug Jones (el fauno)
España-México/2006/Drama fantástico+++

Guillermo del Toro es junto a Alfonso Cuarón (quien funge en la película como uno de los productores) y Alejandro González Iñárritu (conocidos como los tres amigos), la selecta lista de los realizadores mexicanos que han podido internacionalizarse, y que cómodamente pueden trabajar en Estados Unidos o en Europa y son reconocidos como directores profesionales, de oficio, insertándose en la industria cinematográfica. Cada uno ha querido conservar su estilo y cada uno tiene temas que son más o menos de su predilección. A Cuarón le salen mejor las cosas cuando va hacia el lado sombrío de un mundo y personajes que parecen hundirse en un mar de incertidumbres, dudas y frustraciones (por lo menos las dos últimas que se sienten más personales son la entrega de Harry Potter e Hijos del hombre); mientras González Iñárritu completa su trilogía ambiciosa sobre la condición humana en un mundo globalizado. En cambio, Guillermo del Toro va hacia el lado fantástico, a un mundo más allá de nuestras dimensiones.
Curiosamente hemos tenido las últimas películas de cada uno de estos realizadores en cartelera, casi en simultáneo.

En Guillermo del Toro se percibe una vena cada vez más personal en sus filmes; tratando de expresar un mundo distinto al “real”, un mundo de sueños, de fantasías (no necesariamente hermosas o edulcoradas). En esa línea, El laberinto del fauno es un trabajo bastante personal. Situándose en una época histórica determinada (los años posteriores al fin de la guerra civil española, sofocando el ejército los bolsones de resistencia republicanos en el interior del país), vamos a penetrar en un mundo de hadas y faunos, donde la pequeña Ofelia es el nexo entre lo real y lo fantástico.

Sin embargo, son mundos paralelos, que jamás se unirán; es más, el mundo fantástico permanece en una ambigüedad: puede ser que sólo sea producto de la imaginación de la niña, hasta cuando muere, quizás llevándose para siempre su secreto. Pero la dicotomía entre ambos mundos está relacionado también con el clima o ambiente que se vive: el mundo “real” es sombrío, frío, triste (a lo que ayuda la fotografía) y por supuesto tiránico y represor con todo lo que no comulgue con el establishment, encarnado en el capitán Vidal, un tipo alienado y que vive bajo la sombra del padre, encarnación del franquismo en su estado más salvaje; mientras que el mundo “fantástico” es más libre, brillante, intenso en la autorrealización (aunque no exento de pruebas y temores), donde la pequeña Ofelia deviene en princesa.

El laberinto del fauno alterna muy bien ambos mundos (aunque no es un cuento de hadas para niños), teniendo los elementos necesarios para proponer otra lectura más enriquecedora, como que el mundo “real” es pálido y gris, mientras el mundo de nuestras fantasías y sueños es más hermoso y pletórico, a la manera que Vargas Llosa proponía para las novelas, que enriquecen nuestra vida interior.

De las últimas producciones de los tres realizadores mexicanos indicados, me parece que El Laberinto del fauno es la más lograda, le sigue Hijos del hombre de Alfonso Cuarón (a pesar de haber sido ninguneada por los premios internacionales que por estas fechas se reparten), y en un más modesto tercer puesto, Babel, que estamos seguros se llevará alguna estatuilla este domingo.
17.2

Post scriptum: Realizada la entrega anual de premios de la Academia de Hollywood (el comentario líneas arriba fue escrito días antes) fue una sorpresa agradable la entrega la noche del domingo de dos de los principales premios a Scorsese, por mejor película y por mejor dirección. Si bien The departed (Los infiltrados) no es el mejor filme en la larga carrera del realizador ítaloamericano, hace muchos años que se lo merecía. Creador de un universo propio, con rasgos recurrentes y un estilo personal, la Academia (recordemos que es la industria del cine que se “autopremia”, por eso varias entregas pasadas han tenido un sabor arbitrario) le hizo justicia luego de muchos años de ninguneo. En cambio, el gran perdedor fue Babel de Alejandro González Iñárritu (a estas alturas ya peleado con su guionista, Guillermo Arriaga, por celos profesionales), ya que apenas consiguió una estatuilla secundaria (por mejor música original). Para ser franco, pensé que Babel se iba a llevar más de un Oscar, hasta me dije los gringos son capaces de darle el Oscar a mejor película debido a que es una película ambiciosa, tiene un cast internacional, locaciones en todo el mundo, una temática post moderna y se ajusta a lo políticamente correcto. Felizmente no cometieron la barrabasada.
En el medio está El Laberinto del fauno que se lleva tres estatuillas. Como dijo la presentadora, Ellen DeGeneres, era una noche de latinos y solo por allí de algunos “americanos”. Entre El fauno y Babel, la nominación de la pe (como le dicen los españoles a Penélope Cruz), a lo que se suma la premiación de un italoamericano importante (Scorsese), de un negro como mejor actor (o de color como eufemísticamente dicen los sajones), Forest Whitaker, amén de algún japonés por allí (Ken Watanabe), los WASP estaban en minoría. Signo de los nuevos tiempos.
lagartocine@yahoo.es

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