Es muy probable, ahora que Clint Eastwood es un respetado octogenario, las preguntas sobre un “más allá” ronden en su mente más que cuando era joven. Es natural. La vejez nos pone en cercanía con la muerte, hasta que se convierte en una buena amiga. Da que pensar si después existirá otra vida o todo queda en este valle de lágrimas.
En fin, son disquisiciones filosóficas que han dado pie al último largo del gran Clint, aunque con resultados irregulares.
La estructura es la de tres historias que “corren” por separado para recién al final tener un encuentro los personajes de estas. Babel (2006) de Alejandro González Iñárritu lo había utilizado con resultados más óptimos. Pero “el truco” está en mantener el interés del espectador en todas las historias simultáneas y en el caso de Hereafter, la historia de la periodista francesa es la menos convincente. Si bien comienza con ella y la impresionante escena del maremoto, luego su historia como que flojea. No convence demasiado esa labor explicativa, racional que acomete para comprender la experiencia límite que vivió. Muy distinta a la de George, el psíquico que maldice su don de ver a los muertos y prefiere llevar una vida común. Realmente su historia atrapa gracias a la magnífica actuación de Matt Damon que se compenetra en el personaje. Le sigue en interés la historia de los gemelos, muy identificados entre ellos a tal punto que pueden intercambiar roles.
Sin embargo, pese al pesimismo usual en las cintas de Eastwood, la escena final nos deja un leve optimismo asentado en esas cosas simples de la vida y a la vez maravillosas como es el amor. Solo por esa escena final vale la pena soportar las más de dos horas de proyección.
Eduardo Jiménez J.
ejjlaw@yahoo.es
MÁS ALLÁ DE LA VIDA [Hereafter]
Dir: Clint Eastwood
Guión: Peter Morgan
c/ Matt Damon (George Lonegan), Cécile De France (Marie LeLay), Frankie McLaren (Marcus / Jason), George McLaren (Marcus / Jason)
EEUU/2010/Drama***/Estrenos
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