Dieciséis años después de la revolución rumana que derrocó al presidente Ceaucescu, dando fin al régimen comunista, es recreada en un programa de televisión local, haciéndose la pregunta si “la revolución” llegó a la pequeña ciudad donde viven.
Ello va a servir de motivo para presentar como entrevistado a un profesor de historia conocido en la ciudad como borracho consuetudinario, cuya versión de los hechos es poco creíble, y a un anciano que estuvo en la plaza principal del pueblo celebrando la caída y posterior arresto del dictador (las 12:08 marca la hora en que fue tomado preso Ceaucescu, para ser posteriormente ejecutado, previo juicio sumario).
La anécdota sirve para cuestionar la historia. Los hechos del pasado dependen como se miren o se enfoquen los acontecimientos. No existe la verdad absoluta (traducido cinematográficamente en los desencuadres y fuera de foco del camarógrafo del programa de tv) y poco importa si estuvieron antes o después de la hora que da título al filme (al parecer los medios de comunicación magnificaron el número de las muertes en aquel año, exacerbando el ánimo de las masas). Que el único protagonista vivo sea un ebrio consuetudinario digno de ninguna credibilidad, ahonda la duda. Como dice una televidente que interviene por fono (es uno de esos programas donde se deja la línea abierta), vean la nieve blanca que está cayendo, que mañana será barro. Notable metáfora de los hechos y como quedan después.
Lograda ópera prima de Corneliu Porumboiu que le mereció la cámara de oro en Cannes 2006.
Eduardo Jiménez J.
lagartocine@yahoo.es
12:08 AL ESTE DE BUCAREST [A fost sau n-a fost?]
Dir. y guión: Corneliu Porumboiu
c/ Mircea Andreescu (Emanoil Piscoci), Teodor Corban (Virgil Jderescu), Ion Sapdaru (Tiberiu Manescu)
Rumania/2006/Comedia***/Estrenos
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