Tercer largo de Fabrizio Aguilar, uno
de los más activos cineastas de la última generación de realizadores peruanos.
Esta vez deja el tema del terrorismo tratado en su díptico anterior (Paloma de
papel y Tarata) para adentrarse en el tema de la soledad: tres personas que en
común tienen el vivir o trabajar en un edificio de clase media alta y el
sentirse solos a pesar de estar rodeados. El mejor trabajado es el personaje de
“El Wachi”. Ser anónimo, del cual no conocemos su nombre ni a nadie interesa, y
es conocido por el apócope de su oficio de vigilante del edificio. Tesla, una
adolescente que pasa por graves conflictos familiares y Trini, la anciana que
vive sola desde que su esposo falleció. Al final, la interacción de los tres
solitarios en busca de compañía, teniendo como marco el fin del mundo según los
mayas, cambiará. Trini decidirá poner fin a sus días, Tesla se encontrará
consigo misma y El Wachi será más sociable con sus semejantes como lo revela la
escena final.
Fabrizio Aguilar ha sabido trabajar
mejor los tiempos y el desarrollo de la historia, bastante contenida y llevada
con buen pulso, entretejiendo hábilmente las tres subtramas, tratando que no se
desborden hacia el melodrama y conservando una sobriedad que refleja madurez en
el arte de narrar.
Eduardo Jiménez J.
ejjlaw@yahoo.es
LIMA 13
Dir.: Fabrizio
Aguilar
Guión: Fabrizio Aguilar, Gonzalo Ladines,
Rocío Sierra
c/ Juan Ubaldo Huamán (Wachi), Kani
Hart (Tesla), Élide Brero
(Trini), Norma Martínez (Carmen), Liliana Trujillo (Sandra)
Perú/2012/Drama***+/Estrenos
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