Cargada de una fuerte intensidad dramática, narra la historia de Brandon, un hombre que vive obsesionado por el sexo y le es imposible dejar un día sin tener relaciones o por lo menos desfogarse masturbándose. Es un problema sicológico, pero el realizador (homónimo del gran actor) no va por allí, sino por la dureza, desolación, vergüenza que siente el personaje de su propia situación. La ciudad de Nueva York está descrita como una urbe desolada, fría, donde no se produce la empatía entre las personas, a lo que ayuda esa fotografía en colores fríos para dar énfasis al sufrimiento de Brandon, quien no cuenta con amigos, ni una relación estable de pareja. Sus encuentros son furtivos, casi siempre con prostitutas, hasta que llega su hermana, Sissy, arrastrando también problemas personales, el único ser por el que siente afecto. Sissy será el catalizador para que salga de ese círculo enfermizo en que se encuentra.
No nos parece que la película desfallezca por “el mensaje moral” del director hacia el final. Existe una suerte de final feliz o, para ser más preciso, de una posible redención del personaje, lo cual es una opción válida.
Deseos culpables o Shame vale la pena ver.
Eduardo Jiménez J.
ejjlaw@yahoo.es
DESEOS CULPABLES [Shame]
Dir Steve McQueen
Guión: Abi Morgan, Steve McQueen
c/ Michael Fassbender (Brandon Sullivan), Carey Mulligan (Sissy Sullivan), James Badge Dale (David Fisher)
UK/2011/Drama***+/Estrenos
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