lunes, febrero 15, 2010

LA TETA PREMIADA

Las nominaciones y premiaciones que ha recibido La Teta Asustada motivan que se traiga a debate de nuevo una ley que incentive realmente al cine nacional. En ese propósito se debe destacar la labor tenaz que realiza la congresista Luciana León, digna heredera de las causas culturales de su antecesora, la congresista Elvira de la Puente. La coyuntura es propicia para poner en debate de nuevo una ley que permita colocar los fundamentos para el despegue del cine nacional y ser concientes que la más representativa de todas las artes contemporáneas es el cine. El cine es “la vitrina” por la cual más eficazmente nos hacemos conocidos en el mundo, la otra, naturalmente, es la gastronomía. A continuación reproduzco un interesante artículo de la congresista León.
EJJ


LA TETA ASUSTADA SEÑALA EL CAMINO
Urge aprobar la Ley del cine
La nominación al Oscar 2010 de la película peruana La teta asustada debe ser el comienzo para desarrollar la industria del cine peruano y fortalecer la economía nacional, como sucede en la India, España y Argentina.
El cine se ha convertido en un producto de consumo masivo que, además de incentivar el turismo, genera el crecimiento de unidades económicas conexas como la industria videográfica, apertura de cadenas de cine, restaurantes, transporte, artículos promocionales y publicitarios, confecciones, etcétera.
Genera empleo y tributos provenientes de las taquillas, casi tan igual como la creciente industria del espectáculo, que ha colocado a nuestro país en la palestra internacional de los megaeventos y las grandes estrellas musicales.
Esta prometedora industria está promoviendo nuevos valores nacionales en el séptimo arte nacional (directores, actores, productores, camarógrafos, editores, especialistas en efectos especiales, luminotécnicos, fotógrafos, etcétera) y promocionando nuevas carreras profesionales entre los jóvenes.
Puede convertirse en una actividad económica de gran efecto en la promoción de la actividad privada y en la lucha contra la pobreza, como sucede en la India, donde algunas películas han logrado sobrepasar los 50 millones de dólares, dinero que en su gran parte será reinvertido en el país.
Hasta la fecha, La teta asustada con un presupuesto que sobrepasa el millón de dólares, ha sido vista por 250 mil personas, generando una taquilla de 700 mil dólares, y su reposición y ventas en el extranjero podrían recaudar tres millones de dólares de ingresos, pronostica la Asociación de Productores Cinematográficos Peruanos.
La película de la laureada Claudia Llosa pudo ser realidad, gracias al apoyo económico del Consejo Nacional de Cinematografía (Conacine) y a capitales españoles.
Por ello, desde que asumí el cargo de congresista de la República aposté por el cine (y la cultura en general) como una industria que tiene un gran nicho en el Perú, e insistí e insistí una y mil veces en la Comisión de Presupuesto para que aumentara el presupuesto del Conacine, logrando sucesivos incrementos, pasando de 800,000 nuevos soles en 2007 a 2’800,000 (2008), 3’800,000 (2009) y 4’200,000 de nuevos soles (2010). Hemos quintuplicado su partida en tres años y los resultados saltan a la vista.
Conacine se ha visto fortalecido institucionalmente y se ha convertido en un obligado punto de apoyo para la cinematografía nacional (empresas cinematográficas, asociaciones de producción audiovisual, universidades y centros de estudios superiores), reactivando una promisoria industria que antes nadie apostaba por ella. Igual sucedía en los espectáculos públicos no deportivos. En 2009 se movieron nada menos que 25 millones de dólares, gracias a 65 conciertos musicales.
Finalmente, es necesario felicitar y destacar la excelente labor de Claudia Llosa y el impecable desempeño de los actores (incluidos los extras del pueblo de Manchay) y el equipo técnico que la acompaña, que han demostrado que el Perú puede ser capaz de obtener grandes logros y codearse con los mejores del cine internacional.
Somos un país con una inmensa cultura que debe valorar en su real dimensión a sus artistas, por ello, ahora toca aprobar la Ley del cine, que permitirá dotar de mayores recursos a nuestros cineastas, así como la Ley del Mecenazgo Cultural, con la que la empresa privada se convertirá en el motor de la inversión de proyectos culturales, no solo en el cine sino en toda expresión artística.
Así, ya no habrá necesidad de recurrir a financiamientos extranjeros, sino que todos los proyectos culturales serán con capital peruano. No creo que a estas alturas nadie se oponga en el Congreso para aprobar estas dos iniciativas legislativas.
El Perú debe transformarse en uno de los más importantes centros culturales de América latina y lo podemos lograr con el esfuerzo y unión de todos sin distingo político. Es un sueño que puede ser realidad como la nominación al Oscar de La teta asustada.
Luciana León Romero
Congresista de la República
EL PERUANO 9.2.10

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