Por: Eduardo
Jiménez J.
ejimenez2107@gmail.com
ejj39@hotmail.com
@ejj2107
Quentin
Tarantino subvierte las reglas del género a fin de expresar algo distinto. La
llamada posmodernidad. Que en el cine
implica dejar de lado la verosimilitud del discurso narrativo y centrarse en lo
que sería la forma o el artificio. En otras palabras no interesa que la
historia parezca real, sino la forma que se le otorga. En ese sentido
Tarantino ha sido uno de los puntales con películas como Pulp fiction o Kill
Bill.
Asimismo, los post modernos se nutren de una serie de películas y
géneros del pasado, son cinéfilos extremos, a fin de dar como resultado una
cosa nueva. No es un remake de filmes antiguos; sino que vampirizan
una serie de películas y elementos a fin de hacer algo propio. Igual sucede con
la banda sonora: es un mix de distintas composiciones de diferentes
épocas o de diferentes géneros melódicos. Para hacer la combinación se requiere
mucha intuición a fin de no exagerar en la proporción de los elementos de la
fórmula o pecar de avaro en estos.
Un poco más o un poco menos es el límite
entre la genialidad y el fracaso.
De allí que tengamos un pistolero (Django, su anterior filme) o un
cazarecompensas negro (Marquis
en el presente), y que
encaje perfectamente en la trama, desarrollada en el sur racista posterior a la
Guerra Civil. Con Los ocho más odiados
completa su trilogía histórica (donde
la historia es “reescrita”) que comenzó con Bastardos
sin gloria, continuó con Django
desencadenado y concluye con Los ocho
más odiados.
Puntos en común con Django es el tributo al spaghetti western, el personaje central negro y la violencia
desatada; aunque esta vez más controlada, casi morosa, tratando de resolver el
final “eliminando” personajes a fin de quedar en el duelo final, donde no hay
ganadores.
No pasa tan abruptamente del drama a la comedia, como en anteriores
filmes, es más convencional y sigue más de cerca las reglas del género; aunque
tiene también en común el quebrar la linealidad del tiempo (el breve episodio
del hijo del general arrastrado por
Marquis en la nieve o el penúltimo capítulo que “explica” la incursión de la
banda en la mercería), el uso de la “intrascendencia” en los diálogos, parte
del estilo de Tarantino (por lo que la cinta se puede extender hasta en más de
tres horas en una versión especial) y la venganza como motivo central de los
personajes.
Vuelve
a recurrir a actores con los que ya trabajó antes como Samuel L. Jackson, Kurt
Russell o Tim Roth; y si bien Los ocho
más odiados no se encuentra a la altura de otras de sus películas, no por
ello es menos disfrutable para un cinéfilo.
LOS OCHO MÁS
ODIADOS [The Hateful Eight]
Dir y Guión:
Quentin Tarantino
c/ Samuel L.
Jackson (Major Marquis Warren),
Kurt Russell (John Ruth), Jennifer Jason Leigh (Daisy Domergue), Walton Goggins
(Sheriff Chris Mannix), Tim Roth (Oswaldo Mobray), Bruce Dern (General Sandy Smithers)
EEUU/2015/Acción,
western****/Estrenos
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