Por: Eduardo Jiménez J.
@ejj2107
Existe un renacer del género bélico, en la variante de la Segunda Guerra
Mundial (2°GM), muy popular en el pasado y que luego fue olvidada. Quizás este revival obedece a la necesidad en
Estados Unidos de afirmar un patriotismo justificatorio luego de los terribles
sucesos del 11 de Setiembre. Quien conozca un poco la psique del norteamericano
medio, podrá constatar que el hecho no le es indiferente. A lo cual se debe
añadir que la 2°GM fue la última donde Estados Unidos tuvo una participación no
solo gloriosa, sino legitimada de su intervención, al luchar al lado de las
democracias occidentales contra el autoritarismo fascista de Alemania y Japón.
Como alguien dijo una vez, la historia la escriben los vencedores y, en ese
acontecimiento, Estados Unidos tiene un lugar privilegiado y meritorio de su intervención militar,
cosa que no se puede decir de sus incursiones posteriores en Corea, Vietnam o
Iraq (en esta última el petróleo fue el motivo y los negocios de la
“reconstrucción de Iraq” para los amigos del gobierno de Bush hijo, todo obviamente
justificado con un patriotismo post 11-S y que describe muy bien el filme American sniper de Clint Eastwood).
Pero más allá de las especulaciones de este renacer de las películas
ambientadas en la segunda gran guerra, está el producto, es decir si lo
visionado nos convence o no. Y en este nivel tiene limitaciones el filme Corazones de hierro.
Según los entendidos el personaje de Brad Pitt está basado en un
personaje real, tanquista que cruzó media Europa hasta llegar a Alemania con su
unidad. Otro hecho evidente -que también alegan los entendidos en el tema- es
la inferioridad de los tanques norteamericanos frente a los alemanes,
inferioridad atribuida a que para “ahorrar costos” el blindaje de los
norteamericanos no era muy resistente a proyectiles de gran envergadura. Parece
que los fabricantes querían meterse unos “dólares más al bolsillo” a costa de
la vida de muchos soldados que perdieron su vida en tanques así construidos.
Como se ve el uso del patriotismo y la guerra, ayer como hoy, sirve para todo
fin, hasta los más prosaicos y deleznables.
Estamos al final de la contienda, los aliados han ingresado a territorio
alemán y las fuerzas de Hitler luchan desesperadamente por impedir que lleguen
a la capital alemana. En el derrotero vemos la travesía del tanque Fury comandado por el sargento que
interpreta Brad Pitt (muy en el tono al papel que desempeñó en Bastardos sin gloria), presenciamos
ejecuciones extrajudiciales de alemanes (lo cual está documentado, no todo fue
debido proceso por parte de las fuerzas aliadas), siendo la más fuerte de estas
ejecuciones a la que es obligado el soldado Norman, atravesar pueblos y llegar
al desenlace, en el enfrentamiento final de los soldados del tanque contra todo
un regimiento enemigo, matando a la mitad de nazis unos cuantos valientes, muy
en el tono de esas películas bélicas de antaño.
La película no sobresale de la calidad media, si bien tiene escenas
marcadamente naturalistas, pero hay dos que vale la pena resaltar. La primera
es cuando el soldado Norman toca el piano y la chica alemana, entre asustada y
cautelosa, se le acerca y comienza a cantar la canción. Moraleja si quieren: la
música, y el arte por extensión, unen a las personas y los pueblos, muy al
margen de sus nacionalidades, idioma o diferencias.
La otra es la larga escena final, donde el héroe sabiendo que va a morir
se enfrenta al enemigo. Esa escena tiene un aliento (no diré “tufo” por respeto
al gran Ernest) hemingwayano. Es el
héroe que ante la derrota se crece y prefiere morir con dignidad. Memorable.
Para terminar, hace poco vi otra película, curiosamente también
ambientada en la 2°GM y de tanques para más detalles, El tigre blanco. Es superior a Fury.
Fury se limita a la acción y narra en
seco hechos, la otra, pese a sus fallos, va a una reflexión metafísica sobre la
guerra y el mal. Trasciende lo narrado.
CORAZONES DE HIERRO [Fury]
Dir y Guión: David Ayer
c/ Brad Pitt (Don 'Wardaddy' Collier), Shia LaBeouf (Boyd 'Bible' Swan), Logan Lerman (Norman Ellison), Michael Peña (Trini 'Gordo' Garcia), Jon Bernthal (Grady 'Coon-Ass' Travis)
EEUU/2014/Bélica***/Estrenos
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