Por: Eduardo Jiménez J.
@ejj2107
Parecía que Amores perros, su sorprende opera prima,
iba a ser lo único interesante en la obra cinematográfica de Alejandro
González Iñárritu. Tropiezo tras tropiezo, hizo que muchos lo considerasen un
realizador terminado, como sucede con muchos jóvenes con un primer largo genial
y luego devenir en lo intrascendente. Pues bien, Birdman ha significado un
renacer de este director de origen mexicano, pero que trabaja en Hollywood
desde hace mucho.
Estamos dentro de esas películas que
narran los entretelones, sea de un rodaje si es una película (el cine dentro
del cine), o ensayos de tratarse de una obra teatral.
Riggan es un actor que conoció mejores
tiempos cuando interpretó a un superhéroe en la pantalla grande (Birdman), pero
que en la actualidad ha caído en el olvido (es evidente la relación con la
trayectoria de Michael Keaton, la que se eclipsó luego de haber
interpretado a Batman en los dos filmes de Tim Burton). Riggan desea demostrar
que como actor puede dar más de lo que el público y la crítica piensan, los que
lo han encasillado en el rol del superhéroe emplumado. Para ello invierte todo
su dinero en una puesta en escena dramática y que lo puede llevar a la fama de
nuevo o a la total ruina.
En el ínterin tenemos
otros personajes interesantes como el interpretado por Edward Norton, un actor
muy bueno pero que es rechazado por las grandes estudios por su fama de
conflictivo (un tanto en la fama que también en la vida real se ha granjeado
Norton) y Sam, la hija de Riggan, que requiere mucha comprensión y cariño de un
padre ausente en su niñez.
Lo interesante es el
tratamiento de lo que sucede en los entretelones de los ensayos y en las
relaciones conflictivas entre los personajes. Con un tratamiento entre real y
fantástico (que describe un tanto la conciencia de Riggan) se va desarrollando
la trama. Los temores que no funcione la puesta en escena, los problemas que se
deben superar, las críticas de los “entendidos”, la “guerra de egos” que se
produce en ese reducido mundillo, son cuestiones que quitan el sueño al
personaje; y a su alter ego, Birdman, que se le presenta ora para guiarlo, ora
para reprenderlo.
La escena final
surrealista con la que se cierra la película, es sencillamente magistral.
BIRDMAN
Dir: Alejandro González Iñárritu
Guión:
Alejandro G. Iñárritu y otros
c/ Michael Keaton (Riggan), Emma Stone (Sam), Zach Galifianakis (Jake),
Naomi Watts (Lesley), Edward Norton (Mike)
EEUU/2014/Comedia
negra****/Estrenos
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